El próximo día 28 de abril el techo de la comarca de la Marina Baixa y una de las montañas más reconocibles de toda la geografía valenciana, el Puig Campana, se convertirá en el escenario en el que centenares de atletas afrontarán una de las pruebas más duras y espectaculares del calendario anual de la zona: el Kilómetro Vertical del Puig Campana. Se trata de una carrera que, como su propio nombre indica, supone salvar un desnivel de mil metros en poco más de 3,5 kilómetros de recorrido.
Una simple división arroja el resultado que la pendiente media de esta vistosa prueba es del 35%, aunque su director técnico, Romualdo Doménech, explica que “en la parte central del recorrido, lo que se conoce como el Carreró del Puig Campana, supera el 40% de pendiente y hay que ir agarrándose con las manos en algunos puntos”.
Sin escalada
Según la reglamentación de este tipo de pruebas, un kilómetro vertical tiene que salvar ese desnivel de mil metros (en este caso son 1.020 gracias al margen del 5% que permiten las normas) en menos de cinco kilómetros de recorrido. Como explica Doménech, “el Puig Campana es la única montaña de toda la Comunitat Valenciana que permite este tipo de carreras”.
Es una prueba en la que, eso sí, no tiene cabida la escalada, ya que “son recorridos a pie, donde no hace falta ningún tipo de material. Sí que se permite, digamos, lo que es una pequeña trepada de hasta segundo grado. Eso, para el neófito, es el agarrarse con las manos para trepar un poco, pero que no implica que no haya riesgo de caída, básicamente”.
Los deportistas salvarán un desnivel positivo de 1.020 metros en apenas 3,6 kilómetros
Respeto medioambiental
Y aunque transcurre en un entorno más o menos libre como son las faldas del Puig Campana, Doménech aclara que el atleta no es libre de escoger su trazada, puesto que “el recorrido está perfectamente balizado y no se puede salir ni un metro de él. Básicamente, por temas deportivos, pero también porque prima, en este caso, el tema medioambiental. Se sube por el camino habitual de subida a la cima y no podemos permitir que haya campo a través, ya que produciría erosión fuera del recorrido”.
En cuanto a la forma en la que se compite, el director técnico del evento avanza que “es una crono individual. El recorrido cronometrado son 3.600 metros, pero los corredores, al final, hacen trece kilómetros desde que salen de la plaza de Europa, con un kilómetro y medio neutralizado, hasta que vuelven a ese mismo punto desde la cima”.
El Puig Campana es la única montaña de toda la Comunitat Valenciana que puede acoger este tipo de carreras
Recorrido estable
La prueba que se celebra en la localidad de Finestrat cuenta con un atractivo añadido; y es que, por el tipo de trazado sobre el que se disputa, tanto los primeros en salir como los últimos se encontrarán con una senda en las mismas condiciones.
En ese sentido, Doménech explica que “no hay apenas diferencia entre unos y otros, porque ni las fuertes lluvias pueden cambiar el trazado, pues es un terreno muy rocoso. O sea, por mucho que llueva es muy difícil que en este recorrido en concreto se haga barro y que pueda cambiar”.
La cita de Finestrat será valedera para la Copa del Mundo de la especialidad
Casi medio millar de atletas
El Kilómetro Vertical del Puig Campana, que se disputa el 28 de abril próximo, es valedero, además, para el Campeonato Autonómico Individual, para el Campeonato de España por clubes y para la Copa del Mundo que, en este último caso, es en formato Open, es decir, que podrán participar atletas tanto federados como populares.
Todo esto hace que se espere una gran participación. Romualdo Doménech explica que “ya hemos superado el 50% de inscritos y estamos por encima de la cifra total del año pasado, cuando vinieron doscientos deportistas, porque entonces sólo fue campeonato autonómico. Y en este caso esperamos llegar al límite que nos hemos impuesto de cuatrocientos inscritos”.
Motor turístico
Una prueba, la de Finestrat, que transcurre por uno de los parajes más bonitos de toda la Comunitat Valenciana y que hace, a su vez, que sean muchos los atletas que recalen en la misma. Como explica Doménech, “lo que les encanta, sobre todo a los que vienen por primera vez de fuera, es ese contraste. O sea, estar ahí arriba, a 1.400 metros sobre el nivel del mar y tener la playa en línea recta a siete u ocho kilómetros”.
Además, es una cita que funciona como motor turístico, ya que la inmensa mayoría de los atletas provienen de fuera de la provincia de Alicante, y lo hacen acompañados de familiares y amigos, que ven en la carrera una oportunidad para pasar unos días de asueto en uno de los destinos más conocidos de toda la Comunitat Valenciana.