Cris Orts (València, 29-octubre-1981) es la decana del conocido formato de valencianos que residen en diferentes puntos del planeta, iniciándose hace ya quince años en el desaparecido Canal 9. Ahora, ya en À Punt, nos vuelve a relatar las andanzas de nuestros paisanos en ‘Valencians al món’.
Lo hace siempre con la mejor de sus sonrisas, transmitiendo el buen rollo y la simpatía que se aprecia en la pantalla. Guarda con especial estima su periplo en Australia, “la mejor experiencia de mi vida”, lo que le permite también tener una mayor empatía con los entrevistados.
Confiesa haber estado en más de sesenta países, “aunque no sé el número exacto”, conociendo lugares únicos como el desierto de Atacama o las Galápagos, “donde están las tortugas enormes, que te transportan a otra época”.
¿Siempre quisiste ser periodista o reportera?
Sí y no. Me gustó desde pequeña el cine y hacer de actriz, mientras con la cámara de mi padre nos grabábamos, ejerciendo de periodista.
Había una atracción por la comunicación, y aunque hice interpretaciones en el colegio, luego estudié periodismo porque se parecía a actuar.
Al dar una noticia estás interpretando también.
Exacto, siempre siendo una misma. La naturalidad es lo que, en el fondo, le gusta a la gente.
¿Y viajera?
Por supuesto. Ya en 2009 empecé en ‘Valencians pel món’ (Canal 9), pasando seguidamente a ‘Españoles en el mundo’ (TVE) y ‘Supervivientes’ (Telecinco), donde hice de redactora de playa cuatro temporadas. Mi último año en Honduras fue el de la Pantoja (ríe).
¿Cuándo surge la opción de fichar por À Punt?
Finalizada mi etapa en ‘Supervivientes’, me dieron la oportunidad de regresar al ahora rebautizado como ‘Valencians al món’.
Sin duda es mi formato, pues reúne todo lo que me apasiona: conocer gente, mundo y entretener.
«Debemos ser uno mismo, porque la naturalidad en el fondo es lo que le gusta a la gente»
¿Tienes uno de los mejores trabajos que existen?
Por todo lo que me da el programa, sí. Pero trabajamos muchísimo, perdiéndonos numerosas cosas y ganando otras.
Además, estoy en uno de mis mejores momentos profesionales. A veces comento que ‘Valencians al món’ es mi bebé, le tengo un cariño muy especial.
También tiene su parte negativa.
Claro, te condiciona a la hora de formar una familia, no puedes estar presente en muchos actos familiares o de amigos -debido a que no decidimos cuándo viajamos-, suceden cosas malas y estás en la otra punta del planeta…
¿Te han pasado anécdotas que se puedan contar?
Sí, básicamente porque en su momento fui una valenciana por el mundo, cuando residí con mi pareja un tiempo en Australia
Anteriormente, en 2009, había grabado un ‘Españoles en el mundo’ en Melbourne y me enamoré profundamente de la ciudad y su gente.
¿Cuánto tiempo estuvisteis allí?
Un año y medio, maravilloso. Por esa razón, cuando entrevisto a alguno de los valencianos por el mundo sé lo que sienten y las vivencias que les pasan, sobre todo en un lugar tan lejano como Australia, que tiene magia precisamente por lo remoto que se encuentra.
«Durante un tiempo fui una valenciana por el mundo, residiendo en Melbourne (Australia)»
¿Tan fascinante es la vida en Australia?
Jamás he estado tan contenta y confiada como en Australia. Allí hacíamos otra vida, no trabajé como periodista, sino en restaurantes y cuidando a niños.
Fue la mejor experiencia de mi vida, pese a que los problemas se hacían más difíciles de sobrellevar: te falta tu gente, a veces no les puedes llamar…
Volviendo al programa, ¿has sentido miedo durante alguna grabación?
El telespectador muchas veces no sabe que únicamente somos dos personas las que viajamos, el cámara y yo. Sentimos cierto pánico en Buenos Aires, en el barrio de Boca, sumamente peligroso.
Fuimos de día a la Bombonera, campo de fútbol de Boca Juniors, y un chico con una bicicleta nos cogió la cámara, la tiró y rompió el micro. Por fortuna no pasó nada más y pudimos seguir filmando.
¿Cómo hacéis la grabación y posterior edición?
Grabamos entre una semana y diez días en el destino, regresamos y hago el premontaje con nuestra productora, La Cometa TV. Seguidamente lo preparo -en unos días- y dejo el programa preparado para que mis compañeros de edición lo dejen precioso.
¿Sabes el número de países que conoces?
Con exactitud no, pero supero los sesenta. Me quedo, obviamente, con Australia, pero igualmente con las islas Galápagos (Ecuador), el desierto de Atacama (Chile) o la mezcla de playas paradisíacas y selva que descubres en el Caribe, en México.
Me apasiona también la gastronomía de Singapur, la cultura tan diferente de Japón y Ucrania, país precioso que están destrozando.
¿Qué otros proyectos tienes?
Decidir si quiero ser mamá o no. Me cambiaría la vida totalmente.