Un estudio liderado por investigadores del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante (UA) y del área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) revela la importancia fundamental de los carroñeros y la carroña en los humedales. El artículo, publicado en Biological Reviews, destaca que los beneficios que aportan los carroñeros superan ampliamente los posibles perjuicios. Entre sus funciones clave se encuentran la recirculación y transporte de nutrientes, así como la regulación de la calidad del agua, lo que beneficia a todo el ecosistema, desde el suelo y las plantas hasta aves y mamíferos.
Históricamente, aquellos animales que se alimentaban de otros animales muertos, se les ha prestado una menor atención por la sociedad, incluso se les ha asignado un papel secundario en los ecosistemas. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los carroñeros desempeñan una función ecológica crucial al eliminar materia orgánica y reciclar rápidamente los nutrientes al ecosistema. Pero, a pesar del aumento del conocimiento y del interés en este grupo de animales en las últimas décadas, la mayoría de la atención científica se había centrado en el papel de los carroñeros en ecosistemas terrestres, ignorando su función ecosistemas tan importantes como los humedales.
Los humedales son ecosistemas vitales debido a su capacidad para regular el ciclo del agua y prevenir inundaciones. Son hábitats críticos para una diversidad de especies, desde aves migratorias hasta peces y plantas acuáticas. Al mismo tiempo, prestan servicios ecosistémicos importantes como la purificación del agua o la captura de carbono, lo que contribuye significativamente a la salud del medio ambiente global. Pero, a pesar de estas funciones tan importantes, son uno de los hábitats más amenazados por actividades humanas: se estima que han desaparecido entre el 64% y el 71% de los humedales del planeta en el último siglo.
Para entender el papel que cumplen los carroñeros en los humedales, investigadores del área de Ecología de las dos universidades analizaron más de 200 artículos científicos realizados en los últimos 60 años por todo el mundo. Una de las conclusiones de este análisis es que el conocimiento científico no es espacialmente homogéneo. América del Norte -con un 70% de los trabajos científicos- y Europa -con el 14%- concentraron la mayoría de las investigaciones. Esto evidencia una falta significativa de estudios en otras partes del mundo. Pero sólo han encontrado diferencias geográficas. Algunos tipos de humedales, como los ríos y arroyos, reciben mucha más atención científica que lagos, lagunas o marismas. Ambos resultados indican la necesidad de reenfocar las nuevas investigaciones para comprender plenamente el papel de los carroñeros en los ecosistemas acuáticos a nivel global, diversificando los trabajos tanto geográficamente como en los tipos de hábitats.
Al contrario que la idea generalmente extendida que son un grupo reducido de especies las que consumen animales muertos, los investigadores encontraron una importante diversidad especies. Hay 176 familias de carroñeros entre los pequeños invertebrados, por ejemplo, moscas y escarabajos. También, son carroñeras 114 especies de vertebrados distribuidas en 40 familias de aves y mamíferos. Analizando de forma detallada cada estudio, los investigadores comprobaron que, durante el proceso de consumo de carroña, estos organismos desempeñaron hasta cinco funciones diferentes en el ecosistema, incluyendo la recirculación de nutrientes, la regulación de la calidad del agua y el control de patógenos. Esta diversidad de especies y funciones subraya la importancia crítica de los carroñeros en la salud y el equilibrio de los humedales a nivel mundial.
La mayoría (el 85%) de las publicaciones analizadas, concluye que la carroña tiene un efecto positivo en todos los componentes del ecosistema, desde el suelo hasta los grandes vertebrados. Por lo tanto, afirma el estudio realizado por investigadores de la UA y la UMH, mejorar nuestra comprensión sobre los carroñeros y la carroña en los humedales es crucial para evaluar sus funciones actuales y futuras en medio del cambio global. En particular, sería conveniente conocer el movimiento de nutrientes esenciales para la vida, como el fósforo o el nitrógeno, que resultan limitantes en algunos ecosistemas. También, recomiendan realizar más esfuerzos para comprender su influencia en el control de enfermedades, ya que se espera un aumento en la ocurrencia y magnitud de eventos de mortalidades masivas. Este conocimiento permitirá una gestión más efectiva de los humedales y contribuirá a su conservación a largo plazo.
Este estudio ha sido publicado en la revista Biological Reviews y fue llevado a cabo por un equipo multidisciplinar compuesto por los investigadores Adrián Orihuela Torres y Esther Sebastián González, de la UA, y los investigadores del área de Ecología de la UMH José Antonio Sánchez Zapata, Francisco Botella y Juan Manuel Pérez-García; en colaboración con investigadores del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), la Universidad de Granada y la Universidad de Murcia.