Entrevista > Enrique Rubio Medina / Presidente de la Unión de Festejos San Bonifacio, Mártir (Yecla, Murcia, 2-octubre-1962)
Mayo es un mes especial y con mucho significado. Es el mes que celebramos el Día del Trabajo y el de la Madre, el mes de las flores y el de la Virgen María. Los días son cada vez más largos porque ganamos horas de luz, el tiempo es más estable, y es un periodo en el que se empieza a anunciar el comienzo del fin de la temporada primaveral y a vislumbrar la llegada en junio del verano.
Pero en Petrer, además, mayo es un mes marcado en rojo, porque es el de las Fiestas de Moros y Cristianos. Del 16 al 20, nuestra localidad estalla en una explosión de alegría y devoción en honor a San Bonifacio, Mártir. Las calles y plazas se engalanan y mudan su piel transformándose en un jolgorio repleto de emoción, colorido, olor a pólvora, música y respeto a las tradiciones.
Regresa la fiesta
Petrer vuelve a convertirse en el centro de todas las miradas con unas fiestas que siempre se esperan con muchas ganas. El desfile infantil del próximo día 12, en el que los más pequeños son los absolutos protagonistas, será el preludio de un guion de actos que tendrá su puesta de largo con la entrada de bandas de música el jueves 16, y los desfiles cristiano y moro el fin de semana.
El presidente de la Unión de Festejos, Enrique Rubio, nos abre las puertas de la sede festera para desearnos unos festejos inolvidables. Allí, rodeados de los estandartes de las diez comparsas, nos anima a disfrutar y a dejar aparte los problemas cotidianos durante estos días de intensa celebración. También, nos detalla en profundidad algunos de los cambios que le gustaría aplicar en la fiesta de cara al futuro para hacerla todavía más grande y más atractiva, pero siempre con la clara intención de “no tocar las tradiciones”.
A partir de las once de la mañana del día 12 se celebra el desfile infantil
¿Cómo ves las inminentes Fiestas de Moros y Cristianos?
Con la novedad de que este año voy a hacer mis primeras fiestas con total normalidad. Siendo presidente hasta ahora he hecho dos: en la primera tuvimos la pandemia y en la segunda hubo recortes en los recorridos, porque el suelo de la plaza de Baix estaba levantado por las obras arqueológicas.
Este año haremos allí la fiesta completa. Es decir, haremos la bajada y subida de nuestro patrón, la solemne procesión, y el desfile de honor. Van a ser las fiestas más normales que he tenido hasta ahora.
Que hay ganas de fiesta es un hecho. Sin ir más lejos, el Día de Banderas acudió mucha gente y fue un acto multitudinario. ¿Es un ensayo general de lo que nos espera para ‘moros’?
El Día de Banderas fue increíble. Hasta no hace muchos años, venías a las ocho de la mañana y las calles estaban medio vacías. Sin embargo, este año se veía mucho festero y a esa misma hora estaba como si fueran las doce del mediodía. Lo que estamos notando es que vivimos el momento y el momento es la fiesta. Es decir, si nos tenemos que quitar de algo nos quitamos de otra cosa.
Ha subido mucho el número de festeros en las comparsas y eso se nota en que la gente quiere disfrutar el ahora. Se tiende a ir a más y es normal; es algo que también está pasando en otras localidades porque la gente quiere divertirse.
¿Crees que en ese crecimiento ha tenido algo que ver el traslado del Castillo de Embajadas desde la plaza de Baix a la Explanada?
Sí. El primer año se trasladó provisionalmente porque la plaza estaba abierta por las obras y, aunque se podía transitar por parte de ella, sólo teníamos disponible la mitad del espacio. El traslado definitivo se hizo en 2022 y el éxito fue total. En la embajada del viernes vinieron más de 1.500 personas y en la del lunes, que normalmente no va casi nadie, serían más de mil. Y eso que, al principio, tanto los festeros como los propios ciudadanos, se mostraron bastante reticentes a este cambio, aunque luego con el tiempo reconocieron el acierto.
El Castillo se va a quedar definitivamente en su nuevo emplazamiento, aunque eso no quita para que la plaza de Baix acoja algunos actos muy bonitos. Una de las novedades de este año va a ser que vamos a contar con tres pantallas gigantes para que nadie se pierda el pasodoble en la Explanada. La que se coloca en la parte de abajo, en el jardín, y dos más en el paseo, cada una mirando a un lado.
«Fue increíble el Día de Banderas»
En el acto del pregón, Santiago Rodríguez hizo bastantes alusiones a la música. ¿Es este un elemento imprescindible de las fiestas?
Hay que tener en cuenta que sin música y sin pólvora no habría fiestas. Me pareció un buen pregón.
Hablemos ahora de esos cambios que anunciaste hace escasas fechas, que te gustaría aplicar y que han causado un pequeño terremoto entre los festeros. ¿En qué consisten y cómo te gustaría que quedaran definitivamente los actos?
En un principio propuse cambiar la entrada cristiana, que se celebra el sábado por la mañana, y pasarla a la tarde; y la procesión, a la mañana del sábado. Yo lo que tengo muy claro, y siempre se lo he dicho a los festeros, es que no voy a tocar ninguna tradición. Es un cambio de horario y nada más. Lo que quiero es darles espectacularidad a las fiestas para ensalzarlas, con el objetivo de que venga mucha gente desde otras poblaciones a verlas.
La entrada del sábado siempre ha sido, como decían los antiguos del lugar, para los de Petrer. Pero eso valía para cuando aquí había 1.000 o 2.000 festeros. Hoy en día somos más de 3.000 y es una verdadera pena que los cristianos, cuando salen a las once de la mañana y se gastan un dineral en el boato, se encuentren las sillas vacías. Eso es demencial. También, he planteado eliminar el tardeo del sábado porque se está cargando la fiesta. Se trata de adaptarla a los nuevos tiempos para conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
¿Cómo se lo han tomado los festeros?
De momento, con los que he hablado ninguno me ha dicho que no. Muchos cuartelillos han estado opinando sobre este tema y eso es lo que quiero: que la fiesta de Petrer esté viva y que la adecuemos a los tiempos que estamos, porque lo que hace diez años valía hoy ya no vale.
Yo quiero, ya que sale el festero, que vengan de otras poblaciones a vernos. Un desfile un sábado por la tarde sería espectacular, porque posibilitaría que mucha más gente de fuera pudiera venir.
«Sin música y sin pólvora no habría fiestas»
¿Y qué le ha parecido esta propuesta a tu junta directiva? ¿La comparten?
A unos les ha gustado y a otros no.
¿Cuándo quieres poner en marcha estos cambios y qué haría falta para aplicarlos?
Se haría de un año para otro, es decir, me gustaría llevar la propuesta si es factible para marzo o abril del año que viene y que entrara a aplicarse para las fiestas del año 2026.
Primero habría que llevarlo a las comparsas para que sus respectivas asambleas lo debatan y lo aprueben, y luego habría que aprobarlo por la junta central directiva. Una vez hecho esto, lo mandaríamos a la asamblea de la Unión de Festejos, que es donde están los cien compromisarios y los veinte que somos de la Junta Central.
¿Si se aplicara sería el colofón a tu presidencia? La cual, por cierto, finaliza el próximo año.
Así es. Lo que pedí cuando pasó la pandemia es hacer cuatro fiestas. La de este año es la tercera y la del próximo la cuarta, y yo con eso ya pliego velas y que pase el siguiente.
«Quiero que la procesión sea el sábado por la mañana y la entrada cristiana por la tarde»
¿No hay nada que te haga cambiar de idea para presentarte a otro mandato más?
Sinceramente, como esto es devoción como digo yo, pienso que estando cuatro años y habiendo cumplido el objetivo que la directiva nos marcamos cuando entramos, mi proyecto ya está terminado. Si pasara cuatro años más, a lo mejor me relajaría un poco, así que prefiero que entre otro para que siga moviendo la fiesta.
¿Estás satisfecho de todo lo que se ha conseguido durante tu presidencia?
Sí, y yo creo que los festeros, en un alto porcentaje, también lo están.
¿La declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional para Petrer es una obsesión para ti y sería la culminación de un sueño?
Efectivamente.
«La declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional es una obsesión»
¿En qué estado se encuentra actualmente?
Estamos de la mano con el ayuntamiento y lo tenemos al noventa por cien. Cuando terminen los ‘moros’ de este año queremos hablarlo con ellos para que lo lancen a la Generalitat, porque son los primeros que lo tienen que aprobar, y después pasarlo al Gobierno de España.
El año pasado se anunció a bombo y platillo el proyecto Erasmus+, una iniciativa para exportar y dar a conocer las Fiestas de Moros y Cristianos de Petrer a toda Europa. Sin embargo, no se ha vuelto a oír hablar nada de aquello. ¿Qué ha pasado?
No se ha puesto todavía en marcha y desde el ayuntamiento no me han dicho nada. Actualmente está paralizado.
¿Cuál es tu acto favorito de las fiestas?
El pasodoble ‘Petrel’. Es impresionante ver a toda la gente saltando; te pone los pelos de punta, algo apoteósico, sobre todo desde que el Castillo lo llevamos a la Explanada. Para mí es el acto más bonito y cuando ya se puede decir que empiezan las fiestas.
«El año que viene será el último de mi presidencia»
¿Cómo te las imaginas?
Esplendorosas.
Aunque aún te quede una más, ¿esperas que sean las mejores de tu presidencia?
Pienso que como las del 2022 para mí no va a ser ninguna, porque las cogimos con mucha explosión después de la pandemia. Estas van a ser la culminación de mi mandato, ya que será el tercer año y las próximas serán las de la despedida (risas).
¿Crees que necesitan algo las Fiestas de Moros y Cristianos para mejorar?
Se necesita que tengamos muchas ganas de disfrutarlas y desde luego las hay (risas). Veo que día a día las fiestas de Petrer van ganando en puntos. Vamos cambiando un poco lo que es la mentalidad y siendo más festeros. Bueno, y que no nos llueva (risas), que el año pasado pasamos un miniapuro.
Les diría a los festeros que durante esos días se olviden de los problemas cotidianos y que se centren en la amistad y en la camaradería. A fin de cuentas, la fiesta es fiesta. También, quiero aprovechar la ocasión para invitar a todas las poblaciones a que vengan a disfrutar de nuestras fiestas, porque Petrer es un pueblo muy acogedor.