Entrevista > Selina Krijt y Carlos Ramos / Presidenta y coordinador del Club Esportiu Villa Blanca
Medio siglo después del nacimiento del ya extinto BM Altea, el deporte del balonmano sigue teniendo un enorme tirón popular en la Villa Blanca. Lejos quedan ya los tiempos en los que el pueblo vibraba con el equipo en la Liga Asobal o la Copa EHF. Lejos quedan también aquellos años en los que se llegó, incluso, a organizar una Copa del Rey.
Ahora, con objetivos más modestos, pero igual de ilusionantes, el Club Esportiu Villa Blanca centra todos sus esfuerzos en la formación de la base y, por qué no, en repetir el caso de Daniil Zhukov, que se forjó en la entidad y hoy en día triunfa en la Liga Asobal vistiendo la camiseta del TM Benidorm.
Después de haber vivido tardes de auténtica gloria con aquel Balonmano Altea en su momento, no debe de ser fácil volver a tener ilusión por ponerlo todo en marcha de nuevo y empezar desde abajo.
Selina Krijt (SK) – Diría todo lo contrario. Creo que justo el haber vivido un balonmano con tanto nivel en Altea era una muy bonita motivación para recuperar el deporte de calidad en nuestro pueblo.
¿Se sigue viviendo con mucha pasión el balonmano en Altea?
SK – Sí. Tenemos un legado con el que muchas generaciones hemos vivido y ahora eso es lo que intentamos inculcar a los más pequeñitos, para que vuelvan a tener ese sentimiento de familia deportiva y de amar al deporte como lo amamos nosotros.
«Lo importante y principal es trabajar con una buena base, tener unos niños que se involucren con este deporte»
No vamos a entrar ahora en los motivos de la desaparición de aquel club, pero vosotros, habiendo aprendido lo bueno y lo malo, los aciertos y los errores de aquella época, ¿qué proyecto tenéis pensado en el futuro a largo plazo? ¿Soñáis con volver a intentar dar el salto a grandes categorías u os centráis en el trabajo con la base?
SK – Más bien lo último. Creo que se tiene que aprender mucho de los errores y que lo importante y principal es trabajar con una buena base, tener unos niños que se involucren con este deporte y que aprendan los valores del mismo.
Por ahora, creo que lo fundamental y en lo que nos estamos centrando nosotros con nuestra junta directiva es en tener una buena base, que el día de mañana nos dé muchísimas más alegrías de las que nos está dando ya.
¿Tener en una ciudad vecina como Benidorm a un equipo de Liga Asobal hace que se complique el trabajo con los más jóvenes, sobre todo, en esa edad en la que pueden pensar que irse a las categorías inferiores de allí puede abrirles más puertas?
Carlos Ramos (CR) – Creo que no. Pienso que tener a pocos kilómetros de casa un club como el Benidorm, que tiene su equipo masculino en Asobal, es muy positivo para nosotros porque, evidentemente, no tenemos el espejo en casa, pero sí muy cerquita. Además, no hay rivalidad alguna en ese caso.
Para nosotros, que no tenemos equipos en las primeras categorías, también tiene algo de positivo que los chavales más pequeños tengan alguien en quien fijarse realmente muy cercano.
En un club tan metido en la cuestión de formación y del deporte base, supongo que será un orgullo conseguir sacar a un jugador y que pegue el bote y acabe en esas grandes categorías.
CR – Claro, nosotros estamos volcadísimos en formar jugadores. Para eso, desde bien pequeñitos vamos a los colegios, trabajamos con ellos, intentamos que vengan al pabellón a ver nuestros partidos y, a partir de ahí, que vayan creciendo en todos nuestros equipos.
Si el día de mañana hay un jugador o una jugadora que llega a jugar a un equipo en el que todavía nosotros no hemos llegado a ese nivel, para nosotros sería un honor.
«Haber vivido un balonmano con tanto nivel en Altea era una muy bonita motivación para recuperar el deporte de calidad»
¿Se ha conseguido ya algo así? ¿Tenemos algún niño de Altea que lo haya hecho ya o que esté a las puertas y que digáis: ‘aquí hay madera de hispano o de guerrera’?
CR – Sí, evidentemente. Tenemos, por ejemplo, el caso de Zhukov, que está jugando en el TM Benidorm. Ha crecido en el pueblo y ha llegado al primer nivel del balonmano en España. Ahora todavía tenemos que trabajar mucho con la base para que los que ahora están empezando, lleguen ahí, pero ojalá.
¿Cuántos niños tenemos ahora mismo en el balonmano en Altea?
SK – En total, contando también con las escuelas, contamos con más de cien niños jugando a este deporte.
¿Estáis contentos con esta cantidad?
SK – Estamos muy contentos y cada vez somos más. Estamos haciendo una buena captación de niños en los coles de nuestro pueblo y esperamos que esto vaya en aumento con cada temporada.
Es verdad que en Altea hay mucho deporte y una variedad muy grande. Nuestra competencia no es sólo el fútbol, porque tenemos de todo y con niveles bastante altos. Así que sí, es una lucha, pero creo que eso es una cosa positiva. Esto nos hace movernos, nos hace buscar jugadores y promocionar nuestro deporte y ser proactivos para que se interesen por nuestro deporte y no por otro.
«Mucha gente ha vivido el balonmano en Altea, y esa gente sigue estando ahí»
Hace poco se celebró en Altea un campeonato autonómico en el que, además, se organizó un torneo de balonmano inclusivo, un proyecto muy bonito.
SK – Sí, llevamos tiempo ya queriendo tener un equipo de balonmano inclusivo. Lo vimos el año pasado en otro torneo que se hizo también en Altea, que ya la Federación nos trajo equipos inclusivos, y fue espectacular y muy bonito de ver. Nos propusimos buscar un equipo así y hemos podido hacerlo esta temporada.
¿En qué consiste el balonmano inclusivo en cuanto a normas y forma de jugar?
SK – La pista es la misma y las normas también, pero evidentemente esto se adapta un poco a los jugadores que estén en ese momento en la pista. El tiempo de juego sí que es menor y depende de cada torneo. Pero el balonmano es el mismo: hay que botar el balón, hay que marcar en la portería contraria y, sobre todo y más importante, hay que pasárselo bien y tener respeto hacia el rival.
Entre los niños de la base, al menos entre los más mayores de ellos, ¿alguno recuerda aquella época dorada del BM Altea o ya somos demasiado mayores los demás?
SK – (Ríe) Bueno, los que somos relativamente mayores sí nos acordamos. Yo recuerdo perfectamente la Copa del Rey que se hizo aquí en su momento. El BM Altea fue el precursor de la Minicopa que ahora se hace todos los años.
En Altea mucha gente ha vivido el balonmano, y esa gente sigue estando ahí, sigue disfrutando de este deporte. A los más jóvenes les tenemos que contar todo aquello o utilizamos páginas de YouTube con los partidos históricos.
«En total, contando también con las escuelas, tenemos más de cien niños jugando a balonmano»
Recientemente pude ver que una de las primeras iniciativas que puso en marcha el BM Altea tras su fundación hace ya cincuenta años fue organizar partidos de ‘handbol al carrer’. ¿Habéis llegado a conocerlo?
CR – Sí. Es más, ahora esto desde la Federación Valenciana se está fomentando mucho y creo que es una cosa muy positiva. En aquella época de la que hablas se hizo un partido de demostración en la plaza del Ayuntamiento, que fue algo así como el precursor del balonmano en Altea.
No sois el mismo club y ahora os llamáis ‘Club Esportiu Villa Blanca Altea’, pero es verdad que se cumplen cincuenta años de la fundación de toda esta historia de la que sois herederos. ¿Habéis pensado en hacer algo durante este año para celebrar medio siglo de balonmano en Altea?
SK – Lo que tenemos en mente es, de cara a la temporada que viene, cuando se cumplirán los quince años de la fundación de nuestro club, organizar ciertas cosas para celebrarlos. Queremos darle la importancia que se merece al Club Esportiu Villa Blanca, que al final es el que recogió el testigo del BM Altea.
«Llevábamos tiempo queriendo tener un equipo inclusivo y este año lo hemos sacado»
Poner en marcha cada año, y ya van quince, una iniciativa como esta debe de conllevar muchísimo trabajo y, sobre todo, necesita de muchísimos apoyos para completar el presupuesto.
SK – Efectivamente, lo bueno es que tenemos mucho apoyo por parte del ayuntamiento. Pero, sobre todo, y quisiera recalcar esto mucho, tenemos muchísimo apoyo de los negocios y las empresas locales.
Eso es algo muy importante porque, evidentemente, la visibilidad que se puede tener en forma de retorno en los deportes de base dista mucho de la que se ofrece en las grandes ligas como la Asobal.
SK – Así es. Creo que ahí es donde se puede ver de verdad el legado que nos ha dejado el BM Altea en cuanto al sentimiento hacia este deporte. Su historia ha hecho mucho para que muchas empresas quieran apostar por el balonmano.
«Para el año que viene cumpliremos quince años, y vamos a preparar actividades para celebrarlo»
Pensando en los más pequeños, los que puedan estar pensando en iniciarse en esto del balonmano, ¿qué es lo que les aporta este deporte?
CR – No he conocido todavía a ninguna persona que haya venido y se lo haya dejado por otros motivos que no sean los estrictamente deportivos o académicos. Creo que el balonmano es una cosa en la que te lo pasas bien desde el primer día y en la que no hace falta tener un gran conocimiento del juego para divertirte, porque es muy dinámico. Estás todo el rato moviéndote, corriendo, jugando con tus compañeros y haciendo un deporte de equipo, que creo que es fundamental.
En Altea, desde las cuatro y media de los lunes, los miércoles y los viernes, hasta las once de la noche que cerramos el pabellón, vamos a tener balonmano.
Le planteo una situación imaginada, que supongo que no será tan extraña. ‘Me apunto, pero lo mío no es competir. Yo lo que quiero es ir con mis amigos de clase, del colegio, porque es que resulta que en mi clase se han apuntado varios niños y yo quiero ir con ellos, pero a mí lo de competir el fin de semana como que no me va. ¿Puedo apuntarme también a los equipos del club?’
CR – Claro. Puede ser que alguien venga con ese pensamiento de no competir, pero una vez que empiezas a entrenar, que empiezas a jugar partidos… Yo no he visto ni en un entrenamiento una cara que no sea la de querer seguir viniendo a entrenar y, al final, a competir.
Pero ya te digo que sí: si lo que no se quiere es competir, podemos venir a entrenar sin ningún tipo de problema.