Entrevista > Esther Andújar / Cantante (València, 29-junio-1976)
La voz de Esther Andújar es aquella que todo amante del jazz de la ciudad de València identifica con claridad. Su timbre, su textura y giros forman parte de la escena musical de la ciudad desde hace varias décadas. Ha recorrido buena parte de los escenarios clásicos que programan jazz en el ‘cap i casal’.
Esta cantante valenciana, todo un referente en la Comunitat y en nuestro país, ha viajado para formarse y grabar en medio mundo. Apasionada del arte, Esther Andújar se encuentra perfilando el que es su último disco, sin duda una nueva aportación imprescindible para el mundo del jazz y la música en general.
Conversamos con esta conocida cantante de la ciudad, tan amiga de AQUÍ Medios de Comunicación, para tomar el pulso de la actualidad musical en la Comunitat, conocer de cerca sus proyectos y compartir un análisis de la escena artística valenciana.
Acabas de salir del estudio de grabación, ¿qué tal ha sido la experiencia?
Pasar semanas en el estudio de grabación ha sido una experiencia preciosa, muy intensa. Aún no me he recuperado del todo del proceso de grabación. Ha sido terminar agotada e incluso un poco enferma.
«Siempre hace falta salas de música; tanto de pequeño formato, como auditorios medianos»
¿Has grabado con los de siempre y donde siempre?
En realidad, cada disco que he entrado a grabar lo he hecho de una forma diferente al anterior. En este caso, hemos grabado en unos estudios maravillosos en Gandía: Pentasonic Studios.
Para la grabación del disco he contado en el piano con Albert Palau, al contrabajo con Miquel Álvarez, a la batería con Tico Porcar y en la guitarra ha estado Iván Cebrián. Aunque los conozco desde hace muchos años, aún no había tenido la oportunidad de grabar con ellos, y debo decir que se trata de un grupo de músicos brillante.
¿Qué aporta de nuevo este disco a tu carrera?
El camino de la composición es largo y, además de ello, no tiene fin. Así pues, entiendo que este trabajo sigue dándole continuidad a mi trabajo como compositora.
¿En qué momento profesional te encuentras?
En estos momentos estoy retomando mi faceta de líder de grupo. He de decir que la grabación del disco era necesaria para retomar ese camino.
Por otra parte, también he de indicar que paralelo a todo esto sigo llevando a cabo algunas colaboraciones con grupos como AGR Nonet, banda de música brasileña.
¿Y respecto al vital?
Estoy en un buen momento, la verdad. En esta etapa de mi vida mi hija ya está bastante mayor, y yo a nivel profesional y artístico me encuentro con mucha ilusión por seguir creando y haciendo música.
¿Vas a hacer una presentación oficial del disco que estáis terminando?
Sí, claro que lo tenemos en mente. De todos modos, aún falta tiempo para llegar a ese punto, pero me hace mucha ilusión pensar en cuando llegue ese momento.
A nivel de colaboraciones, ¿qué tal han funcionado en el disco?
Los músicos han aportado todo su talento al disco, con generosidad y una musicalidad espectacular.
Algunas colaboraciones con las que querías contar las tendrías claras ya, ¿no?
¡Aún no! ¡Pero todo ha de llegar!
Conoces bien el sector musical de la ciudad de València. ¿Consideras que ha cambiado?
El sector de la música siempre está en constante movimiento. Se trata de un sector muy vivo y que además es muy transversal. Desde la cultura a la economía, pasando por los cambios sociales y los avances tecnológicos, todas las capas se influyen entre ellas y cambian la realidad musical.
¿Más salas, más conciertos, más voces… lo y los de siempre?
Bajo mi punto de vista, diría que se programa menos música en salas culturales y se hacen más festivales, menos programación continuada y más programación de gran cartel. Eso a mí no me gusta demasiado dado que no se profundiza en estilos, corrientes; en definitiva, no se hacen demasiadas apuestas de larga duración.
Creo que hay espacio para todo el mundo; perdurar en la música es muy complejo, así que a mí me alegra cuando veo que el sector apoya a los más veteranos, algo que no pasa siempre.
«La técnica lo cambia todo porque te da la libertad que necesitas para expresarte»
¿Una cantante sigue formándose hasta su jubilación?
Soy de las que opina que siempre se aprende algo nuevo, y si tienes interés, más aún. La ciencia ha revolucionado la manera en que entendíamos el aprendizaje de la técnica vocal. Hay mucho que aprender, afortunadamente.
¿Consideras que tu voz ha cambiado?
Claro que la voz cambia. Forma parte de mí, así que sí.
¿O que tú misma la has cambiado mediante la técnica más allá de los cambios biológicos normales?
La técnica lo cambia todo, porque te da la libertad que necesitas para expresarte, abre caminos nuevos para que la voz se desarrolle.
¿Qué tiene el jazz de especial?
Todo. La profundidad, la necesidad de evolucionar, la improvisación, la frescura, el riesgo.
¿Es un género para intelectuales?
Hacerlo requiere mucho estudio, escucharlo, costumbre. Pero no, no creo que el jazz sea un género para intelectuales.
¿Ayuda para concentrarse?
A mí el jazz sí me ayuda a concentrarme.
¿Tus referentes en el mundo del jazz?
Pues mis referentes van desde Ella a Carmen Mc Rae, desde Billie a Sarah, Louis Armstrong, Mark Murphy… todos los grandes que conforman este género.
¿Algún descubrimiento en el mundo del jazz que me puedas recomendar?
Michael Mayo y su disco ‘Bones’.
¿El jazz puede bailarse?
En teoría, sí que puede bailarse.
«Está en constante movimiento el sector de la música; es muy vivo y transversal»
Hablemos de tu vertiente en la enseñanza. ¿Qué tal la experiencia?
A mí me gusta mucho enseñar. Me mantiene al día en la técnica y el repertorio y es una experiencia vital que me aporta mucho, se trata de compartir y escuchar.
¿Qué aporta la Berklee a la sociedad valenciana?
Mucho. Es un centro de enseñanza superior de música, con conceptos y enfoques muy distintos a los de otros centros superiores, como el conservatorio. Así que aporta diversidad, nivel y un centro donde investigar y profundizar en la música.
Desde mi punto de vista, cuantos más haya y con enfoques más diferentes, mejor.
La institución apenas es conocida en la sociedad más allá de la gente del sector. ¿Dónde está el problema?
No creo que haya mucho problema, más allá del hecho de que es una universidad y llega a donde llega, a la gente a la que le interesa la música desde esa perspectiva del estudio y la especialización.
¿Cuáles son los retos de la Berklee a corto plazo según tu punto de vista?
Todas las artes escénicas tienen muchos retos por delante. De entrada, faltan espacios de representación, donde hacer audiciones, conciertos, etc. En ese sentido, Berklee tiene el reto de seguir creciendo y encontrando esos espacios de representación, que también son el punto de conexión con la sociedad.
Además de la enseñanza y la grabación en estudio, ¿en qué otros proyectos andas involucrada?
Colaboro con otros grupos, como AGR, también con la narradora oral Eva Andújar, y el pianista Ricardo Belda, en un proyecto que mezcla la narración y el jazz.
¿Tienes conciertos cerrados que nos puedas adelantar para el mes de mayo y también para el verano?
De momento no están cerrados. Hay que acabar el disco primero y luego todo se irá viendo.
«Ahora mismo se programa menos música en salas culturales y se hacen más festivales»
Para ti, ¿cuál de tus discos supuso un punto de inflexión en tu carrera?
Sin duda fue el disco ‘Celebrating Cole Porter’. Ahí me arriesgué mucho, dejando todo por poder marchar a la ciudad de Nueva York a grabar. Yo no sabía ni con quién ni dónde iba a hacerlo, pero allá que me fui, rehipotecando mi casa.
El resultado musical y profesional fue muy bueno, así que me alegro mucho de haberme arriesgado tanto en su día. La crítica y los programadores, además, acogieron muy bien el disco.
¿En qué piensas que ha cambiado tu estilo desde que empezaste tu carrera musical?
Creo que lo básico se mantiene, el timbre o cosas esenciales de estilo. Canto hace más de treinta años, así que espero decir las cosas desde perspectivas distintas; ni mejores ni peores, simplemente hacerlo desde ángulos diferentes.
¿Y el disco que escuchaste que cambió tu vida?
En mi caso fue un cúmulo de discos que me trajeron aquí. Pero bueno, por elegir uno, diría que el directo de Ella Fitzgerald en Berlín me impactó muchísimo.
¿Cuál es tu opinión de los concursos musicales de la televisión? ¿Sigues alguno?
Seguí alguno cuando empezaron. Sentí mucha curiosidad y me alegré de escuchar a gente cantando en directo en la televisión. Hoy en día no la veo, y mucho menos concursos. Digamos que no comulgo mucho con ese espíritu a estas alturas de mi vida.
El cantar en otros idiomas, ¿qué nivel de dificultad tiene?
Mucha dificultad, sobre todo el tratar de ser capaz de transmitir un mensaje con profundidad. Lo de la pronunciación es cosa de mucha práctica.
«Este género musical requiere estudio, escucharlo y costumbre, pero no creo que sea para intelectuales»
¿En qué soporte sueles escuchar música?
Habitualmente escucho música en formato CD en el coche y en casa. Sin embargo, cuando estoy en el resto de sitios, ahí utilizo más el móvil y los cascos.
¿Crees que la gente escucha por pagar música en casa?
Supongo que me estás preguntando si pagan por escuchar música. No lo sé, yo sí que lo hago. Si la gente no paga nada, no lo quiero saber.
Lo indefendible es agotador: el «todo gratis» del que tanto se habla y se discute. Tampoco comulgo con eso, francamente. La creación se defiende desde muchas perspectivas. Entre otras, que los creadores no viven gratis, pagan cosas.
¿Una cantante vive hoy en día más de los conciertos que de las ventas de sus propios discos?
Según el circuito en el que se encuentre. En la música vinculada a la cultura todos los músicos viven más del directo. Sin embargo, hay músicas más comerciales en las que pueden vivir de ventas, reproducciones en redes sociales, etc.
«Berklee aporta diversidad, nivel y un centro donde investigar y profundizar en la música»
¿Qué opinas del vinilo, del ‘revival’ que está experimentando este formato?
Aquel sonido del vinilo lo echo de menos. Se trata de un formato que se ha puesto de moda de nuevo, muy ‘vintage’. A mí personalmente me gusta mucho.
¿Dirías que faltan salas de conciertos en València… o más bien que sobran?
Siempre hacen falta salas de música. Tanto salas de pequeño formato, como auditorios medianos. Vamos muy faltos de espacios y, sobre todo, de espacios con apoyo, pues hay necesidad tanto de permisos como de financiación.