Entrevista > David Guardiola / Concejal de Fiestas (Elda, 13-mayo-1970)
Los días más esperados en Elda están a punto de llegar, aunque en esta ocasión lo hacen con dos semanas de retraso “por diversas razones”. Así, nuestras divertidas, emotivas y anheladas Fiestas de Moros y Cristianos -declaradas de Interés Turístico Nacional- se celebrarán del 13 al 17 de junio para conmemorar un año más la figura de San Antón.
El concejal de Fiestas, David Guardiola, festero de pro, nos detalla la previsión, “muy buena”, y los que son los momentos más emotivos, “dentro de una fiesta que sirve para unirnos un poco más y en la que todos somos partícipes”.
El miércoles 12 de junio por la noche tendrá lugar el pregón a cargo de Elia Barceló, autora entre otras muchas obras de ‘Las largas sombras’ (popular ahora por una recomendable serie). El jueves comenzará la fiesta, “oficialmente tras la Entrada de Bandas, siendo entonces el acto de arranque”. “Uno de los objetivos de la fiesta en los últimos años ha sido popularizarla, que sea accesible para todos”, remarca el dirigente, miembro destacado de la comparsa Contrabandistas.
¿Cómo se presentan las fiestas?
¡Muy bien! Este año parece que tenemos que esperar un poquito más, por diversas circunstancias, aunque es algo que ya tenemos asumido. Si el primer domingo de junio está ocupado, debemos pasar al segundo y así sucesivamente; en 2024 tenemos el Corpus Christi y las elecciones europeas. Las fiestas, por lo tanto, se celebrarán del 13 al 17 de junio.
Llevamos ya mucho tiempo trabajando con la Junta Central de Moros y Cristianos y está todo prácticamente cerrado, quedando apenas los flecos de última hora. En el municipio ya están las luces puestas, la previsión de montar las tribunas, y las comparsas y comercios están finalizando los detalles para tener sus indumentarias y trajes festeros.
¿Cuáles son los momentos más esperados?
Cuento con una extensa historia festera, al ser presidente de la Mayordomía de San Antón hasta hace poco, un año, y para mí hay tres momentos especiales. El primero es la Entrada de Bandas, que es el pistoletazo de salida de las fiestas y tiene un encanto diferente por todas las emociones que se juntan esa tarde.
Se trata de un acto supermasivo que, como concejal de Fiestas, sufro, porque hay mucha gente y la seguridad es determinante. Será el jueves 13 de junio, a partir de las ocho de la tarde, cuando empiezan a llegar las bandas a la plaza de la Constitución.
«San Antón es el cemento de nuestras fiestas, el que une a los festeros»
¿Qué sucede en ese instante?
La última en entrar en la plaza es la Banda de Música Santa Cecilia, la decana entre las nuestras, para interpretar entre todas el pasodoble ‘Idella’. Es una imagen emblemática y única en Elda: una sola voz, un solo corazón y sabemos todo lo que lleva detrás, que nos evoca a las fiestas y las expectativas que tenemos.
¿Y los otros dos?
Cuando sale San Antón de la ermita, el día 14, Viernes de Moros. Es muy importante también por mi historia personal, pues pienso que San Antón es el cemento de nuestras fiestas, el que hace que todos los festeros -de cualquier comparsa- nos unamos en las emociones.
Por último, el instante de terminar las fiestas, el lunes 17. Se guarda el estatuto de San Antón y nos damos cuenta de que todo ha finalizado; para uno que ha estado en la Junta Central se experimentan entonces muchas emociones, en el sentido del trabajo bien hecho y de la experiencia vivida en los cinco días de fiesta.
«Este año se celebran dos semanas más tarde por el Corpus Christi y las elecciones europeas»
¿Cómo es el día de los Alardos?
Hay dos momentos de Alardos: el sábado por la mañana -a partir de las 10 horas- y durante la Embajada, la conquista mora, a las 12. El lunes se produce el Alardo del Cristiano al Moro, porque ‘casualmente’ el castillo volverá a ser reconquistado.
Tanto el Alardo como la Embajada son dos actos festeros que se han estado cuidando muchísimo. Este año se cumplen veinticinco años del Castillo de Embajadas, y ha pasado tiempo desde que se cambió la ubicación de los Alardos, antes en el viejo campo de fútbol.
Es un momento muy íntimo para muchos.
Por supuesto. Nunca he disparado, porque no me gusta la pólvora, pero sí verlo -a distancia y con tapones- y entiendo perfectamente cómo disfrutan; tiene su punto de levitación e introspección, aislado, en tu mundo interior.
¿Cuántas personas desfilan en la Entrada?
Se calcula que unas 7.000 desfilarán activamente por nuestras calles. Son muchas personas, y hay que moverlas, coordinarlas, con orden y seguridad, para que todos disfruten. Sin duda, hay mucho trabajo detrás de las Fiestas de Moros y Cristianos.
«Destaco tres momentos: la Entrada de Bandas, la Salida de San Antón y el propio final de las fiestas»
¿Quién va a dar el pregón?
La escritora Elia Barceló, que es hija predilecta de Elda y se va a desplazar desde Innsbruck (Austria), donde reside. Hace ya muchos años que no vive en nuestra localidad, pero mucha de su literatura hace guiños a Elda, como es el caso de ‘Las largas sombras’. Sé que últimamente viene más, porque antes era profesora en la ciudad alpina y se jubiló hace unos años. Muestra un vínculo muy grande con Elda, como demostrará en su discurso el miércoles 12 por la noche.
Tengo unas expectativas muy altas, pues pienso que va a ser muy emocionante, porque es una persona que, aparte de escribir muy bien, sabe comunicar de un modo excelente. Va a ser muy bonito ese momento; su pregón seguro que va más allá de lo local, desde un punto de vista objetivo y subjetivo de cómo es Elda y sus fiestas.
¿Cuánto ha cambiado la fiesta en los últimos años?
Se ha acercado mucho más al público. Desde hace años es una fiesta muy popular en Elda, en la que cualquiera se siente acogido. Hay dos aspectos, en ese sentido, que es la indumentaria y el traje festero -que es accesible a todos-, porque vienes con amigos y estos se acaban vistiendo. Además, en Elda todos van vestidos de festeros o llevan elementos festeros en su vestimenta. Eso hace muy popular a la fiesta.
Del mismo modo, las actividades que organiza la Junta Central de Fiestas se llevan a cabo en espacios al aire libre, en los que todos pueden participar. Llevar el Alardo al centro de la ciudad también ha ayudado a que haya una mayor vinculación, debido a que antes no se vivía de la misma manera.
«Tanto el Alardo como el acto de las Embajadas se han estado cuidando muchísimo en los últimos años»
¿Era mucho más anecdótico?
Exacto, tanto al Alardo como a las Embajadas se le ha dado mucho más valor. De hecho, en Elda siempre hemos tenido embajadores con mucho estilo teatral y gran capacidad de declamar, aunque lo que era el acto en sí no estaba tan cuidado. Ahora hay una lucha de esgrima que preparan a lo largo de todo el año, para darle la espectacularidad que requiere.
¿Disfrutan incluso los que no se visten de festero?
Por supuesto. Por poner un ejemplo, tengo amigos que viven fuera y no pueden llegar a Elda hasta el viernes por la noche. No se han vestido de festeros todavía, lógicamente, y se cruzan con otros que les preguntan “¿cómo que no te has vestido?”. En Elda, en ese sentido, el que no se viste llama la atención; te integras vistiéndote de festero.
El traje tiene un encanto especial, porque el hecho de ir todos vestidos más o menos parecidos nos hace a todos iguales, seas de la comparsa que seas. Se produce una cercanía muy intensa.
«Se calcula que desfilarán unas 7.000 personas, a las que hay que organizar y movilizar con seguridad»
¿Llega mucha gente de los pueblos cercanos?
Muchísima. Además, poco antes han sido las de Petrer y Salinas y muchos de nuestros vecinos se han desplazado hasta allí a disfrutarlas. Con Petrer especialmente se comparten muchos festeros.
La ciudad está hasta arriba de gente y es difícil calcular cuántos acuden, pero Elda está muy bonita esas jornadas -no se puede apenas caminar, sobre todo el sábado- con tantas ganas de pasarlo bien, de unirnos, de disfrutar…
Hablemos del concurso de carteles.
Ha ido muy bien, con triunfo este año de una eldense, Beatriz Marín Urban. En Elda desde hace tiempo se apostó por este concurso; participan artistas y diseñadores de casi toda España y la dotación es importante. El jurado, asimismo, es profesional y tiene un destacado criterio a la hora de elegir el ganador.
¿Cómo se desarrolló el Certamen de la Música?
Fue espectacular, en el majestuoso Teatro Castelar, el pasado 25 de mayo. El XXVII Certamen de Música Festera, organizado por el ayuntamiento, es igualmente una apuesta por este tipo de música, porque en Elda hay tres hitos: San Antón, la pólvora y la música.
Se presentó una obra nueva, titulada ‘Pregón de Elda’, interpretada por las tres bandas participantes: Societat Unió Musical La Canyada, Unión Musical Llanera de Ranes y Cercle Musical Primitiva d’Albaida. Este tipo de certámenes ayudan también a evolucionar la música en la fiesta, porque, como es evidente, sin música no hay fiesta.
«La fiesta se ha hecho muy popular, fundamentada en la indumentaria y los trajes, accesibles a todos»
¿Cuál es la relación del ayuntamiento con las diferentes comparsas?
Excelente. Lo he vivido desde ambos lados y siempre ha sido muy buena. El consistorio subvenciona gran parte del presupuesto de la fiesta, los festeros también aportan, obviamente, y, en el buen sentido, estamos obligados a entendernos.
Es una fiesta muy grande en Elda, aborda a toda la ciudad, y sin el ayuntamiento tampoco podría ser lo que es. Precisa de todos los servicios públicos que se ponen a disposición -que son numerosísimos, sin duda- entre seguridad, cuadrillas de limpieza, mantenimiento… Se recogen alrededor de seiscientas toneladas de basura.
¿De qué modo se recuerdan esos dos años sin fiestas?
En aquellos momentos no paramos de intentar inventar cosas para que las fiestas se mantuvieran vivas, a pesar de que no podíamos juntarnos. Se crearon, por ejemplo, infinidad de lemas, aunque está claro que la fiesta es el encuentro entre la gente.
La pandemia hizo daño, claro; hubo el que le cogió miedo y tuvo que dejar la fiesta, muchos otros fallecieron… Pero la fiesta es capaz de sobrepasar todo eso, porque es un escape social y son las jornadas más esperadas del año.