La Asociación de Personas con Alzheimer y otras Demencias de Crevillent (Creviafa) ya cuenta con su propia sede después de largos años de reivindicación. Dicho local está ubicado en el número 5 de la calle Alarico López Teruel y fue inaugurado el pasado abril.
Este colectivo se originó en 2018 a iniciativa de un grupo de familiares de enfermos de alzhéimer, que estaban participando en un programa organizado por Ayuntamiento, con el fin de frenar el progreso de su patología.
“Nos dimos cuenta que esta terapia estaba siendo muy beneficiosa para nuestros familiares, al mismo tiempo que a nosotros como cuidadores nos suponía un desahogo. Sin embargo apenas cubría un par de horas por la mañana. Por eso fueron los propios profesionales quienes nos animaron a asociarnos para poder ampliar horarios” nos cuenta Mari Carmen Asencio, presidenta de Creviafa.
Demandando un local propio
Así pues la nueva asociación organizó nuevos talleres por la tarde y el Ayuntamiento les cedió un espacio en el centro de mayores del Parc Nou. Sin embargo este emplazamiento pronto se les quedó muy pequeño.
“Aquí apenas podíamos tener unas ocho o nueve personas. Esto nos generó una lista de espera enorme. Actualmente se calcula que hay unos 900 residentes en Crevillent que padecen alzhéimer” nos comenta Eva Galvañ, vicepresidenta del colectivo.
Por esto el colectivo comenzó una larga e infructuosa travesía de conversaciones con el Ayuntamiento para demandar que se les cediera un local propio. “Hemos pasado por dos cambios de gobierno más una pandemia. Nos decían que si no había dinero, que si tenían otras prioridades, que si la covid… Y cada vez que parecía que por fin avanzábamos, de repente entraban nuevos políticos y nos tocaba empezar de nuevo” nos cuentan sin disimular su desesperación.
Los 150.000 euros de la reforma del local han sido financiados íntegramente por Cárnicas Ortolá
Financiación privada
Sin embargo hace apenas un año apareció un mirlo blanco. Se trata de la empresa Cárnicas Ortolá, regentada por Enrique Ortolá, que se comprometió a financiar una reforma de 150.000 euros para adaptar el citado local de Alarico López Teruel a esta actividad.
“Llegó un momento en el que nos dimos cuenta que el camino político era la historia interminable, así que buscamos inversión privada. Enrique Ortolá es un empresario de éxito que colabora con muchas entidades del pueblo” nos cuentan.
Y sin pretender echarnos más flores de las debidas, hemos de señalar que nuestro periódico también ha aportado su granito de arena en este feliz desenlace. “Fue precisamente en la presentación de vuestro libro ‘AQUÍ nuestra historia’ que se realizó en la Casa de la Cultura donde yo conocí a José Ángel Asencio (expresidente de la Asociación de Moros y Cristianos), quien nos puso en contacto con Enrique” nos relata Galvañ.
«Actualmente se calcula que hay unos 900 residentes en Crevillent que padecen alzhéimer» E. Galvañ
Ampliación del servicio
Ya en su nuevo local Creviafa ha pasado a tratar a veinte usuarios en la actualidad. Cabe añadir que ahora no están todos juntos realizando los mismos ejercicios terapéuticos, sino que han podido dividirlos en tres grupos según lo avanzada que se encuentre su enfermedad. Asimismo están desarrollando dichas actividades de lunes a viernes, mientras que anteriormente se limitaban a tres días semanales.
Para hacer posible abarcar a todos estos nuevos horarios y personas, también se ha incrementado el número de profesionales contratados, pasando de cuatro a nueve.
Igualmente Creviafa tiene un convenio firmado con Labora para acoger a auxiliares de enfermería en prácticas, así como algunos voluntarios acuden hasta aquí para ayudar, e incluso artistas o cantantes para realizar actuaciones.
Desde la asociación se ha pasado de atender 8 usuarios a 20
Futuras acciones
El próximo objetivo de Creviafa es llegar a treinta usuarios, creando además un cuarto grupo para personas cuya enfermedad está en una fase todavía muy precoz. Del mismo modo la asociación quiere ampliar los horarios a la mañana, ofrecer comedor, crear un huerto en el patio trasero y habilitar un servicio de transporte para ayudar a las familias.
“Estamos muy ilusionados porque ahora por fin podemos crecer. Lo que nos motiva aquí es poder ayudar a la gente. Esto es algo que Crevillent necesita, ya que no disponemos de un centro de día para personas con alzhéimer como sí existen en otras localidades” nos comenta Asencio.
Evidentemente para poner en marcha todos estos proyectos se necesita de mayor financiación. Si bien la asociación recibe algunas subvenciones públicas, con estas ayudas no cubren ni para abonar los 20.000 euros anuales que les cuesta el alquiler y mantenimiento de su nuevo local.
Quien quiera ayudarles puede hacerse socio de la organización por la módica cantidad de 35 euros al año. Su página web es creviafa.es
Retrasar la enfermedad
El alzhéimer es una enfermedad mental degenerativa y por desgracia no se ha descubierto todavía una cura. No obstante está comprobado que con ejercicios constantes de estimulación física y cognitiva se puede retrasar considerablemente su avance. Esto supone gozar de una mayor calidad de vida durante más tiempo.
“Mi madre lleva diecisiete años desde que le detectamos alzhéimer e incluso hay quien llega a las dos décadas. La clave es que no se quede en un sillón, sino que tenga una rutina como es venir aquí para socializar con personas que están en la misma situación. Os aseguro que ha sido la etapa más feliz de su vida. Así ellos tienen una motivación para seguir viviendo, y de paso nos supone una descarga a los cuidadores” nos señala Asencio.
De igual modo en Creviafa se organizan reuniones de asesoramiento para los familiares, e incluso cuentan con un psicólogo para enseñarles a sobrellevar mejor esta delicada situación.
Desde la asociación nos aseguran que, a pesar de disponer ya de este local, seguirán reivindicando la apertura de un centro de día en Crevillent especializado para enfermos de alzhéimer que suponga la creación de muchas más plazas.