Entrevista > Josué Cerdán / Fundador de Elche Singular (Elche, 15-mayo-1973)
Descubrir el patrimonio cultural de una ciudad es crucial para conectar a sus habitantes con su historia y sus tradiciones. Te ayuda a entender de dónde vienes y a sentirte parte de tu municipio.
Aprender sobre tu patrimonio es también educativo, y te permite apreciar la diversidad, y fomenta el respeto entre diferentes culturas. En definitiva, conocer y cuidar el patrimonio cultural hace que tu ciudad sea un lugar mejor para todos.
Conocer nuestra historia
Josué Cerdán es maestro. Un día dando clases para adultos les propuso hablar de la Calahorra, y se dio cuenta de que la mayoría no conocía su historia. Otro día hablando con unos amigos le dijeron que se iban con unos familiares a pasar el día a Alicante, porque en Elche no había nada que ver, y fue el detonante para plantearse que tenía que hacer algo.
Así nació hace diez años Elche Singular como proyecto de divulgación cultural a través de rutas por diferentes localizaciones de interés. Poco a poco se fue corriendo la voz a través de una página en Facebook, que es seguida en la actualidad por casi seis mil personas, y fueron formándose pequeños grupos.
A día de hoy tiene su propia web y hay largas listas de espera para participar en estas interesantes rutas.
Para ti, ¿qué es Elche Singular?
Elche Singular es un proyecto personal, y he logrado hacer un grupo que ya se ha convertido en habitual, y pretendo que sea un elemento dinamizador. Comenzamos por hacer rutas por la ciudad para poder llegar más a la gente y despertar su interés. Dentro de este colectivo me encontré por ejemplo con dos personas que estaban investigando sobre las torres vigía en Elche (Pedro Jover y Jerónimo Campello), que han escrito un libro sobre la Calahorra que nació a raíz de Elche Singular.
Esto demuestra que hay mucha gente con interés en conocer su patrimonio cultural, y por eso lo que comenzó siendo un grupo de unas cuantas personas, ahora cuenta con lista de espera para poder participar.
«Queremos además convertirnos en un reclamo turístico que beneficie a la ciudad»
¿En qué se basa tu propuesta y cuál es su funcionamiento?
El proyecto está basado en mi propia curiosidad de ir investigando, e ir transmitiéndolo a los demás. Cada actividad se prolonga durante varios meses para dar cabida a toda la gente posible. Por ejemplo, acabamos de terminar una actividad a la que hemos llamado ‘La ruta de los molinos’. Comenzábamos en el Molí del Real, y acabábamos en el puente del Bimil·lenari. Algunos de esos molinos se han ido transformando con el tiempo en fábricas, como la de los Ferrández.
La ruta recorre más de diez molinos, que hasta ese momento habían pasado inadvertidos por la mayoría de las personas que asistieron. Tuvimos que formar más de seis grupos de unas cuarenta personas en diferentes fechas, y aun así hubo gente que se quedó sin poder asistir.
¿Cuál es la ruta que estáis haciendo ahora?
Ahora estamos en la ruta Curtidores. Comenzamos en la calle Curtidores y recorremos los huertos del sur del palmeral al atardecer, que es cuando tenemos la mejor luz para visitar el palmeral, y además no hace tanto calor teniendo en cuenta las fechas en las que ya estamos.
A continuación, haremos la ruta del barrio del Corazón de Jesús, que tiene una historia muy curiosa. Un barrio que en su origen fue una finca, la de los Torreros, cuyo dueño tenía diez hijos. Creó el barrio en sus inicios haciendo diez casas, una para cada hijo, y fue como comenzó a formarse el barrio.
«Estamos estudiando la posibilidad de constituirnos como fundación»
¿Qué destacarías del trabajo que estáis realizando este año?
Hemos escogido dos temáticas muy importantes sobre nuestro territorio con conocimiento teórico y práctico. Por un lado, hemos conocido nuestro patrimonio hidráulico. La búsqueda de agua para consumo humano y para el campo ha sido siempre vital para el desarrollo de nuestro territorio.
Después del verano ahondaremos en el barrio del Puente Nuevo. A partir de 1913, Elche tuvo un nuevo puente, el de Canalejas. Esto propició la expansión de la ciudad más arriba del arrabal de Santa Teresa, lo que en la actualidad conocemos como el barrio del Corazón de Jesús.
Se cumplen diez años de Elche Singular. ¿Qué te gustaría destacar?
Este podríamos decir que es el año de la consolidación. Estamos estudiando la posibilidad de constituirnos como fundación. De esta manera podemos mejorar y ampliar nuestros objetivos. Colaboramos con el instituto Juan Gil Albert, y con la Universidad Miguel Hernández, y hay proyectos muy interesantes que queremos poner en marcha.
Queremos además convertirnos en un reclamo turístico que beneficie a la ciudad, y que atraiga no solo a los ilicitanos, sino a turistas que tengan de esta manera más alicientes para visitarnos.
«Comencé por hacer rutas por la ciudad para poder llegar más a la gente y despertar su interés»
¿A nivel institucional crees que este ayuntamiento apuesta por nuestro patrimonio cultural?
Esta última corporación está haciendo muchas cosas. Por ejemplo, la recuperación de la Torre de los Vaillo, o la Casa Museo de l’Hort dels Pontos, o la cesión de la Casa de la Virgen para su restauración; y por fin se ha reabierto el museo de la plaza del Raval. Por lo tanto, veo que van en muy buena dirección.
¿Como docente crees que se debería tener en cuenta la didáctica del patrimonio?
Siempre lo he dicho. En los colegios debería haber una asignatura transversal sobre patrimonio. Elche Singular tiene precisamente un proyecto en ese sentido, que queremos poner en marcha para el próximo curso.