Entrevista > Jaqueline Ricci / Copiloto de rallies (Mar del Plata, Argentina, 8-enero-1991)
Aunque de abuelos villenenses y vecina de la ciudad desde los nueve años, como buena argentina de cuna, Jaqueline posee una conversación fluida y envolvente en la que denota que su pasión por el motor le viene de casa.
Un sentimiento que desde hace unos años ha inundado también su trabajo, tanto en la gestión de un taller mecánico, como de proyectos deportivos relacionados con la comunicación digital y el marketing. Jaqueline nos descubre el mundo de las cuatro ruedas y nos confiesa que está pendiente de estrenar su nuevo coche.
¿Cómo te llegó el gusanillo por el mundo del motor?
Creo que desde que tengo uso de razón. Soy hija, nieta y sobrina de mecánico, además mi padre ha sido siempre un gran aficionado a las carreras y al mundo Off Road.
«Hoy en día la mecánica es mi nueva pasión, las carreras mi complemento y el motor mi vida»
Tu afición también se ha convertido en tu trabajo…
Es algo complicado. Soy graduada en Finanzas y Contabilidad y posteriormente hice un máster en Marketing y Medios Digitales, a lo cual me dedico desde 2018. El 90% de los trabajos que me salen giran en torno al mundo del motor, desde la gestión de redes sociales a campañas de marketing, organización de eventos o diseño.
Paralelamente decidí formarme en el mundo de la competición Off Road, la cual me brindó la oportunidad deportiva como copiloto. Y hoy en día la mecánica es mi nueva pasión, las carreras mi complemento y el motor mi vida.
¿Qué es ‘We are Moka’?
Mi padre, socio del taller Julio Tomás Competición, recibió a los 58 años la incapacidad por Parkinson. Se abrió la oportunidad de seguir adelante con el negocio y me envalentoné, gracias al apoyo de mi familia y de los trabajadores que continuaron conmigo. We Are Moka somos todos; somos el equipo, la esencia, las personas y el objetivo de este taller.
Define la labor de un copiloto en un rally.
Es apasionante, de gran responsabilidad y muy gratificante. Desde que comencé mi formación siempre quise ser piloto, hasta que descubrí esta labor a la que me enganché muy fuerte. En nuestra modalidad de Rally Raid, a diferencia de los rallies convencionales, el recorrido es desconocido.
Navegamos con un ‘road book’ aportado pocos minutos antes de la etapa, lo que nos convierte en auténticos navegantes. Tenemos que interpretar lo mejor y más rápido posible las notas para guiar a nuestro piloto.
«Desde que comencé mi formación siempre quise ser piloto, hasta que descubrí esta labor de copiloto»
Competir en rallies te lleva a vivir situaciones límite física y psicológicamente, ¿cuál es el momento más duro que has vivido dentro de un coche?
Competimos en un vehículo abierto y una prueba que me marcó fue el Rally TT de Cuenca en 2019. Las lluvias y el frío llevaron al extremo mi cuerpo, mi mente y mis ojos. Nunca había visto caer tanta agua y barro de forma continuada.
Estaba temblando, no notaba las manos para agarrar el ‘road book’ y no veía prácticamente nada. Muchos equipos se perdieron por navegación o abandonaron por hipotermia o accidentes; nosotros logramos terminar después de tres días durísimos, con náuseas, y ganar el rally en categoría absoluta.
La tercera pata del equipo VM Competición es vuestro coche ‘Ordaz’, de fabricación propia, ¿cómo se construye un coche de rallies?
Es un proyecto alucinante. Un equipo valenciano que fabrica sus propios vehículos y ahora mismo van a por el quinto, todo a base de inversión de tiempo y dinero. Se construyen de forma muy cuidadosa, según la reglamentación de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). El mérito de este equipo es todo este proceso: desde el pensamiento, la creación, la homologación, la matriculación y terminar viéndolo en pista.
¿Es muy caro poder competir en este deporte?
Mucho. Tanto por los vehículos como por todo el equipamiento de seguridad, que debe estar correctamente homologado y al día. Inscripciones, desplazamientos, averías, reposición de material… por eso es tan importante el apoyo a los deportistas en esta modalidad.
«No somos iguales, pero tenemos la suerte de hacer un deporte en el que podemos competir en igualdad»
El mundo del motor ha sido históricamente muy masculino, ¿qué tal te acogieron siendo una mujer y tan joven?
Estoy encantada. Creo que es una parte más del reto, pues siempre he sido muy clara: no somos iguales, ni lo seremos jamás, pero tenemos la suerte de hacer un deporte en el que podemos competir en igualdad, y esto me enorgullece. Debemos fomentar la participación femenina, es una cuestión de educación y oportunidades.
¿Está en el horizonte competir en el París Dakar?
Es el sueño de todo aficionado a este mundo. De hecho, mi mascota se llamaba Dakar. Es la meta a alcanzar, la prueba más dura y el reto más potente. Si he alcanzado algunos sueños, ¿por qué no alcanzar alguno más?
¿Qué proyectos de futuro tiene entre manos Jaqueline Ricci?
En primer lugar, asentar las bases de mi proyecto empresarial: estoy estudiando mecánica y gestión de talleres.
A nivel deportivo, estamos a la espera de terminar el nuevo coche, que estamos deseando estrenar. Pero al no tener una fecha concreta, no tenemos claro ni cuándo ni en qué campeonato lo estrenaremos; si será a nivel nacional o seguiremos a nivel internacional como hasta ahora.