Que se desmayen los puristas y griten los foguerers de pro, pero lo cierto es que en 1928, el mismo año de la creación de las Fogueres de Sant Joan o, al principio, de San Chuan, a la compañía pionera local Films Photo-Estudios Fotográficos de Alicante se le ocurre rodar un documental con el título de ‘Las Fallas de Alicante’. Bien es cierto que las enciclopedias han pulido el asunto retitulándolo en sus referencias como ‘Les Fogueres’.
Bueno, las cosas son como son; hubo cine foguerer, por filiación, o fogueril, por temática, desde el principio, aunque, al contrario que en las más veteranas Fallas valencianas, donde ya tienen asumidos conceptos como la inclusividad étnica, caso de ‘Dystopia’ (2023) de Samuel Sebastián, o una Fallera Mayor travesti, tal que en el corto ‘La fallera mecánica’ (1974) de Lluís Fernández, en las Fogueres, todo es más preceptivo.
Las cintas pioneras
¿Y qué más normativo que un documental? Como el de las ‘Fallas alicantinas’, que así se denominarán al principio en el ámbito más popular, a pesar de que el propio promotor de los festejos, José María Py (1881-1932), escribe en el periódico ‘La voz de Levante’, en marzo del fundacional 1928, un artículo titulado ‘Les Falles de San Chusep en Valencia y les fogueres de San Chuan en Alacant’.
La película había sido oficialmente un encargo, a su propia compañía, por cierto, ya que consta como creador de Films Photo, por parte de Ricardo Pérez Lassaletta, abogado (de hecho, decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Alicante entre 1944-1948, aunque hoy su biografía se nos muestre esquiva). Bien, en esos catorce minutos mudos y en blanco y negro nos muestran algunas curiosidades.
En el año fundacional 1928 se estrena ‘Las Fallas de Alicante’
Dos documentales
Por ejemplo, nos enteramos de que los primeros monumentos llevan elementos móviles, gracias a Miguel Castelló Agulló (del que al menos se sabe que nació en la argelina Tenes), mecánico en una fábrica de conservas y -su ligazón con los recién nacidos festejos- padre de Gastón Castelló (1903-1986), escultor, grabador, pintor y constructor de hogueras, a quien se tiene por creador de los monumentos fogueriles.
Al año siguiente, tocará un nuevo documental foguerer, esta vez gracias a Pascual Orts, empresario y concejal republicano también de ignota biografía completa, fundador de la firma Cinematográfica Alicantina. ‘Les Fogueres de San Chuan’ (1929), estrenada el 14 de agosto de ese año en el coso taurino de la ciudad, marcará, sin embargo, un paréntesis fílmico solo interrumpido por destellos creativos aislados.
Las primeras hogueras llevan elementos móviles del padre de Gastón Castelló
Noticieros y presentaciones
Así, ‘Hogueras de San Juan’ (1966), obra de Pascual Muñoz (1936-1971), cámara del ‘NO-DO’ (el noticiero cinematográfico durante el franquismo) y uno de los nombres grandes del celuloide propio. Las fiestas autóctonas no parecen inspirar mucho a nuestros cineastas, tanto en el ámbito más amplio de la Comunitat Valenciana como el de la provincia alicantina, con alguna excepción sobre Moros o Cristianos, o sobre el Misteri d’Elx.
Siguen, pues, aparcados proyectos como el largo ‘Corazón de papel’ de Rafael Sabater. No obstante, aún podemos recoger perlas, como ‘Una de piratas’, un cortometraje de Javier Cabrera destinado a servir, el 30 de abril de 1988, de fílmico complemento para la elección de la Bellea del distrito fundacional de plaza de Ruperto Chapí. Es decir, en el fondo una película más acercada a las Fogueres que de la propia fiesta en sí.
Hubo cine foguerer, por filiación, o fogueril, por temática, desde el principio
Personalidades invitadas
¿Y en cuanto a temas subsidiarios? Gastón Castelló, gracias a José Ramón Clemente (1912-2012), abogado, cineasta (pionero en el cine alicantino) y gran amigo suyo, intervino en varias cintas (de hecho, todas ellas, como veremos, están ligadas precisamente a Clemente). Como la surrealista ‘El hombre que pescó su sueño’ (1932), escrita y dirigida por el cineasta, y la película de argumento alicantina más antigua conservada.
El estreno de esta, que se dará en 1935 en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Alicante, se acompañó de un documental del propio Clemente, rodado desde 1932, a propósito de las entonces Fogueres de San Chuan. Castelló actuaba de cicerone, acompañado de figuras de la época como el historiador Rafael Altamira (1866-1951), el abogado José Guardiola y Ortiz (1872-1946), y el político Lorenzo Carbonell (1883-1968), alcalde desde 1931 a 1934.
Como en casa
También intervino en ‘Divertimentos y fantasías sobre tableros de ajedrez’ (1980), mediometraje de argumento obra de Clemente, junto a, entre otros, el alicantino Amando Beltrán (1953-1999), actor fetiche del realizador valenciano Carles Mira (1947-1993). Y ya en su ocaso vital, fue la figura principal del documental ‘Gastón Castelló, fuego y sombra’ (1986), de Domingo Rodes y Javier Blasco, sobre guion de Clemente.
Alegremos el anecdotario señalando que Gastón Castelló acudiría al estreno del film, el 19 de junio de 1986 en el Aula de Cultura de la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo (en la misma zona donde vivía), literalmente en batín y zapatillas, ya que aseguraba que allí se sentía como en casa. Como en su creación, por lo artístico, de las Fogueres. Que, eso sí, aún esperan su película.