Entrevista > María Torres / Presidenta de la AVV Tamarit-Playa Lisa (Sabiote, Jaén, 11-septiembre-1969)
Del jueves 4 al domingo 7 de julio el barrio de Tamarit-Playa Lisa celebrará sus fiestas populares. Durante estos días tendremos un programa de eventos bastante cargado con conciertos de música, espectáculos de magia, actuaciones de baile, funciones de teatro infantil, etc. Por supuesto tampoco faltará la tradicional romería a la Virgen del Rocío y el pasacalles ‘Fiesta del agua y fruta’.
Estos festejos nacieron hacia 2008 a iniciativa de la propia asociación de vecinos, que se había constituido en el barrio unos pocos años antes. Al principio se celebraban en abril y tenían un carácter muy andaluz. Sin embargo con el paso de los años han ido evolucionando como unas fiestas con carácter propio, y se han consolidado en el verano santapolero. Aprovechamos la ocasión para hablar con María Torres, quien reside en el barrio desde hace veintiún años y lleva una década presidiendo el colectivo.
¿Qué dirías que tienen de especiales las fiestas de tu barrio?
Son unas fiestas que organizamos un grupo de personas de la asociación con el fin de que nuestros vecinos, y la gente venida de fuera, tengan unos días de música, diversión, color y atracciones para niños. Para nosotros son además una culminación de los talleres que realizamos durante todo el año.
De hecho el programa del jueves 4 son básicamente actuaciones que protagonizáis los propios vecinos, como un concierto de guitarras, baile de salón, sevillanas…
Sí. El día inaugural se le da protagonismo a las actividades que se realizan en la asociación. Estas personas están ensayando durante todo el año para luego mostrárselo a los vecinos.
«El pasacalles del agua y la fruta es todavía más divertido para los mayores que para los niños»
Este año el pregonero será Fernando Vidal Rubio. ¿De quién se trata?
Es el vicepresidente de la asociación y una persona muy querida en el barrio. Estuvo veraneando en Santa Pola durante 53 años hasta que se mudó definitivamente aquí cuando se jubiló. Ha sido visitador médico y tiene un gran don de palabra, haciendo siempre bromas.
Ahora, por desgracia, lo tenemos malito y le operan del corazón el día 1. Así que finalmente el pregón lo leerá en su lugar una persona muy querida por él.
Otro momento muy destacado de vuestras fiestas es el pasacalles de agua y fruta del sábado. Para quien no lo conozca aún, ¿en qué consiste?
Ese día convocamos a niños y mayores. Salimos con carros, pistolas y cubos de agua. De esta forma, y al son de la música, nos dedicamos a recorrer las calles del barrio mojándonos entre nosotros y a la gente del alrededor. También regalamos fruta fresca.
La verdad es que una actividad en la que los niños disfrutan muchísimo… y los mayores todavía más (risas).
«Hacemos una romería a la Virgen del Rocío por una promesa a una vecina fallecida»
Y el domingo ya la Romería. ¿De dónde viene esta tradición?
Pues esto nació a raíz de una antigua socia ya fallecida, llamada Deli, que le tenía mucha fe a la Virgen del Rocío, hasta el punto de que fue hasta Andalucía para pedirle que la curara de una enfermedad, y compró allí una imagen y además una medalla para cada persona de la asociación.
Antes de fallecer ella nos pidió por escrito que se hiciera una procesión con esta virgen que nos regaló, mientras siguiera existiendo la asociación. Así que cada año cumplimos su último deseo. La Romería empieza a las nueve de la mañana, y nuestro grupo de sevillanas procesiona bailando detrás de la Virgen. Luego ya celebramos la misa.
En los últimos años cada vez se apunta más gente de fuera del barrio a estas fiestas, ¿no?
Sí, cada vez notamos que al caminar por el pueblo más gente nos pregunta cuándo son las fiestas. Incluso hay familias que alquilan su piso en Tamarit-Playa Lisa según las fechas en las que caigan. Esto se ha convertido ya en un referente de Santa Pola. Son como unas fiestas del pueblo de toda la vida, con un ambiente muy familiar, y eso gusta mucho.
«En los últimos años cada vez somos más gente residiendo todo el año en el barrio»
¿Ha cambiado mucho el barrio en las dos décadas que llevas residiendo aquí?
Recuerdo que cuando llegué circulaba por la noche con mi Opel Corsa en invierno, y esto parecía un barrio fantasma con alguna luz suelta.
Actualmente tenemos ya unas 5.000 personas residiendo todo el año, aunque solo 1.450 están empadronadas con derecho a voto. Hay muchos vecinos que prefieren mantener su residencia oficial, por ejemplo en Elche, porque tienen los médicos de confianza allí y no quieren cambiarlos, sobre todo pasa con los mayores.
También ha surgido un fenómeno de vecinos de zonas como Madrid o el País Vasco que se tiran viviendo aquí casi todo el año, pero luego, cuando llega el calor, alquilan su casa para los veraneantes.
¿Quieres aprovechar para hacer alguna reivindicación al ayuntamiento para tu barrio?
Pues la verdad es que no quiero protestar para nada. Cuando yo entré en la asociación éramos 70 socios y ahora somos 246. Reivindicamos que tener solo una sala en el edificio polivalente se nos quedaba pequeño para nuestras muchas actividades, más aún cuando la cedían a los médicos en verano. El equipo de gobierno entendió nuestra petición y nos hicieron una sala extra en la anterior legislatura.
Además, recientemente se ha arreglado la calle Elda que estaba en muy malas condiciones, se han cambiado los contenedores y papeleras, se hizo el parque Ricardo Banegas para embellecer el barrio y se hacen cosas. A fin de cuentas, aquí ya vivimos una cantidad importante de personas durante todo el año. Y vivir aquí… es vivir en el paraíso.