Entrevista > María José Grau / Presidenta de Solc (Alcoy, 12-enero-1965)
La noticia de que un familiar o uno mismo padece cáncer supone un golpe durísimo en todos los sentidos, principalmente el anímico. Por ello es determinante la existencia de entidades sin ánimo de lucro como Solc, Associació Comarcal d’Ajuda en el Tractament del Cáncer, que anhela ayudar tanto a los enfermos como a las personas cercanas en ese complicado trance.
Solc nació en 1999 por la inquietud de un grupo de mujeres, que eran plenamente conscientes de la necesidad de contar con una atención más personalizada a partir del momento que eres diagnosticado de cáncer, pero también durante y después del tratamiento. “Incluso en instantes de duelo”, expone su presidenta, María José Grau.
Queremos que nos indique cuáles son los servicios multidisciplinares que brindan a sus pacientes para mejorar sus condiciones globales, de qué modo realizan la atención psico-social, qué formaciones o talleres disponen y la importancia del ocio y el tiempo libre, porque “exactamente no sabes qué va a pasar y en muchos momentos no sientes ningún tipo de malestar”.
En concreto, ¿qué servicios ofrece Solc?
A lo largo de nuestros veinticinco años de historia, lo que hemos ofrecido también ha ido creciendo, ampliando asimismo nuevos servicios. A día de hoy contamos con cinco pilares fundamentales: la atención psico-social es el primero de ellos, que proporciona una ayuda individual a los pacientes y familiares, que muchas veces precisan saber cómo gestionar la situación.
Del mismo modo realizamos talleres grupales, que permiten socializar y tener empatía con otros pacientes, clave a la hora de confrontar la enfermedad, porque te das cuenta que no eres el único al que le está pasando.
«Ampliamos los recursos de cada persona, para que autogestione mejor los problemas»
¿También de crecimiento personal?
Exacto, técnicas que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad producidos por el impacto del diagnóstico. Buscamos, en ese sentido, aumentar los recursos que tenga cada persona para autogestionar lo que le está sucediendo y confrontar mejor las emociones.
Ofrecemos igualmente talleres formativos -de voluntariado, dos días-, gestionados por nuestro equipo técnico (Reyes y Bea Cortés, Joan Pérez y Carina Castillo). Entre ellos, los de risoterapia que tanto gustan, porque cuando ríes te olvidas un poco de tus problemas; o de autoestima, que ayudan a asumir mejor los cambios físicos que se van a producir (por ejemplo, al someterte a una quimioterapia).
Porque el cáncer llega cuando menos te lo esperas.
Sí, destrozándote la autoestima, como avanzaba. Nunca estás preparado para recibir una noticia de este impacto, y la primera pregunta siempre es ¿por qué a mí? Pronto comprendí que la cuestión correcta es ¿por qué no a mí?, pues todos estamos dentro de tener un tanto por ciento de probabilidad de sufrir un cáncer.
«Al confrontar una enfermedad debes sentir y percibir que mientras estás aquí tienes vida»
Entonces, si es una lotería, ¿por qué cuidarnos?
Porque un cuerpo sano tiene más defensas y confronta mejor los tratamientos. Por supuesto que una persona sana tiene muchísimas más posibilidades de superar un cáncer que una que no lo esté: estarás más fuerte, tu estado de ánimo será mejor y eres más optimista.
¿Una de vuestras virtudes es la empatía?
¡Obviamente!, es una de nuestras principales características, la capacidad de empatizar y crear vínculos con la persona, es imposible separar lo profesional de lo humano. Señalar, en ese sentido, dos aspectos: nosotros como entidad no trabajamos con niños, sino adolescentes a partir de dieciocho años, y que suelen ser precisamente estos jóvenes los que mejor llevan este tipo de situaciones.
La primera revisión del equipo técnico habitualmente la hace Reyes: muchas veces el paciente llega desesperado, no sabe qué necesita, pero sí es consciente que precisa de ayuda. Seguidamente se lleva a cabo un estudio y a qué persona se le va a derivar, pues entre nosotros estamos muy conectados, comenzando por la junta directiva.
«Es primordial poder disfrutar de los instantes en los que te encuentras bien, sin malestar»
¿Hay enfermos que no se dejan ayudar?
La negación siempre va a aparecer, y por esa razón es fundamental el papel de los psico-oncólogos, profesionales preparados para afrontar estas situaciones. Disponen de las herramientas para poder ayudar, cambiándoles la perspectiva en el caso de producirse la mencionada negatividad, porque deben saber que una ayuda (colaboración) nunca va a restar, siempre sumar.
¿Es relevante fomentar el ocio y el tiempo libre?
Sin duda, porque cuando confrontas una enfermedad como ésta, debes llegar a sentir y percibir que mientras estás aquí, tienes vida. No todo tiene que ser “tengo cáncer, estoy luchando contra él”.
Habrá muchos momentos que no vas a tener ni dolor ni malestar y tampoco sabes qué va a pasar exactamente. Es primordial poder disfrutar, sin miedo, del instante en el que estás cuando te encuentras bien: reír, ver una película, tomarte algo con un amigo…