Entrevista > Liliana Fernández Steiner / Jugadora de vóley playa (Benidorm, 4-enero-1987)
En el mes de marzo de 2023 Liliana Fernández Steiner (“pon el segundo apellido, en homenaje a mi madre”, insiste siempre) viajó a México para participar en el Torneo de la Paz. Era su vuelta a las canchas después de afrontar su segunda maternidad y junto a la oriolana Paula Soria, su nueva compañera sobre la arena tras 125 citas al más alto nivel junto a Elsa Baquerizo, con quien había disputado los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020 (disputados en 2021 por la pandemia).
Un año antes, en junio de 2022, había fallecido Draguy, su madre. Nacida en Croacia, se había convertido, primero, en una de las mejores reporteras, cámara al hombro, de la televisión nacional. Después, sólo conoció una patria, una misión: acompañar y alentar a Lili, como todo el mundo la conoce, en su carrera deportiva.
Empezar de cero
Durante esta Olimpiada que nos ha llevado de Tokio a París, las cosas han sido muy complicadas para la deportista nacida hace ahora 37 años en Benidorm. Afincada desde hace mucho tiempo en Tenerife, se convirtió en una de las muy pocas jugadoras del circuito mundial con dos hijos, algo que, al menos en el deporte femenino, no siempre es evidente que pueda ser compatible.
Sin una meta definida, aunque los Juegos Olímpicos de París siempre aparecían en la conversación, el primer objetivo pasaba por conseguir la siempre necesaria e imprescindible compenetración con Soria, para, desde ahí, poder soñar con algo más grande.
Buscar pareja
Antes de unirse a la oriolana, se habló de formar junto a Belén Carro, pero no hubo acuerdo porque ella quería jugar con Ángela Lobato. Cuando Paula Soria se confirmó como su nuevo tándem, el camino todavía iba a traer curvas. “No se sabía nada de mi embarazo”, reconocía Lili en la primera rueda de prensa en aquel torneo mexicano de 2023.
Las ventajas, eso sí, ya estaban claras. Con la jugadora oriolana “me resulta más sencillo porque no tengo que cambiar ni en defensa, o sea, en la red, ni en la posición en la pista”, aseguraba antes de ese primer torneo.
Cuartos Juegos Olímpicos
Con tres medallas del Campeonato de Europa en su palmarés (bronce en La Haya 2012 y Moscú 2019 y plata en Klagenfurt 2013), seis campeonatos de España y tres presencias olímpicas, no cabe duda de que Liliana Fernández Steiner es un verdadero animal competitivo, pero tras todo lo vivido en esta Olimpiada la clasificación para París no era algo que se diera por descontado.
De hecho, el pasaporte para los que serán sus cuartos Juegos llegó sobre la bocina. Antes de eso, aunque ella nunca negó que ese era el gran reto, la gran meta a alcanzar tras su vuelta a la competición, había que demostrar, sobre todo, que su asociación con Soria tenía, al menos, el mismo potencia que la que formó con Baquerizo y, más complicado, que ni la maternidad ni la edad habían mermado sus capacidades. El resto, como se suele decir, es historia.
«El año pasado fue muy intenso porque era el primero en el que Paula (Soria) y yo jugábamos juntas, e hicimos una muy buena temporada»
Clasificada para los que serán tus cuartos Juegos Olímpicos. Te imagino ya no contenta, sino lo siguiente.
¡Desde luego! Estoy muy contenta, muy feliz. En realidad, estoy como que no me lo creo todavía.
Una clasificación olímpica siempre es, por definición, una carrera de fondo de cuatro años de duración, pero en esta ocasión, por muchas circunstancias, esto ha sido una carrera de fondo en la que, además, has tenido que afrontar un duro sprint final.
Totalmente. El año pasado fue muy intenso porque era el primero en el que Paula [Soria] y yo jugábamos juntas y lo cierto es que, pese a ello, hicimos una muy buena temporada. Conseguimos muchos buenos resultados, clasificándonos para el Campeonato de Europa o el Campeonato del Mundo, que había endurecido los requisitos y, por lo tanto, era mucho más difícil entrar. Además, hicimos varios quintos puestos y nos colgamos alguna medalla en un ‘Future’. O sea, para ser el primer año, yo lo firmaba de antemano.
«En alguna ocasión me he parado a pensar en ello y me he dicho que esto es algo imposible de hacer»
En definitiva, estuvisteis por encima de lo que se esperaba de vosotras y, por lo que dices, de lo que vosotras mismas esperabais. Todo, sentando las bases para un segundo año mágico.
Claro, yo no tenía ni idea de cómo iba a ir, pero en este segundo año, la remontada que hemos hecho en el ranking… En alguna ocasión me he parado a pensar en ello y me he dicho que esto es algo imposible de hacer. A día de hoy, de verdad, no sé cómo lo hemos hecho.
Y llegasteis a esa última semana de cierre del ranking olímpico y os colgasteis el bronce en Polonia, que las canadienses Pavan y McBain ya no pudieron remontar en su siguiente torneo. Ver esa continua mejora tiene que ser algo que os ponga en un modo muy positivo pensando ya en París.
París ya son palabras mayores, son unos Juegos Olímpicos y es un nivel muy diferente, pero sí que es verdad que ese bronce que comentas nos dio el plus que necesitábamos. Sobre todo, porque llegó después de haber caído tantas veces en cuartos de final y de ver que se nos resistía el pase a una semifinal.
Que ya en la parte final haya caído esa clasificación para una ‘semi’ y que, además, haya caído también una medalla… ¡jolín! Es como una recompensa a todo ese esfuerzo y a todos esos ‘casis’ que se quedaron en eso, pero que al final cayó.
«Pese a todo lo vivido, la verdad es que me alegro de que lo hayamos conseguido para poder dedicárselo a mi madre»
La Olimpiada que nos ha llevado de Tokio a París ha sido especial para todos por aquello de que los anteriores Juegos se tuvieron que retrasar un año. Además, para ti ha sido especialmente complicada tras haber afrontado tu segunda maternidad y haber perdido a tu madre. Me imagino que a nivel emocional ha sido una auténtica montaña rusa.
Sí, ha sido muy intenso y, como bien dices, muy duro. Ha sido súper duro. Pese a todo lo vivido, la verdad es que me alegro de que lo hayamos conseguido para poder dedicárselo a mi madre.
Como te decía, han sido dos años muy complicados y ha habido momentos de decir ‘no puede ser que nos esté saliendo tan de cara’. No te hablo ya de ganar partidos, sino de cosas concretas. En Polonia, por ejemplo, a nuestras rivales directas les tocaron unos cruces tan difíciles y a nosotras, a la vez, otros tan asequibles, que yo decía ‘hay alguien arriba que quiere realmente que vayamos y que lo intentemos, porque esto no es normal’.
Draguy Steiner, tu madre, era una mujer muy conocida en nuestra ciudad y nuestra comarca. Compañera en los medios de comunicación y a la que recuerdo siempre a tu lado, junto a la cancha. Seguro que, como dices, sigue ahí de una forma u otra.
¡Y tanto! Seguro que ha cambiado y movido algo para que nosotras ganemos y estemos este verano en los Juegos Olímpicos.
«Han sido dos años muy complicados y ha habido momentos de decir no puede ser que nos esté saliendo tan de cara»
Tu compañero en la Selección Española de vóley playa, Pablo Herrera, igualará en París la marca de seis Juegos Olímpicos que tiene Jesús Ángel García Bragado como deportistas españoles con más presencias en la historia. Tú entras en el ‘club de los cuatro’. ¿Te plantas ahí o ya estás pensando en Los Ángeles?
(Ríe) ¡No, no, no… yo me planto en cuatro! Conseguir esto es algo muy difícil. Cada vez más porque no es fácil compaginar la maternidad con los viajes, el trabajo de mi marido, que, encima, en sus ratos libres me ayuda porque él es fisio y prácticamente se ha convertido en mi fisioterapeuta. Él es a quién recurro cuando estoy en emergencia y en quién confío. Son muchas cosas, es una locura. Y llega el momento en que me toca bajar el ritmo.
Más allá de tu historia olímpica, ¿dependerá de tu resultados en los Juegos Olímpicos de París la decisión de alargar o no un poco más tu carrera?
Realmente lo tengo bastante pensado y bastante decidido. Mi idea es terminar esta temporada. No creo que el resultado de París afecte la decisión.
«Conseguir esto es algo muy difícil. Cada vez más porque no es fácil compaginar la maternidad con los viajes, el trabajo de mi marido…»
Me dijiste algo parecido después de Tokio
(Ríe) Sí, es verdad. También dije que después de Tokio no sabía lo que iba a hacer cuando se retirase Elsa, y mira. Así que yo ya no digo nada, no vaya a ser que después cambie de opinión.
Como ya has comentado, Paula y tú lleváis poco tiempo compitiendo juntas. ¿Tenéis todavía margen de progresión en cuanto a entendimiento y mejora?
Considero que todo deportista, si cree que ya no tiene margen de mejora, es que ya está de pena, porque entonces significa que mentalmente te estás poniendo un techo.
Creo que la mentalidad siempre tiene que ser la de mejorar, la de ser un poquito mejor que tu versión de ayer, de la competición anterior. Considero que siempre queda margen de mejora en esos finales de set o en esos momentos de tensión en los que, a lo mejor, se falla más por ese estrés o por esa tensión. Todavía podemos dar un saltito de calidad.
«Dije que después de Tokio no sabía lo que iba a hacer cuando se retirase Elsa, y mira»
¿Cuál va a ser vuestro camino hasta París?
Lo primero que hicimos después de Polonia fue tomarnos unos días de descanso bien merecidos, porque desde marzo, cuando arrancamos, no habíamos parado, literalmente. Así que nada, descansamos unos días, pero muy poquitos, porque una semana después ya estábamos de vuelta.
Más allá de eso, tenemos previsto un poco de preparación en Tenerife. Luego, dos ‘Élites’, uno en Suiza y otro en Viena. Y unos días después ya será la salida de la comitiva oficial hacia París.
Ahora es cuando te debería de preguntar por tus objetivos deportivos en París, pero creo que a estas alturas de tu carrera y, sobre todo, después de haber conseguido que toda la ciudad de Benidorm se haya alegrado tanto por verte tan feliz como estás ahora, lo único que puedo hacer, más que preguntarte, es desearte que disfrutes mucho de estos cuartos Juegos Olímpicos.
Qué bonito. Muchísimas gracias. Los voy a disfrutar a tope.