Entrevista > Jany Collado / Actor (Paterna, 23-agosto-1997)
Después de conocer con detalle el trabajo de actores plenamente consagrados, llega el turno de uno mucho más joven, “principiante” como le gusta definirse, pero que sin embargo tiene muchísimo que decir en esta profesión, ahora y en los próximos años, siempre con la mayor humildad, “porque sé perfectamente que se trata de un oficio muy duro”.
Les hablamos de Jany Collado, quien llegó al mundo de la actuación de pie, teniendo un protagonista en su primera película, ‘La mort de Guillem’ (2020). Capaz de trabajar en tres idiomas (castellano, valenciano e inglés), queremos que nos cuente también cómo es un casting y, sobre todo, de qué forma se vive dentro de un rodaje, “con tanto estrés y egos”.
A día de hoy, tras grabar tres películas más -entre ellas ‘Llobàs’ (2023), sobre los hombres-lobo-, está inmerso en su primera serie, ‘Mar afuera’ (Atresmedia), de trama juvenil, “en la que hago de hermano ‘malote’ de uno de los protagonistas”. Asimismo, no descarta iniciarse pronto en el teatro, “otra faceta que me llama poderosamente la atención”.
¿Por qué te haces actor?
Estaba en mitad de la carrera de Diseño Gráfico, me hablaron de un casting en València, me apunté y le gusté al director. Mi intención era hacer de extra, pero acabé teniendo uno de los papeles principales en ‘La mort de Guillem’, mi debut en el cine. La grabamos en 2019, aunque se estrenó un año más tarde, en plena pandemia.
«Me fascinaban las películas, pero jamás me imaginé formar parte de ellas, estar dentro actuando»
¿Ya te gustaba el cine de pequeño?
Me fascinaba, especialmente las películas que me hacían sentir parte de ellas. No obstante, jamás había pensado que podía ser “esa persona que está dentro, actuando”, porque mi idea era ser diseñador o personalizador, pues me encantan los vehículos. Anteriormente no me había apuntado a teatro o interpretación, al pensar que no era mi mundillo.
¿Te han avisado de lo duro que es este oficio?
Muchas veces, tanto compañeros como mi representante, Cayetana Ródenas. Siempre me dicen que los que van a favor de obra y siguen las instrucciones del director son luego los que más repiten. Además, en los descansos, hay actores que no dejan de indicar lo mucho que trabajan, lo buenos que son, para que el resto les respetemos más.
Son los que tienen un caché, se les coge por ello, y esta profesión es complicada por ese motivo: puedes gustar al director de casting, les encantas para ese país, pero de repente el director o el productor eligen a otro, más famoso.
«Aunque soy un actor todavía en formación, trabajo para poder interpretar numerosos papeles»
¿Qué tipo de actor eres?
Me gustaría definirme como un actor polifacético, capaz de interpretar muchos papeles, pero siento que me sigo formando, soy principiante. He aterrizado en este mundo hace poco, y por suerte estoy trabajando para ser un actor muy dinámico y que pueda interpretar muchos papeles.
¿Cómo es hacer un casting?
Por una parte, es una situación que te alegra, porque es como una entrevista de trabajo, pero por otra hay mucha presión. Intentas tranquilizarte, pensar que lo tienes bien preparado y ves que hay cinco personas más esperando para hacer lo mismo -igual de bien que tú-, aparte de las que estén en otras ubicaciones.
Intento quitarme presión, pensar que lo voy a hacer bien y que no depende de mí, sino del director, productor o demás personas del proyecto. El problema es que esa situación te llena de nervios, porque pienso que ese papel lo puedo llegar a interpretar bien.
«Cuando haces un casting debes olvidarte de él y, si hay suerte, pasado un tiempo te llamarán»
Si te dicen no, ¿te frustras?
Precisamente es la parte que más hemos entrenado. Cayetana me repite que “todos los días te van a decir que no y la suerte es cuando te dicen que sí”. El rechazo lo debes tener super interiorizado: tiras el casting a un sitio y te olvidas, tanto del texto que has hecho como de las personas que has conocido.
¿De qué modo vives un rodaje?
Es toda una bola de sentimientos, porque tienes los nervios de querer hacer bien tu interpretación e intentar favorecer al proyecto, porque son jornadas de mucho estrés y cualquier problema -el tropiezo de un actor, por ejemplo- puede derivar en cosas más graves.
No paras, son muchas horas llenas de estrés, y como decía te van dirigiendo de un lado a otro, a localizaciones distintas, con los actores… Vamos con las orejas en tensión a ver dónde tenemos que ir, con gente que rebosa todo tipo de emociones. Todos, además, nos movemos en una armonía, aunque hay muchas horas de espera; de hecho, una de las frases más célebres del sector es “a ti te pagan por esperar”.