Entrevista > Luis Alfonso García Aragonés / Presidente del Club de Montaña Kordino (Daimiel, Ciudad Real, 5-junio-1958)
El Club de Montaña Kordino celebra este año su decimoquinto aniversario con un sinfín de actividades -normalmente dos salidas al mes-, consolidándose como una de las entidades de montaña más relevantes de la provincia. “Sobre todo hacemos senderismo y trekking, además de algo de barranquismo y vías ferratas”, apunta su presidente, el experimentado Luis Alfonso García Aragonés.
La entidad arrancó con muy pocos miembros, pero en los últimos años se han ido añadiendo adeptos, amantes de la naturaleza, llegando a día de hoy a veinte personas. Se trata, sostiene, de una cifra buena que no queremos ampliar, “mi experiencia como guía me dice que mejor no ser muchos”.
Nacido en Daimiel (Ciudad Real), a los dos años se trasladó con su familia a Madrid, aunque lleva casi cuatro décadas en nuestra localidad. “Llegué por motivos laborales y me enamoró, una zona que ya conocía de niño, porque mis padres eran muy viajeros y me ayudaron a conocer perfectamente España”.
¿Qué representa la montaña para vosotros?
Principalmente es un sentimiento de respeto muy profundo hacia la naturaleza. En ningún momento nos interesa la competitividad, nos da igual, no queremos vencer a nadie ni a nada, sino disfrutar de la montaña, de sus caminos, senderos, entorno, de la historia.
Explícanos las actividades que lleváis a cabo.
Numerosas, y todas tienen un componente patrimonial y medioambiental muy importante. Se trata de un principio inamovible del club: recorremos espacios naturales protegidos, lugares de interés comunitarios o zona de especial protección, que vamos -o voy- explicando con detalle, indicando por dónde vamos y qué hacemos.
Realizamos mucho senderismo y trekking, cuya diferencia reside habitualmente en la dificultad -mayor peso en la mochila, desnivel, autosuficiencia…- y número de días, mayor en el caso del trekking.
«Tenemos un profundo respeto por la montaña, sus senderos, entornos, camino e historia»
¿Cuáles deben ser las virtudes de un buen senderista?
Además de contar con una buena condición física, se debe tener un respeto profundo por la naturaleza, por el entorno en el que camina, amarlo, en una palabra. Intento trasmitir a todos los que me acompañan el cariño y amor por la montaña, la sierra, porque es algo insustituible.
Ir, por ejemplo, por la Serrella y disfrutar del paisaje del Valle de Guadalest tiene un valor incalculable. Remarco mucho que se fijen, cinco minutos, que les servirán para otros momentos de agobio durante la semana.
También es importante la formación.
Por supuesto. Existen cinco consejos de seguridad básicos, estipulados por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). El primero es dejar dicho a familiares dónde vas, que puede ser determinante a la hora de un rescate.
El segundo es preparar el itinerario, hacerlo con tiempo, evitando la improvisación, que en montaña es sinónimo de tener un accidente. El 90% de los que se producen es por esta causa.
«Remarco mucho que se fijen en la belleza de los paisajes, les ayudará durante la semana»
¿Y los otros tres?
Equiparse correctamente, véase vestimenta adecuada -que no te ponga en peligro- y alimentación y líquidos suficientes. El cuarto es la previsión meteorológica, fiándonos siempre de las oficiales (AEMET, por ejemplo).
El quinto se centra en conocer tus límites, pues el ser humano tiene esa tendencia a sobrevalorarnos, a pensar que somos superhéroes. Además, en España tenemos la frase aquella de “si lo ha hecho éste, yo también”. ¡Gran error!
¿Habéis vivido algún momento peligroso?
En nuestros quince años de experiencia únicamente hemos necesitado una vez un rescate, y fue a mí, en enero de este mismo año. Sufrí un mareo, bastante profundo y, como no recuperaba el conocimiento del todo, un compañero se desplazó a una zona con cobertura y llamó al 112 para dar nuestra posición exacta.
Estábamos en la Peña Grossa, a 1.065 metros, y me rescató un helicóptero, que tardó unos veinte minutos desde San Vicente.
«En la montaña es clave comunicar dónde vas, ser previsor, tener buena formación, condiciones…»
En estos casos, ¿qué se debe hacer exactamente?
Primero establecer todo el protocolo de seguridad, como bien hicieron mis compañeros. Me pusieron la manta térmica y me ubicaron a resguardo -también el resto, por supuesto-, conocimientos que se adquieren en la formación.
Lo ideal, además, es tener cobertura o conocer los mapas del lugar por donde transitas. Con anterioridad, todos debemos tener los móviles con el máximo de batería.
Por último, ¿cuáles son vuestros próximos retos?
Resaltar primero que miembros de nuestro club han subido los cinco picos más importantes de España, han estado en Islandia, Noruega y hasta en el campamento base del Everest, a más de 5.000 metros de altitud.
De cara al aniversario, celebramos a finales de junio el llamado mix de verano en Santa Pola, combinando actividades de montaña y acuáticas (paddle surf). Asimismo, estoy preparando un itinerario que podamos hacer todos los miembros por la bonita Sierra de Guadarrama, en Madrid.