Uno de los principales referentes culturales y patrimoniales de Petrer está de aniversario. El Museo Arqueológico y Etnográfico Dámaso Navarro acaba de cumplir veinticinco años desde su apertura un 2 de julio de 1999 en sus antiguas instalaciones de la Plaza de Baix. Para celebrar esta efeméride tan especial, desde el área de Cultura y Patrimonio a la que pertenece, se han organizado una serie de actos que cristalizarán los próximos meses con conferencias, talleres, exposiciones y conciertos.
Un aniversario con el que se quiere, también, trasladar un sentido homenaje a todos los hombres y mujeres que, de una manera u otra, tuvieron un papel crucial sentando las bases para levantar un gigantesco proyecto, que tenía por objeto dotar a Petrer de un lugar material donde se pudieran conservar y mostrar las piezas arqueológicas rescatadas de nuestro suelo.
Recuerdo a los fundadores
Pero recorrer el camino que desembocó en la creación de una institución que albergara en un único espacio ese preciado material no fue una tarea nada sencilla.
Todo nació a finales de los años sesenta del siglo pasado, de la imaginación de un grupo de jóvenes pioneros que respondía al nombre de Grupo Arqueológico Petrelense. Integrado por un conjunto de adolescentes que pertenecían a diferentes colectivos juveniles locales, tenían por costumbre reunirse cada domingo para salir al campo a realizar prospecciones y pequeñas catas en los yacimientos de nuestro término municipal.
Con todo ese material recuperado, debidamente custodiado, se iban organizando puntualmente algunas exposiciones arqueológicas, aunque la verdadera intención era, como decimos, la creación de un museo para poder guardar, restaurar y mostrar la larga historia petrerí.
A veces, los sueños se hacen realidad, y finalmente esos anhelos de juventud, tras no pocas vicisitudes, se cumplirían tres décadas más tarde con la inauguración el día 2 de julio de 1999 del Museo Municipal Sala Dámaso Navarro, que recibió el nombre en homenaje a uno de los impulsores prematuramente fallecido a finales de los años setenta. No caminarían solos. También, el ayuntamiento de la época pondría su granito de arena para allanar la senda.
Conferencias, concursos, talleres, conciertos y una mesa redonda festejarán el primer cuarto de siglo
Edificio con historia
Las instalaciones museísticas abiertas en la plaza de Baix, 10, ocupaban un histórico edificio que anteriormente había servido de pósito de cereales, escuela pública, dispensario de higiene, vivienda para maestros y, a partir de la década de los sesenta, funcionaba como biblioteca pública municipal.
En este lugar, y una vez que el edificio se había quedado disponible tras el trasladado del fondo de libros al nuevo centro cultural, se distribuyó entre las plantas el lote de material arqueológico y etnológico, este último recopilado por Vicent Navarro i Tomás, ‘Dele’, quien también tuvo una importancia capital junto con el Grupo Arqueológico, pues se encargaba de investigar, recopilar y guardar un importante arsenal de objetos y herramientas de los oficios y las tradiciones de la sociedad agrícola, alfarera y zapatera petrerís más recientes.
Un director para la institución
Sin embargo, aún faltaba la obtención de su reconocimiento oficial como museo, para lo que era necesaria la creación de una plaza de director y conservador dentro de la plantilla municipal, que finalmente llegaría con la resolución del 15 de noviembre de 2001 por parte de la entonces Conselleria de Cultura y Educación, publicándose en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el 14 de enero de 2002.
El primer director fue Francisco Javier Jover, en el cargo hasta 2007, que fue el encargado de organizar toda la dinámica diaria que comportaba un museo. Y recogiendo el testigo y hasta la actualidad, pilota la nave Fernando Tendero, responsable de conducir al museo a su nueva ubicación. Por fin, las principales reivindicaciones de aquel grupo de jóvenes inquietos se habían cumplido más de treinta años después.
Durante el mes de agosto seguirá abierta la muestra temporal sobre los descubrimientos de la plaza de Baix
Disposición de las piezas
La distribución espacial del edificio de la plaza de Baix, con sus 620 metros cuadrados de espacio útil, ocupaban cuatro plantas del histórico inmueble: sótano para almacén de material, biblioteca y despacho; planta baja para sala de exposiciones temporales y sala multifuncional para actividades y didáctica, que desde 2009 compartiría con la Oficina de Turismo.
Una primera planta para exposición permanente de arqueología desde la prehistoria hasta la edad moderna; y una segunda para la exposición permanente de la parte dedicada a la etnología, donde se mostraban los oficios tradicionales y las costumbres del Petrer preindustrial.
Con el transcurrir de los años, las instalaciones, sin sufrir apenas cambios significativos, iban acusando un progresivo deterioro, a lo que se sumaba la prácticamente nula accesibilidad del edificio. Distribuido en varias plantas a diferentes alturas, con escaleras y con ausencia de ascensor, limitaba mucho el acceso a las personas con movilidad reducida. Unas graves carencias a las que había que dar respuesta más pronto que tarde.
Un proyecto con futuro
2018 marcaría también un hito importante para la historia del museo, con el traslado de sus principales piezas y objetos para ser exhibidos en una exposición antológica en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), incluyendo el mosaico policromado romano de Villa Petraria de la segunda mitad del siglo IV, encontrado casualmente en 1975, que fue magníficamente restaurado por parte del equipo del museo alicantino, quienes necesitaron varios meses para dejar la pieza más emblemática del museo en perfectas condiciones.
La muestra, denominada ‘Petrer, arqueología y museo’, y celebrada entre febrero y mayo, fue visitada por casi 14.000 personas y sirvió también para preparar, mientras tanto, las nuevas instalaciones del museo petrerí en los bajos de un nuevo y moderno edificio de viviendas situado en la calle La Fuente, en el corazón mismo del casco histórico y a escasos metros de su antigua ubicación. Hacia ese lugar se trasladaría todo el material una vez finalizada la muestra temporal de Alicante.
Por fin, con unas instalaciones totalmente accesibles en planta baja y una superficie de más de 625 metros cuadrados, la nueva casa del Dámaso Navarro se inauguró oficialmente el 8 de febrero de 2019 en medio de una entusiasta respuesta vecinal.
Los orígenes del museo se pueden situar en los años sesenta con la creación del Grupo Arqueológico Petrelense
Historia al alcance de todos
Una vez atravesado el umbral de sus puertas, el visitante puede hacer un recorrido cronológico por más de 6.000 años de historia de la mano de todas las culturas que han pisado nuestro suelo. Piezas como cuencos, monedas, ánforas, jarras o tinajas procedentes de pueblos prehistóricos, íberos, romanos, medievo y edad moderna, adornan las vitrinas conviviendo en diálogo permanente con los dos fragmentos del mosaico romano, la joya de la colección.
A finales de 2020, y casi dos años después de su reinauguración en su nueva sede, se culminaron definitivamente las obras con la apertura de nuevos espacios que vinieron a enriquecer la experiencia museística: un espacio multifuncional dirigido a actividades didácticas y conferencias; oficinas; una zona de taller para restos arqueológicos y almacén; y una sala para exposiciones temporales, que ha acogido diferentes muestras temáticas que han concitado el interés de todos los visitantes.
Fondo ampliado
El museo ha mantenido vivo el espíritu que guio sus primeros pasos y ha continuado el legado transmitido por sus fundadores, con la incorporación de nuevas piezas y nuevos objetos arqueológicos y etnológicos que han ampliado sus fondos. Así, las recientes excavaciones de la plaza de Baix han seguido nutriendo el catálogo local con nuevos hallazgos.
Hoy, veinticinco años después, el museo no ha parado de crecer y evolucionar convirtiéndose en una institución sólidamente establecida en el panorama de la cultura local. Lo que comenzó como un lejano proyecto lleno de pasión, sigue siendo una herramienta y un faro de desarrollo cultural y social en Petrer. Un eje que interconecta la historia, el patrimonio, los monumentos y la sociedad.
Su labor va más allá de la simple exposición de piezas y ofrece todo tipo de actividades complementarias como talleres, conferencias y visitas guiadas por el municipio, ejerciendo un efecto amplificador gracias a su presencia en redes sociales.
Sus instalaciones desde hace cinco años están en la calle La Fuente, 1, y su director es Fernando Tendero
Exposición de los hallazgos
Precisamente, la última de las exposiciones temporales que todavía podemos visitar en el museo y que estará abierta hasta el 1 de septiembre, tiene que ver con las recientes excavaciones de la plaza de Baix. Con el nombre ‘La huella de Roma en Petrer’, se ofrece una muestra representativa de las piezas y objetos arqueológicos aparecidos en las excavaciones de la céntrica plaza entre los años 2021 y 2023.
En la exposición, por la que han pasado más de 4.500 personas desde su inauguración, y a falta de un mes para su clausura, se puede contemplar una selección de los más de 8.000 fragmentos y piezas encontrados durante las obras, entre los que destaca uno de los dos mosaicos geométricos perteneciente a los baños privados de la villa, recientemente restaurado.
Homenaje a Concha Navarro
A su término y a partir del 12 de septiembre, la arqueóloga local Concha Navarro tomará el relevo y será la protagonista de una nueva exposición temporal en la que se hará un recorrido por su trayectoria vital y profesional. Además, durante la inauguración se le hará un homenaje poniendo su nombre a la sala de exposiciones temporales.
La exposición permanente recorre más de 6.000 años de historia de Petrer
Actos para un año muy especial
Las celebraciones por el veinticinco aniversario del Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro incluyen un buen ramillete de actividades. Así, como cara más visible, se ha creado un nuevo logotipo conmemorativo para la ocasión, que acompañará los actos que se lleven a cabo durante los próximos meses.
A la ya mencionada exposición temporal sobre la trayectoria de Concha Navarro, se realizará también un ciclo de conferencias en colaboración con la SEU universitaria de Petrer, en las que participarán profesionales de instituciones académicas y científicas de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional, relacionados con el patrimonio arqueológico y el ámbito de los museos.
Creando un cómic
Además, el público juvenil tendrá la ocasión de participar en la efeméride creando un cómic con el que se pondrá en valor la historia de Petrer y la trayectoria del museo; también, un concurso de dibujo infantil con las piezas del museo como tema central; la creación de una placa de piedra en recuerdo del Grupo Arqueológico; y la edición de una publicación de la Asociación Gramática Parda con varios relatos de ficción de los diferentes periodos históricos de Petrer.
Habrá actividades didácticas que incluirán talleres y juegos; visitas guiadas por el centro histórico y por el término municipal; conciertos a cargo de las agrupaciones musicales de Petrer; y como colofón al año conmemorativo, una mesa redonda en julio de 2025 con arqueólogos e historiadores locales, donde se hablará de la historia y el patrimonio locales.