Entrevista > Vicente Martínez Pérez / Presidente del Club Petanca Santa Pola (Santa Pola, 28-noviembre-1955)
La petanca es un juego en el que se lanzan bolas metálicas lo más cerca de un boliche, con ambos pies en el suelo y en posición estática desde una zona determinada. Su forma actual surgió a principios del siglo XX en la Provenza francesa, aunque muchos aseguran que ya los romanos practicaron una versión primitiva.
El nombre de petanca procede de la expresión ‘pè(s) tancats’, pies juntos en lengua provenzal, y desde hace muchas décadas es un deporte muy practicado en nuestra localidad. De ello nos hablará Vicente Martínez Pérez, presidente del Club Petanca Santa Pola.
La entidad fue fundada en 1981 y cuenta con alrededor de 140 socios, algunos de grandísimo nivel competitivo. Nuestro protagonista lleva jugando apenas siete años y se considera “muy malo”. Es el máximo dirigente desde hace un lustro, cuando Abraham Hernández optó por dejar el cargo: “me propusieron entonces continuar su legado”, rememora.
¿La petanca sigue siendo un juego de ‘viejos’?
No diría eso, porque lo practican mayores, personas de mediana edad y jóvenes, entre catorce y dieciocho años. Calculo que la media de edad de los que juegan a nivel semiprofesional está sobre los cuarenta y pocos; se divierten, les gusta, pasan un buen rato…
¿Por qué engancha?
Es un juego que es atractivo, también porque es de competición, con numerosos torneos y campeonatos mundiales, europeos y nacionales. Nuestro club, por ejemplo, está en la División de Honor provincial, luchando para llegar a la autonómica. No es ninguna utopía que un año llegue a ser olímpico.
¿Qué les dirían a los que aseguran que no es un deporte?
¡Claro que lo es! Al igual que el ajedrez. No entiendo por qué dicen eso; un deporte puede ser físico, mental o una combinación de ambos. La petanca es un juego bonito, de habilidad, en el que importa el físico y de muchísima concentración.
«Se trata de un deporte muy competitivo, y para nada es una utopía que pueda llegar a ser olímpico»
¿Tan mental es?
Por supuesto, lleva una carga psicológica muy grande cuando estás con tus bolas metálicas para lanzarlas. Piensas debo ponerla cerca del boliche, aunque debemos reconocer que la mayoría de las veces no nos jugamos una medalla de oro. No obstante, todos queremos ganar siempre.
¿Cuál es la valoración que haces de tus cinco años al mando del club?
Muy positiva, porque he sabido seguir con la herencia que dejó el anterior presidente. Al principio fueron unos meses de desconcierto, pues todo era nuevo para mí, pero poco después me rodeé de cinco o seis personas de mi confianza, para trabajar altruistamente por el bien del club.
«Es un juego en el que se combina la habilidad, el físico y mucha concentración»
¿Cómo se juega exactamente a petanca?
Existen muchas formas de jugar. La primera variante es individual, uno contra otro, en el que cada jugador posee tres bolas metálicas. El ganador es el que hace trece puntos al final, contando uno por cada bola más próxima al boliche.
Después está la modalidad de dos contra dos, por parejas, en el que cada jugador tiene tres bolas. El sistema es el mismo, pero más emocionante, porque se realizan más estrategias. Cuantas más bolas, más opciones de llevar a cabo una táctica u otra.
¿También se juega tres contra tres?
Por supuesto. En este caso llevan dos bolas cada jugador y es igualmente apasionante, muy estratégico. En las tres versiones, al inicio de la partida el boliche se debe tirar a seis metros como mínimo y a diez como máximo.
El orden de quién lanza -tras una moneda al aire- también puede variar según las estrategias, en el sentido que uno puede tirar una bola al inicio, pero reservarse la segunda para los últimos instantes. ¡Es sumamente interesante!
«Al inicio de la partida el boliche se tira a un mínimo de seis metros y a un máximo de diez»
¿Participáis en alguna liga?
Sí, en el campeonato provincial. Existen cuatro categorías y nosotros militamos en la máxima, que es División de Honor. Vas escalando; en nuestra liga hay dieciséis clubes y los mejores ascienden a la liga autonómica, y de ahí a la nacional.
En la competición autonómica no hemos ganado nunca, pero sí en la provincial, cuando subimos de Primera División a Honor.
¿Es habitual que se hagan trampas?
No, aunque existe el dicho que señala que las trampas que no se ven, valen (ríe). Sí he vivido muchas anécdotas, como la del compañero que fue a arrimar la bola al boliche con tanto ímpetu que se cayó y se quedó sentado en el suelo.
Situaciones similares, casi siempre divertidas, suceden muchas, porque la petanca es un juego que lleva al compañerismo y la camaradería.