Entrevista > Sara Gámez Elvira / Economista y emprendedora (Marbella, Málaga, 27-febrero-1987)
Desde San Miguel de Salinas nos llega la historia de Sara Gámez, una mujer que ha conseguido con esfuerzo, estabilidad y equilibrio ser una madre presente para sus hijos; y, a la vez, continuar siendo una profesional válida, con muchos proyectos profesionales que compagina con los personales.
Con tu embarazo gemelar, ¿cómo cambió tu vida?
Yo era mamá de un niño de cuatro años y quería serlo de nuevo; lo que nunca imaginé es que vendrían dos bebés de golpe.
En aquella época tenía un trabajo estable por cuenta ajena, pero el embarazo gemelar lo cambió todo y decidí volcarme en el cuidado de mis hijos.
¿Podemos decir que hubo una Sara ‘premellizas’ y otra ‘posnacimiento’?
Nunca lo había pensado así, pero creo que sí. Antes de mis mellizas había lidiado con un bebé muy activo y con la conciliación familiar, pero con las mellizas todo se acrecentó muchísimo.
«Diseñé un cojín de lactancia gemelar que me permitiese amamantar y cuidar a mis dos bebés a la vez»
Trabajabas por cuenta ajena como contable. ¿Notaste dificultades a la hora de conciliar vida laboral y familiar?
Totalmente. Con tres niños muy pequeños no me era posible organizarme para atender a todo: dos bebés, un niño aún muy pequeño, la casa, el trabajo con un horario fijo y determinadas épocas de mucha carga de trabajo (períodos de impuestos, etc.).
¿Cómo llegas a esa decisión de emprender en el mercado de la maternidad y crianza?
Con mi primer hijo tuve una inmersión muy fuerte en la crianza, y con el embarazo gemelar aumentó.
Dejé mi trabajo y diseñé el cojín de lactancia gemelar, perfecto a mi parecer, que me ayudaba a amamantar y cuidar a mis dos bebés a la vez, sin depender de nadie y sin tener que soltar a un bebé llorando para poder coger al otro. Tuvo tal éxito que lo patenté y comencé a comercializarlo por internet.
Además de este negocio, también has hecho tus pinitos con los pódcast…
Lancé uno de maternidad y lo hice por mí, como excusa para entrevistar a los mejores y aprender. Fue un éxito y hablé con personas increíbles, grandes expertos.
No continúo porque mis intereses han cambiado; necesito pasión para hacerlo y ahora mismo mi foco está en la gestión financiera.
¿Y qué nos puedes contar de ‘Tristán y Elda’, tu aportación a la literatura infantil?
Ese libro es como mi cuarto hijo, un sueño hecho realidad. Escribí este cuento con mi mejor amiga, que es mamá de mellizos también, y la experiencia de crearlo con ella fue increíble.
Lo curioso es que tuvo una acogida que no había imaginado: la primera edición se agotó enseguida y sacamos dos más.
«Mi cojín tuvo mucho éxito y lo patenté»
A pesar de todos estos proyectos que has ido desarrollando, ¿has hecho algún parón en tu profesión como contable y financiera?
Durante los últimos seis años mi foco ha estado puesto en mi marca y tienda online especialista en cojines de lactancia; pero desde hace dos, ese proyecto va casi de forma automática y me ha permitido tener tiempo para desarrollar otro proyecto, creando mi propia empresa como especialista financiera.
¿Por qué has decidido emprender en solitario como financiera?
Ahora dispongo de más tiempo; mi empresa de crianza y maternidad me permite otras ocupaciones, y mis hijos también son más mayores y tienen un horario que me permite organizarme mejor.
Por eso, hace dos años decidí ayudar a pequeños negocios y familias a mejorar su economía. El crecimiento de este proyecto ha sido exponencial.
Tu proyecto ha sido premiado en Torrevieja. ¿Qué crees que han valorado para convertirlo en ganador?
Creo que el jurado vio el potencial del proyecto y lo necesario que es el servicio que yo ofrezco.
Existe mucha demanda de directores financieros externos de pequeños negocios, y valoraron cómo, con mi método, soy capaz de ayudar a estas personas.
Tras tu experiencia personal, ¿deberían cambiar sus políticas las empresas y hacerlas más flexibles en lo referente a la conciliación familiar?
Un hijo necesita de muchos cuidados durante los primeros años, no solo unos meses. Además, no basta con la reducción horaria; las madres necesitamos flexibilidad, empatía y comprensión (muchas pasamos años sin apenas dormir, por ejemplo).
Normalizamos que los abuelos se hagan cargo de los niños, pero no deberíamos poner toda la carga sobre ellos. Además, no todas contamos con esta ayuda.
«Ahora estoy centrada en la gestión financiera con un nuevo proyecto»
¿Qué opinión te merecen los empresarios que tienen en cuenta la edad y el sexo del trabajador para contratarlos o no?
Esto por desgracia aún sucede; no puedo entenderlo. Ser madre no es fácil, ¿por qué no ayudarnos? Si una mujer era buena trabajadora antes, ¿por qué no iba a seguir siéndolo después de ser madre? Solo han cambiado sus circunstancias, ahora su vida no es tan sencilla, agradecerá la ayuda y la motivará a seguir realizando su trabajo de la mejor forma.
Cuando la etapa más inestable de la maternidad pase, será aún mejor trabajadora que antes, más responsable, más consciente, más madura… La maternidad trae estos cambios casi inevitablemente.
En el futuro, ¿crees que mejorarán las condiciones laborales para los padres?
Estoy segura de que sí, o al menos quiero pensarlo así. Somos muchas las mujeres trabajando para que esto suceda.