La 94 edición de la Vuelta a la Escollera de Alicante, prevista para el domingo 8 de septiembre, espera llegar a una participación de 400 nadadores en las categorías adulta e infantil, como ha explicado el concejal de Deportes, Toni Gallego. Es el Ayuntamiento de Alicante quien organiza la prueba junto con el Club Natación Aquatic Alicante. La salida adulta, sobre una distancia de cuatro kilómetros, se dará a las 9 horas desde el muelle 10 de la zona Ocean Race, del puerto. La infantil, que ya se disputaba en los años 80 y 90 y se volvió a incorporar en 2022, saldrá desde la playa del Postiguet. Llegará a los 300 metros, de ida y vuelta, a una boya situada a 150 metros del arenal. El cierre de inscripciones está fijado para el miércoles 4 de septiembre.
La Vuelta a la Escollera es de las travesías más antiguas de España. Su primera edición data de 1917. El recorrido más conocido era el que partía desde la playa del Postiguet y finalizaba en las Escalinatas de la Reina del puerto. El actual se viene haciendo desde la última década. Gallego, al definir el carácter de la prueba, ha significado que “aúna deporte, una tradición casi centenaria, conciencia medioambiental y solidaridad en lo que se pretende que sea una fiesta de la natación en aguas abiertas”.
Alejandro Asensi, presidente del Club Natación Aquatic Alicante, ha destacado que “el aumento de participantes cada año en cada una de las travesías. Es un síntoma claro de la importancia que va adquiriendo la actitividad física como nexo de una mejor calidad de vida asociada al deporte-salud”. La media de edad de los participantes oscila entre los 35 y 60 años, aunque también los hay desde los 65 en adelante. Esto, según Asensi, “refleja la importancia que tiene una actividad física saludable en la población en general. Se ha comprobado que la mayoría de las personas que participan, mantienen una actividad física constante durante todo el año. Son conscientes del conjunto de beneficios que la práctica deportiva tiene para una mejor calidad de vida”.
Liga Travesías
La Vuelta a la Escollera es la última prueba de la II Liga ‘Copa Alicante’ que comenzó con la ‘Travesía de Navidad’ y prosiguió posteriormente con la ‘Santa Faz-Jorge Crivillés’, ‘La Cantera-Playa de la Albufereta’, y ‘Hogueras’. Otro de los alicientes del domingo 8 de septiembre es conocer quiénes serán los ganadores absolutos de este circuito que organiza RC7.
Miguel Bou (Vila-Swin Fondistas), quien ya ganó en 2023, ocupa el primer puesto, en categoría masculina, con 40.000 puntos. Le sigue Antonio Rodríguez García (C. A. Montemar), con 39.600. En féminas es líder Lorena Castro Meléndez (RCT Alicante), con 31.795 puntos. Le sigue Allie Bolella (C. N. Aquatic Alicante), con 29.216. Fueron 2.300 los nadadores que en 2023 completaron los 25 kilómetros totales a nada de la ‘Copa Alicante’.
Organización, solidaridad y medioambiente
Más de un centenar de personas se encargará de la infraestructura de la prueba, tanto en la salida como en la llegada. Ese grupo lo conformará 50 integrantes del Aquatic Alicante, que se encargarán del reparto de chips y bolsas para los nadadores, avituallamiento, consigna, y área de premiación, entre otras. A ellos se les sumarán más de treinta socorristas y patrones, personal sanitario y de la concejalía de Deportes. Los encargados de la animación serán Bigmikespeaker y los DJ`s, Pilivinily.
La organización de la prueba, en el ámbito social, colabora con el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL) y la Asociación de Padres con Niños con Cáncer de la Comunidad Valenciana (ASPANION). Los participantes, a través de la plataforma de inscripción www.crono4sports.es, podrán hacer sus donaciones o en la misma playa donde Aspanion situará una carpa informativa sobre sus actividades, y venta de productos y donaciones.
El Ayuntamiento de Alicante y el C. N. Aquátic Alicante se suman a la causa medioambiental con las siguientes iniciativas: eliminación del plástico en la bolsa del participante, uso de materiales no plásticos y reutilizables en las travesías, reducción de botellas de agua -en vez de entregar botellines a los participantes, se utilizarán botellas de ocho litros con dispensadores y vasos compostables- y concienciación a los participantes y al público respecto a la recogida de residuos.
La experiencia de David Pomares
David José Pomares Agulló, un nadador alicantino que ha participado en más de 25 ediciones de la Vuelta a la Escollera -la primera de ellas en 1997-, analiza cómo es la prueba desde que “en la zona de control y recogida de dorsales, la bromas y encuentros de viejos y nuevos amigos, suavizan la tensión que está a punto de desatarse”. Ya, en el primer tramo, “las aguas tranquilas del interior del puerto, propician una perfecta orientación y una exigencia especial en lo técnico. El principal objetivo es deslizarse mucho y ahorrar energía para el comienzo de la verdad”.
Es al final de la bocana del puerto, “cuando, de verdad, comienzan las aguas abiertas”, prosigue el nadador alicantino. “Es -considera- el ‘efecto lavadora’ de las olas el que convierte en importante a la técnica. Se convierte en clave tirar de pies. Es en este momento de la prueba cuando los grupos se reducen y sale a flote la estrategia planteada. Los dos kilómetros de barrera, se hacen infinitos. Unos elegimos la proximidad a la formación rocosa, con más riesgo; y otros, optamos por distanciarnos más y buscar con la mirada ese final que nunca llega”.
Al girar el espigón, afirma David Pomares, “buscamos ese final, el arco de meta, que nunca llega. A lo lejos distinguimos los colores y banderolas, con gente arremolinada alrededor. Esta situación nos atrae a todos como un imán irremediable. Los grupos prácticamente ya están hechos y no habrá muchas variaciones en la llegada. Sólo hay que darlo todo y esperar a ver la arena para posar los pies y conseguir enderezarte y disfrutar del final”. Concluye asegurando que “en ese momento es cuando acaba la competición y comienza la reflexión. Llegan las comparaciones con años pasados, con otros participantes con los que hemos coincidido. distintos tipos de mar que nos hemos encontrado. Pero, al final, el puerto siempre está ahí”.