Entrevista > Bernabé Ballester / Entrenador del CF La Nucía (Xàtiva, 12-febrero-1982)
El CF La Nucía tocó el cielo con el ascenso a Primera RFEF tras una temporada de ensueño y con un Estadi Olímpic lleno hasta la bandera. Aquella tarde de paella gigante, banda de música y fiesta por todo lo alto derivó, quién lo iba a decir, en una profunda crisis que a punto estuvo de llevarse a la entidad por delante.
Dos descensos consecutivos siempre es algo complicado de digerir; pero si a una crisis deportiva se le une otra no menos grave a nivel institucional, con ‘espantà’ del grupo inversor y una directiva descabezada y desnortada tomando decisiones desde las tripas y no desde la cabeza, la receta para el desastre parece servida.
La salvación llegó hace pocos meses y a última hora desde Alcoy. Juan Carlos Ramírez se hizo cargo del club y a contrarreloj armó un primer equipo al frente del cual situó a Berna Ballester. Ahora ya no valen las excusas de otros años y el CF La Nucía debe de iniciar el camino de regreso a las tardes de gloria.
«Este es un proyecto con ganas de hacer las cosas bien»
Como cada año, el CF La Nucía empieza un proyecto nuevo; pero el de esta temporada va a serlo por completo. Tras varios años de zozobra deportiva e institucional, has aterrizado en un club con propiedad nueva y con un primer equipo en el que no hay ni un solo jugador del pasado año. Como dijo Juan Carlos Ramírez, nuevo propietario, se trata de olvidar aquella dinámica que llevó a dos descensos seguidos y empezar desde cero.
Sí, entiendo que a la hora de empezar un proyecto y, como tú bien dices, de querer limpiar una dinámica, que se ha ido viciando poco a poco, es muy difícil parar y establecer dónde puede estar el límite entre lo que hay que mantener y lo que no.
Supongo que habrá sido la toma de decisión más difícil y creo que, por una parte, está bien; pero también supone iniciar un proceso de adaptación, de conocernos todos. Somos prácticamente todos nuevos, tanto la gente de arriba como nosotros, el cuerpo técnico y los jugadores.
Eso es un proceso que vamos a ir pasando. La pretemporada está para eso, pero incluso en las primeras jornadas de Liga se verá que se necesita un tiempo de adaptación. Esperemos que sea el mínimo posible, evidentemente; que para eso estamos trabajándolo. Pero tenemos todos los medios, tenemos todas las facilidades a nivel de club, a nivel de plantilla. Estamos contentos y esperemos que se note lo menos posible.
Viendo todo lo que ha sucedido en el CF La Nucía en los últimos años, cuando recibiste la llamada para venir aquí, ¿no pensaste en ningún momento aquello de ‘dónde me estoy metiendo’?
Es cierto que venía de estar dos años en un proyecto muy estable, en el que a nivel económico estaba bien respaldado, en el que disponía de buenas plantillas y demás. Pero los que estamos dentro del mundo del fútbol hemos visto que La Nucía, en los últimos años, ha estado haciendo un papel muy bueno.
También es verdad que desde el descenso de Primera RFEF y, sobre todo el año pasado, todos sabemos cómo se fueron dando las cosas. Pero yo he tenido siempre amistades aquí y sabía cómo era el día a día del club, que en los últimos años ha sido difícil.
Cuando recibo la llamada y veo cómo va a ser el nuevo proyecto, pienso que es una oportunidad para mí por venir de donde vengo, por saber que es una ciudad que apuesta por el deporte, que mima mucho a los deportistas. Y en este caso a mí como entrenador, las facilidades que me daban y el proyecto que se me ponía delante con ganas de hacer las cosas bien y de volver a estabilizar el club.
«La humildad debe de ser una de nuestras consignas, uno de nuestros valores»
Cuando hablas de mimar a los deportistas, tengo que preguntarte por las instalaciones de la Ciutat Esportiva Camilo Cano. Dudo que haya muchos equipos de la categoría que tengan algo así.
Ni en Primera División. No he estado en todos los clubes de Primera, pero te digo que lo que tenemos aquí es una pasada. Es un auténtico privilegio disponer de esas instalaciones, ya no te digo en la Comunidad Valenciana, que también; sino a nivel nacional.
Es evidente que, con la profunda renovación vivida, los aficionados no tienen nada a lo que agarrarse para poder prever qué podrá hacer el equipo este año. ¿Qué idea de fútbol tienes en la cabeza? ¿Qué vas a tratar de ofrecer a la grada la próxima temporada?
Los jugadores tienen que entender que lo fundamental en esta categoría es saber adaptarse. Me gusta cuando hay que tener el balón, ser protagonista con él; pero cuando hay que bajar al barro, tienen que saber hacerlo también. Al final, la intensidad, la agresividad bien entendida, para nosotros es innegociable. A partir de ahí, viene lo otro: la calidad. Y calidad hay mucha.
«Los que estamos dentro del mundo del fútbol hemos visto que La Nucía ha estado haciendo un papel muy bueno»
Con esa calidad que dices que has encontrado en la plantilla… ¿cuál tiene que ser el objetivo de la temporada?
Si estoy aquí es para intentar ascender de categoría. Evidentemente, sabemos lo complicado que es. Para conseguir el ascenso directo hay que hacer las cosas muy bien; pero creo que hay que luchar por los puestos de arriba y que en las últimas jornadas se decidirá dónde vamos a estar.
Tras vuestro descenso del año pasado y el ascenso del CF Benidorm, habrá derbi comarcal este año. Además, puede que tenga mucho morbo porque el calendario ha situado esos partidos como el último de la primera vuelta y, por lo tanto, también el último de la temporada. Podría darse el caso de que os estéis jugando cosas importantes los dos.
Ojalá sea el escenario. No sé cuáles serán los objetivos que se habrán marcado a nivel de club en el Benidorm, pero por plantilla debe estar arriba también. Por lo tanto, sería muy bonito y sería buena señal que los dos estuviéramos jugándonos algo en la última jornada.
«Ni en Primera División muchos equipos cuentan con instalaciones como las que tenemos aquí»
El primer día de convivencia del nuevo vestuario tuvo que ser muy extraño, porque erais todos nuevos. No quedaba nadie del año pasado. ¿Qué sensaciones te transmite ese grupo después de haber compartido la pretemporada?
Hay una cosa buena que tanto la gente que venía de abajo, que vienen con una humildad tremenda y con ganas de trabajar, como la gente que ha venido de fuera, ha mostrado desde el día uno: la humildad.
Debe de ser una de nuestras consignas, uno de nuestros valores, independientemente de los objetivos que tengamos. Aunque aquí somos todos nuevos, muchos de ellos se han enfrentado entre ellos o han compartido otros equipos. En el mundo del fútbol nos conocemos casi todos y la adaptación ha sido muy rápida.
En alguna ocasión has reconocido que, además de las habilidades futbolísticas, pedís informes de cómo son fuera del campo los jugadores que queréis fichar para que, de esta manera, podáis tener ciertas garantías de que se generará buen ambiente en el vestuario. ¿La combinación de veteranía y juventud también ha sido una elección consciente?
Sin duda. Al final, uno busca un equilibrio, porque en las últimas jornadas la energía que te aporta la gente joven se nota más. Hay situaciones en que uno viene cargado con dos o tres partidos, y siempre necesitas sangre nueva y con ambición. Sobre todo, que tengan hambre de crecer y ser algo en el fútbol, porque en estas categorías ya la gente presume de que la gente joven tiene capacidad de progresión.
Estamos hartos de ver que en el fútbol actual hay muchos jugadores, que están en la élite, que han pasado por estas categorías, y en eso se tienen que basar para tener esa hambre y contagiar esa energía a los más veteranos.
«Sería muy bonito y sería buena señal que el Benidorm y nosotros estuviéramos jugándonos algo en la última jornada»
Los jugadores jóvenes quieren progresar y verse pronto en otras categorías superiores. ¿Sucede lo mismo con el entrenador?
Por supuesto. En mi caso, lo que quiero es progresar, quiero ser entrenador. Ahora mismo nos consideramos profesionales porque nos dedicamos a lo que nos gusta, pero siempre quieres algo más.
Creo que cualquier entrenador de los que estamos en esta categoría optamos o queremos optar a cotas mayores y, por qué no, algún día tocar el fútbol profesional.
¿Quién es tu referente como entrenador?
En el fútbol actual tengo uno que es muy claro: Paco López. También pasó por el Benidorm. Aprendí mucho de él a nivel de gestión de vestuario, sobre todo. Lo tuve en el Alcoyano y es un entrenador que me marcó para bien. Tengo otros, pero de lo que he vivido y de lo que veo ahora en el fútbol profesional es uno de mis referentes.
«En el mundo del fútbol nos conocemos casi todos y la adaptación ha sido muy rápida»
Decías antes que, además de buenos jugadores, buscas buenas personas. Cuando tienes a un buen jugador que, además, es buen tío, ¿en qué centras tu trabajo durante el año? ¿Es más importante trabajar el plano futbolístico o el psicológico para mantener un buen ambiente?
(Suspira) Para mí, esa es la clave de ser un entrenador. A nivel táctico, hoy en día todo el mundo dispone de información sobre cómo plantear entrenamientos y tareas.
Pienso que esto es ahora mismo la parte más fácil, porque hay tanta información, hay tantos seminarios a los que te puedes apuntar para intentar aprender sobre la táctica en el fútbol… pero el equilibrio emocional del jugador, del por qué está de una manera, por qué está de otra, la gestión del grupo cuando uno juega, cuando no juega. Para mí esa es la clave.
Supongo que eres consciente de que uno de los objetivos más complicados este año va a ser volver a enganchar a una afición que viene de demasiadas decepciones seguidas y que se ha desenganchado del fútbol. ¿Por qué tienen que volver a ir cada domingo al Camilo Cano?
Suena a tópico, pero por nuestra parte vamos a querer enganchar a la gente con un fútbol con el que se sientan identificados, con no dar un balón por perdido, por siempre dar la cara hasta el final, independientemente del resultado que sea.
Esas van a ser nuestras señas de identidad y lo que vamos a intentar transmitir a la gente para que se sienta cómoda e identificada con el equipo. En definitiva, las ideas que te he comentado antes: humildad, trabajo y un equipo que no dé un balón por perdido y que vaya hasta el final con todo siempre.