El negocio de la publicidad, dicen algunos, es ese que se dedica a descubrirnos primeras necesidades que, hasta ese momento, desconocíamos tener. Así, pese a haber vivido toda nuestra existencia sin haberlo echado en falta, de repente no podemos pasar ni un día más sin el último modelo de vaya usted a saber qué invento absurdo. Y todo, claro, gracias a la mercadotecnia y sus jugosas campañas de promoción.
Algo así pasa también con el turismo. Hace ya varias décadas, a finales del siglo XX y de la mano del ‘boom’ inmobiliario de la época, los campos de golf dejaron a la famosa ardilla que cruzaba la península de árbol en árbol con poco más que unas insuficientes banderas a las que agarrarse. Había nacido, sin darnos cuenta, el turismo deportivo. Luego, el ciclismo, el buceo, el fútbol… todo se convirtió en ‘el nuevo golf’. Al menos, a nivel turístico.
Un nuevo deporte
Bien sea porque apenas quedan solares sobre los que construir nuevos campos de dieciocho hoyos en el litoral mediterráneo, o porque la sociedad actual ya no ve con tan buenos ojos la destrucción paisajística y el enorme gasto de agua (un punto muy discutido por el sector, pero que no viene ahora al caso) que requiere este tipo de complejos, lo cierto es que ya no se ven proliferar campos de golf con tanta asiduidad.
Sin embargo, el golf no ha muerto. Ni mucho menos. En La Nucía, que en las últimas dos décadas ha demostrado saber algo de turismo deportivo y de las instalaciones que se requieren para ser un destino de primer nivel, el de los palos y la pelotita blanca era, hasta ahora, uno de los únicos deportes que no cabían en el catálogo de la Ciutat Esportiva Camilo Cano. Eso está a punto de cambiar.
Sobre una parcela de 50.000 metros cuadrados ubicada en el Plan Parcial Serreta se desarrollará el proyecto
Inversión millonaria
Y todo gracias a la iniciativa que ha llegado de la mano de Topgolf, una marca líder mundial en este tipo de negocios, que ha presentado un proyecto para recibir por parte del consistorio de La Nucía la concesión demanial de una parcela de 50.000 metros cuadrados sobre la que construir un centro deportivo, y que supondrá una inversión de 36 millones de euros.
Tal y como ha explicado el alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, todo ello con vistas a abrir sus puertas en el año 2026, dentro del enorme proyecto de expansión urbanística y de instalaciones deportivas que supone el Plan Parcial Serreta.
A lo largo de 2026 podría estar operativo el centro dedicado a la práctica del golf
Medio millar de empleos
El primer edil nuciero también ha explicado que el proyecto de creación de este centro deportivo dedicado en exclusiva al golf prevé la creación de hasta 450 puestos de trabajo, algo a lo que habrá que añadir, subraya Cano, “el aumento de la actividad en empresas que den servicio en todo lo relacionado al mantenimiento y buen funcionamiento de la instalación”.
Además, asegura Cano, se espera “la mejora de la actividad económica de la zona al ampliar la oferta deportiva y de ocio, y la subida de ingresos directos e indirectos para las arcas públicas por el canon a pagar, así como las correspondientes por las licencias de obra y actividad”.
Por todo ello, Bernabé Cano no ha podido más que celebrar la llegada de este proyecto, afirmando que “es una gran noticia para La Nucía que la empresa Topgolf pretenda realizar un gran centro deportivo y que ya haya presentado su solicitud. Se trata de un proyecto ambicioso que podría ser una realidad en 2026, completando nuestra gran oferta deportiva, y que nos situaría en el mapa del golf a nivel mundial”.
La iniciativa supondrá una inversión cercana a los 36 millones de euros
Golf y mucho más
A pesar de que todavía se encuentra en fase muy embrionaria, la documentación a la que ha tenido acceso AQUÍ en La Nucía permite hablar de un proyecto que contempla la construcción de un edificio de tres plantas, con un aparcamiento en superficie para cerca de medio millar de vehículos.
En cuanto al área de uso meramente deportivo, los promotores han previsto una zona delimitada para la práctica del golf, así como la creación de diversas salas multiusos donde los deportistas podrán realizar reuniones y demás actividades, además de un área para la instalación de un espacio gastronómico, algún pequeño comercio para la venta de artículos deportivos, vestuarios, oficinas y cuartos de instalaciones.
Proyecto sostenible
Uno de los grandes caballos de batalla de los movimientos que en su día se opusieron a la creación de tantos campos de golf a lo largo del litoral mediterráneo fue, precisamente, el desmedido uso de agua que requerían sus muchas hectáreas de césped; algo que, hoy en día y en el contexto de sequía actual, vuelve a tomar mucha importancia.
Aunque ese derroche ha sido muchas veces matizado e, incluso, negado desde el sector, el proyecto presentado por Topgolf en La Nucía llega marcado por la sostenibilidad, ya que, tal y como ha afirmado Bernabé Cano, tiene previsto el uso de césped artificial para reducir el consumo de agua en la instalación.
Este contará “con sistemas más eficientes, con la reutilización del agua de lluvia, riego con agua reciclada y otras alternativas”. Igualmente, “apuestan por reducir la generación de residuos y un tratamiento adecuado de los mismos, así como un plan para evitar la contaminación lumínica y el ruido”.