La conurbación entre Aldaia y Alaquàs hace que ambas compartan iniciativas, como un arbolado cinturón vegetal como pulmón urbanita. El parque Cinturón Verde o Cinturó Verd, paralelo a la avenida Joan Fuster, desde la que saludan edificios como el del Teatro Auditorio Municipal (TAMA), es la más evidente. Inaugurado el 26 de abril de 1995, década a década ha ido ampliándose.
El parque infantil de la calle Pedrota (y de la Sant Joan de Ribera, y de la Manises) es la otra cita verde y urbana del lugar, anexo al puesto municipal de la Guardia Civil. Junto a ambos, un pequeño espacio verde con fuente, banquitos y promesa de futuras frondosidades. Bien, ya estamos en septiembre, y continuamos con nuestros paseos por los parques urbanos, donde los hay, en el área metropolitana de València.
Singularidades vegetales
En Aldaia, no nos olvidemos de singularidades como el pasaje peatonal de la calle Hermanas Santa María, las amplias aceras arboladas de la plaza de la Constitució o la plaza de Europa, con templete, refrescantes sombras y mercado municipal anexo, con cita gastronómica y hasta cultural (el Teatre del Mercat). Hay más, como la placita de la Iglesia, miniatura casi de la Constitució.
Se trata, en muchos casos, con sus excepciones a la regla, de zonas verdes de relativa o inmediata modernidad. En otros, asoma la historia. Paseémoslas, vivámoslas, siguiendo, para aclararnos, un orden alfabético. Ahora toca Alfafar, con el reclamo del Coliseum Parc de les Palmeres, remodelación de 2006 de un paseo que llegó con la democracia, como la más despejada plaza del Poeta Miguel Hernández.
Frecuentemente se trata de zonas verdes de relativa modernidad
Actividades mil
El lugar permite embarcarse en un montón de actividades, deportivas o culturales (posee auditorio al aire libre), si es que te hierve la sangre, que si aún aprieta el calor lo suyo es aprovechar las muchas sombras de este alargado espacio verde subrayado por palmeras de diferentes especies. Ni siquiera cruzamos la avenida de Alfafar, que pasa bajo el parque y la paralela vía ferroviaria.
Se nos llenó de rincones verdes la ciudad, como en muchas otras del área metropolitana. Como el recoleto parque de Vora Via (al borde de la vía) de Almàssera, con pinar, fuente, banquitos, juegos infantiles y vistas de la huerta. A la plaza de la Música, frente al polideportivo, eso sí, aún le queda para salir del modo promesa y convertirse en refrescante parque urbano. Camino que ya lleva la plaza Manuel Leonor, casi frente al cementerio.
Benetússer exhibe con orgullo el ajardinado parque de la Xapa
Cultura anexa
Benetússer exhibe con orgullo el ajardinado parque de la Xapa (Chapa), con el chalet de la Xapa convertido desde 2010 en espacio cultural. Hay fuente y también chimenea conservada de la industria de jabones (lo contaba una cartela un tanto maltratada) sobre la que se construyó este pulmón urbano, de los varios ejemplos del sector secundario que tomaron el municipio entre el XIX y el XX.
El asunto se vuelve racimo en el enorme parque municipal La Granja de Burjassot, que además de un montón de espacios arbolados, cuenta con complejo cultural adjunto. Sembrado todo en 1868 en los Jardines del Real de València, el traslado al municipio acontecía desde el 21 de octubre de 1893, en la finca y palacete de los Condes de Trigona. Su concepción actual arrancaba en 1986. Pero no está solo.
El de La Granja (Burjassot) sembraba en los Jardines del Real
Bosque mediterráneo
No menos impresionante es el también municipal l’Eixereta, inaugurado en 1980 y que aprehende en su interior un buen cacho del bosque mediterráneo autóctono. Inmersión curiosa porque no es llana. En el lugar, hay varios centros docentes, agua, instalaciones deportivas y gastronomía. También senderos, y ardillas y mosquitos. Pero Burjassot posee más. Como el más reciente, de 2004, Jardí El Mirador, una cuidada miniatura del anterior.
O el cercano Ocho de Marzo, más preceptivo en el concepto de parque urbano, amplio y muy concurrido por la cultura rapera. Catarroja no registra parques, pero sus plazas de la Chimenea (de la antigua fábrica de ladrillos) y dels Furs (de los Fueros) merecen ser consideradas como tales. Como la plaza de España de Foios, colindante con la Casa de Cultura, antiguas escuelas municipales (1917).
Plazas poderosas
Lo mismo podemos decir de la plaza, con auditorio, del Rei Jaume I, que, de hecho, contradiciendo lo que aparece en el portón del recinto (abierto), figura en muchas guías directamente como ‘parque’. Godella posee varios espacios (plazoletas, plazas o pequeños parques) catalogados como parques y algunos asociados a varias villas (de Villa Eugenia, de la Vila Blanca), otras construcciones (de la Ermita del Salvador), o accidentes geográficos urbanos (del Clot de Barrabás).
Sin olvidarnos, ya más crecidos, el de la Casa de Campo o el del Molí (por el remodelado molino de agua; el lugar se rediseñó en colaboración con el vecindario). Hay pocas alturas en general por el municipio, pero rezuma verdor, incluso entre sus calles (palmeras, setos, árboles en general). Buen sitio para buscar una sombra, relajarnos y respirar aire tamizado por los vegetales, antes de continuar nuestros paseos por los parques del área metropolitana.