Entrevista > Pepe Mira / Suboficial jefe de bomberos de la Vega Baja (Benijófar, 28-enero-1961)
Los llamamos héroes, pero para nada se califican así. “Nosotros hacemos nuestro trabajo, que nos puede salir bien, regular o mal, intentando emplear la máxima profesionalidad y rigor, porque la vida de las personas es lo primero”, remarca Pepe Mira, suboficial jefe de bomberos de la Vega Baja. Precisan, para ello, de los mejores medios e infraestructura posibles.
La regla número uno, apunta, es actuar de una forma muy contundente, lo más rápido posible, “porque la mayoría de los incendios si no se apagan al principio, se convierten en desastres medioambientales de grandes dimensiones”.
Este año uno de los más relevantes se produjo en Tárbena, en la Marina Baja, con la intervención directa de los bomberos durante tres días. “Primero se da por estabilizado, seguidamente por controlado y, por último, extinguido”, señala. Se espera después una jornada o dos para “asegurarnos de que no hay ninguna zona caliente en el perímetro”.
«Si los incendios no se apagan en los momentos iniciales, se convierten en desastres medioambientales»
¿Cómo ha sido el verano en la zona?
Tranquilo, aunque hemos tenido que realizar muchas intervenciones, la mayoría de escasa relevancia y pocas horas de actuación. Por ejemplo, en la zona de Orihuela Costa, en Campoamor -junto a los campos de golf-, sufrimos un incendio forestal en el que ardieron unas doce hectáreas. El resto, lo cotidiano.
La nuestra es una comarca muy seca, de mucho calor en verano.
Sin duda, disponemos de mucha masa forestal y rural. Se producen muchos incendios de huertos con palmeras u otros abandonados (de naranjas o limones). Lo positivo es que, al ser un área muy concurrida, actuamos muy pronto y los incendios no se desarrollan.
¿Dónde se suelen concentrar esos incendios?
En la zona norte de la provincia, es decir, Marina Alta y Baja, además de la montaña en los alrededores de Alcoy. Este año los más importantes fueron en Tárbena, que quemó alrededor de seiscientas hectáreas, y otro que se produjo en Benasau, calcinando sobre 270.
«Nuestra comarca, al estar muy concurrida, nos avisa pronto y podemos actuar con mayor rapidez»
¿Quién decidió la evacuación de los vecinos de Penàguila?
Esa es tarea de los servicios de seguridad, en este caso la Guardia Civil, aunque fuimos nosotros los que les dimos la orden. Se evacuó porque había un riesgo de verse involucrados en el incendio.
En un Puesto de Mando Avanzado (PMA) suele estar el responsable del Departamento de Seguridad -normalmente un Policía Nacional-, y nosotros le decimos qué zonas o casas pueden correr peligro, para que las evacúen.
¿Habéis pasado momentos peligrosos?
En una intervención es extraño que no haya ningún incidente por parte de algún bombero. Son numerosos los medios que se mueven, siempre con precaución. Trabajamos de noche, con dificultades por el terreno, con humo… Por fortuna, los accidentes sufridos han sido menores, como el vuelco de un camión.
Del fuego jamás te puedes fiar.
Es muy traicionero por muchas razones. Cuando un fuego se mete en un barranco, es explosivo, pues hay una deflagración tremenda, o en el momento en que coge una ladera pendiente arriba, no corre, vuela, así como si hay viento o poca humedad.
La primera valoración que hacemos es si es conveniente poner en marcha el llamado ‘Despacho automático’, que contempla el Plan Forestal de Incendios de la Comunitat Valenciana. Se movilizan al instante dos medios aéreos, dos unidades de bomberos forestales con autobomba, una unidad de bomberos y un capataz coordinador.
«Cuando un fuego se mete en un barranco es explosivo, porque se produce una deflagración tremenda»
¿Compensa jugarse la vida?
Si lo pensáramos fríamente, no nos meteríamos en el fuego. No se nos pasa por la cabeza que vamos a tener un problema o nuestra vida corra peligro, porque si lo hiciéramos, no realizaríamos este trabajo. Además, cuando estamos en un incendio forestal siempre hay unas normas de seguridad, para poder salir en el caso de que el viento ruede y te veas involucrado.
En un incendio vivienda sí nos metemos en lugares de mucha temperatura, pero con un equipo de intervención que tiene una serie de prestaciones. Son medios adecuados a las intervenciones que vamos a llevar a cabo.
¿Qué otros peligros hay el resto del año?
Fundamentalmente los incendios de viviendas y accidentes de tráfico, que son donde más personas se ven involucradas. Lo principal es llegar a ellas lo antes posible y rescatarlas. El resto son rescates (de personas y animales), incendios industriales…
¿Cuáles son los mayores retos de un bombero?
Actualizarnos respecto a las nuevas tecnologías, constantemente. Estamos ahora con los vehículos eléctricos, de gas, y debemos prepararnos para intervenciones en ellos, siempre con la máxima seguridad y respeto. Asimismo, cada bombero tiene que estar perfecto físicamente, por si tiene una actuación prolongada o necesita de alguna fuerza especial.