Cualquiera que haya pasado por la Universidad Politécnica de València (UPV) habrá pensado que sus estudiantes viven en una ciudad enclavada dentro de una ciudad. Esos alumnos y profesores gozan no sólo de instalaciones deportivas y cafeterías, sino también de agencia de viajes, peluquerías… buena parte de los servicios existentes en cualquier barrio o municipio. Así está sucediendo en el Real Club Náutico de València (RCNV).
Se asocia el RCNV al lugar donde aquellos que poseen una embarcación lo tienen amarrado. No sólo para dejarlo atracado hasta la siguiente salida marítima, sino también al lugar donde se efectúa el mantenimiento y reparaciones del buque. Pero hay más. Mucho más. Y cada año que avanza va camino de convertirse en una miniciudad dentro del RCNV.
Fue fundado en 1903, dieciséis años antes que el Valencia CF
¿Dónde está?
Se encuentra en el camí del Canal, 91, que pertenece al distrito de Poblats Marítims. En dirección al sur, aquel que quiera descubrirlo deberá coger la carretera en dirección a El Saler y tomar la salida previa al antiguo cauce del Turia que lleva a Pinedo. Tras superar varias rotondas, enseguida dará con su entrada, literalmente vecina a la de la parte sur del Puerto de València.
Quien no tenga prisa y quiera gozar de un paseo saludable, también puede hacerlo tanto a pie como en bici, dado que existe un carril habilitado para ambas actividades que se extiende desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pasado por Nazaret, hasta llegar a la misma puerta de entrada del RCNV sin tener que coger carretera. Además, se puede llegar en autobús (EMT, línea 15).
Historia
El RCNV fue fundado en 1903, dieciséis años antes que el Valencia CF. En 1981 obtuvo el primer premio en el concurso para el diseño de la nueva sede, Antonio Escario, Cristina Grau García y Camilo Grau García. En 1982 trasladó sus instalaciones del interior del Puerto de València a su actual ubicación, junto a la nueva desembocadura del Turia.
En 1992 amplió sus instalaciones, que pasaron de contar con 7,5 hectáreas en tierra y 14,4 en la mar, a 10 y 25,06 respectivamente, convirtiéndose así en el Club Náutico de España con instalaciones de mayor amplitud al servicio de sus asociados. El número de amarres también pasó de 1011 a 1206.
Se puede llegar en vehículo particular, en bicicleta, paseando o con la línea 15 de la EMT
Medio ambiente
Ha sido beneficiario del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, cuyo objetivo es potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, y gracias al que ha implantado un sistema de gestión de la sostenibilidad basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible con certificación S de Sostenibilidad Turística del Instituto Calidad Turística Española (ICTE).
“Somos sostenibles ambientalmente. Trabajamos en un entorno frágil, el mar, que debe de ser cuidado y preservado para que futuras generaciones disfruten de él. Vigilamos y controlamos los vertidos al mar, gestionamos y separamos nuestros residuos y ayudamos a nuestros socios y clientes a gestionar los suyos; trabajamos por la eficiencia energética y la reducción de nuestra huella de carbono”, apuntan desde el RCNV.
Valencia Mar
La plataforma Valencia Mar pretende impulsar toda una serie de iniciativas que protegen el medio ambiente. De esta manera, a lo largo de todo el recorrido del RCNV el transeúnte contempla una serie de señaléticas e indicadores que recuerdan qué puede y qué no hacer en las instalaciones del RCNV. Así, no se puede molestar con música o ruidos al resto de usuarios. También se ruega mantener limpia la zona (que lo está, afortunadamente).
De la misma forma, está prohibida la pesca en el interior del RCNV y también es obligatorio llevar los perros con correa y recoger sus residuos. Estas indicaciones se redactan tanto en castellano como en inglés. Además, se recuerda un número de atención (960 111 099) al que el usuario puede llamar para realizar cualquier tipo de consulta cívica.
Valencia Mar también recuerda el número de canal de radio mediante el cual todo marinero puede conectar con esta plataforma (VHF 09), así como un correo de internet al que dirigir las consultas: info@valenciamar.com.
«Trabajamos en un entorno frágil, el mar, que debe de ser cuidado y preservado» RCNV
Puntos limpios y cargadores
Al igual que en la misma ciudad, en el RCNV existen una serie de elementos que permiten a cada usuario hacer vida con normalidad las veinticuatro horas del día en las instalaciones. Existen puntos limpios y recogida selectiva de residuos, además de la distribución de cargadores eléctricos para vehículos (las bicicletas y los patinetes eléctricos de los empleados del RCNV son ya un hecho). Al final de cada pantalán se ha ubicado un contenedor.
Las placas solares poseen múltiples funciones. Por un lado, sirven para calentar el agua de los baños del náutico. Su disposición resulta especialmente llamativa en el tramo que separa el puerto del RCNV. Una enorme hilera de placas solares de enormes dimensiones conforman el ‘skyline’ de la zona norte del náutico.
El aparcamiento cubierto utiliza luces led y en la ‘playita’ se usan luces solares. La ‘playita’ del RCNV, por cierto, apuesta por la sostenibilidad, dado que se sirve de agua del mar, de forma que no se echa mano de sistemas de depuración químicos.
Actividades
SUP, buceo, ‘kayak fishing’, eventos náuticos corporativos para empresas o navegación en moto de agua, son algunas de las actividades que se desarrollan en el puerto deportivo, y que conviven con eventos como el Concurso de Paellas Marinera, la Floating Party, la Oktoberfest, la limpieza de fondos marinos y las exposiciones de pintura en Val-Paraíso.
Clara Martínez es socia del RCNV y constata este crecimiento: “Antes teníamos el restaurante del club y las pistas de tenis y poco más, ahora la oferta es increíble; además, viene mucha gente que no es socia a disfrutar de las nuevas instalaciones exteriores”.
Existe recogida selectiva de residuos, además de la distribución de cargadores eléctricos
Restauración
“Uno de nuestros propósitos es combinar la tradición gastronómica con el mar, dos de los activos más importantes que tenemos en Valencia. Para ello, ofrecemos tres espacios gastronómicos en nuestra base náutica: el bar/café Val-Paraíso, el restaurante La Barraquita, un local con unas vistas privilegiadas que conquista a todo el que lo visita, y el ‘foodtruck’ de Plan B”, explican desde Valencia Mar.
Y es que la oferta gastronómica del RCNV funciona toda la semana. Aunque no todos ofrecen cena a diario, muchos vecinos de València han tomado como referencia estos locales para hacer ‘tardeo’, como punto de reunión para ver partidos de fútbol o incluso para celebrar cumpleaños. La Barraquita, el restaurante más al este del náutico, dispone de un salón supletorio donde regularmente se llevan a cabo todo tipo de celebraciones.
Compraventa de embarcaciones
Al Real Club Náutico de València se puede acceder por el edificio principal como hacen los socios de esta centenaria institución deportiva, o bien por la carretera lateral hasta llegar a la zona de la escuela y la oferta gastronómica antes citada. Se trata de una carreterita que bordea el RCNV y que va pared con pared con el límite de un puerto de València que queda separado por un alto muro de hormigón.
Nada más alcanzar esta zona lo primero que aparece es el Plan B, lugar concurrido por los jóvenes valencianos. Los coches aparcan y desaparcan continuamente en una terraza demandada por los universitarios (y ya no tan universitarios). Acto seguido se encuentran las instalaciones de la escuela de vela, con sus hangares y casetas de enseñanza teórica.
Los primeros pantalanes ofrecen las embarcaciones que se encuentran en situación de venta. Grandes catamaranes, veleros de distintas dimensiones y todo tipo de buques lucen carteles de ‘se vende’ con un número de teléfono de contacto. A partir de estos primeros pantalanes, y salvo algún buque aislado con cartel de venta, el resto de embarcaciones amarradas son de propietarios de uso de fin de semana… pero también de marineros que viven todo el año.
Ofrece SUP, buceo, ‘kayak fishing’, eventos náuticos corporativos o navegación en moto de agua
Los trasteros
De igual modo que sucede en las ciudades, los domicilios son cada vez más pequeños (por distintos motivos) y ante la tendencia cultural española de acumular objetos, se requiere un trastero donde almacenarlos. En la ciudad existen los garajes donde suelen haber trasteros, incluso las empresas que se dedican a alquilar estos espacios en caso de que el vecino no disponga de uno o se le haya quedado pequeño.
Sucede lo mismo en el RCNV, donde una larga hilera de más de un centenar de trasteros de tamaño casi similar se encuentra a disposición de los usuarios. No todo cabe en el barco, así que el desahogo de un trastero se antoja solución ideal para los propietarios de los amarres. “Los que pasamos casi todo el día aquí nos viene fenomenal”, indica Helio, marinero y patrón.
Servicio de lavandería
Es cada vez más habitual en las ciudades que los vecinos, sobre todo aquellos que se encuentran en régimen de inquilino o quienes están de paso por València, busquen una tienda de barrio para hacer la colada. Estas cadenas se empezaron a poner de moda hace algo más de una década, cuando el desembarco de estudiantes Erasmus redobló su presencia en la ciudad.
En los barcos no suele ser habitual tener este tipo de electrodomésticos, por lo que gozar de una lavadora y una secadera se antoja un recurso más que necesario para los vecinos de los pantalanes del RCNV. Hay que recordar también que existe un punto de entrega de paquetería, elemento fundamental en una sociedad que cada vez realiza más compras telemáticamente.
Val-Paraíso, La Barraquita y el ‘foodtruck’ de Plan B son lugares donde tomarse una copa
Mantenimiento
El servicio de marinería es muy apreciado por los dueños de los barcos. En las líneas de este mismo periódico ya reflejamos cómo los patrones de barco se quejan de que algunos puertos y náuticos carecen del servicio de marinería. No es el caso del RCNV, que pone a disposición de sus usuarios esta fuerza de trabajo.
Además de ello, varios locales del RCNV ofrecen este tipo de servicio. Así, ya desde los primeros pantalanes con Valencia Yacht hasta el último de ellos, son varias las empresas particulares que también llevan a cabo servicios de mantenimiento.
Al aire libre y vigilado
Si alguno de los usuarios de las embarcaciones desea descansar de la vida a bordo, pero tampoco le apetece consumir, en tierra, en alguno de los restaurantes y bares distribuidos en el náutico valenciano, diferentes bancos y mesas de libre disposición se reparten, sobre todo en la zona más al este. A modo de pícnic, se puede disfrutar al aire libre y totalmente gratis de estas instalaciones. Incluso algunos paelleros también se han construido.
De igual manera sucede con el deporte. Aunque el mar ya permite llevar a cabo deportes náuticos muy diversos, una cancha de baloncesto detrás del aparcamiento y junto a los paelleros es punto de encuentro para muchos marineros. Y por supuesto, todo vigilado. Muy vigilado: multitud de cámaras aparecen a poco que uno levante la vista.