Entrevista > Marc Ortiz / Director de cine (La Sénia, Tarragona, 30-mayo-1979)
Los relatos populares de La Pastora se fueron contando de boca en boca -de generación en generación- en todos los pueblos de la comarca de Els Ports, sobre todo en La Pobla de Benifassà, donde se crio el director tarraconense Marc Ortiz.
Al propio realizador la historia se la explicó su abuela, quien conoció en primera persona a este singular personaje, nacido intersexual bajo el nombre de Teresa, pero que con los años se hizo maqui y asimiló la identidad de Florencio Pla.
Después de varios cortos, videoclips y mucha publicidad, finalmente ha podido completar una película que brinda su visión de quién fue La Pastora y todo lo que sufrió. “El título del guion es ‘L’Aguait’, pero todavía desconozco el definitivo del film”, confiesa.
«Soy un director riguroso, aunque me encanta improvisar, especialmente en el set de rodaje»
¿Cinéfilo desde cuándo?
Mientras cursaba el segundo año de Historia del Arte, había una asignatura que se llamaba Aula de Cine y allí me di cuenta de lo que realmente me gustaba. Consistía en acudir a la Filmoteca de Cataluña, donde ponían una tarde a la semana las películas más relevantes de la historia.
Pensaba cuánto me gustaría crear cosas a partir de las imágenes y comencé seguidamente una materia llamada Videocreación, saltando después a realizar videoclips, cortos…
¿Cuál es tu estilo como director?
Me gusta llevar a cabo una labor muy metódica, también porque trabajo muchas horas en casa y debo organizarme. Sin embargo, toda esa rigurosidad soy capaz de tirarla a la basura y empezar de cero, porque me encanta improvisar, especialmente en el set de rodaje.
Para mí un guion, por ejemplo, es una pauta para comenzar a desarrollarlo, con los actores o la puesta en escena. Veo después lo que proponen, o lo que propongo yo; hacer una película es un diálogo entre el equipo técnico y el actoral.
¿Cómo te llega la historia de La Pastora?
Por mi abuela Regilda, que era la ayudante de la modista (Adelaida) que diseñaba los vestidos a La Pastora. Me he criado en el pueblo de La Pobla de Benifassà y los de aquí conocemos sus andanzas desde que somos pequeños.
De hecho, cuando nos íbamos a jugar a la montaña, con seis años, para que no lo hiciéramos nos decían que nos encontraríamos a La Pastora, que era el monstruo.
«Cuando éramos pequeños e íbamos a la montaña nos amenazaban con La Pastora, el monstruo»
Pero pronto descubres otra realidad.
Exacto, al hacerme mayor le pregunté a mi abuela, sobre cómo era La Pastora, y me relataba que era una persona muy sociable, que jugaba con los niños, muy al contrario de la fábula que se ha ido creando.
¿Te pones entonces en contacto con Elena Solanas?
Sí, mediante la productora contacté con Elena, sobrina de Florencio, que ya había aparecido en el programa de À Punt ‘Valentes’. Lo curioso es que, en nuestras múltiples charlas, al tiempo que redactaba el guion, jamás hablamos de lo que era verdad o no, porque yo parto de aquello que me han ido contando, desde pequeño.
Esas microhistorias, todas de tradición oral, las fui recopilando e hice un guion, sin nutrirme de los descubrimientos de Elena. Luego resultó que era casi la misma historia.
¿Relatos paralelos?
Se podría decir que sí. Su libro, de búsqueda, es casi más de ella que de su tío, mientras la película -aunque cuente la misma historia- es diferente. Sin embargo, Elena asegura que el guion refleja todo lo que le han desvelado de Florencio.
«La Pastora era parte de su vida, pero él era Florencio Pla, y su historia es sencillamente impresionante»
¿La película es ficción?
Lo que no tiene es una voluntad de decir ‘esto es la verdad’, pues se trata de una historia que pasó hace mucho tiempo y donde me han relatado hechos incluso contradictorios. La película, el relato, se basa en la búsqueda de la identidad y en muchas vivencias de Florencio Pla.
¿Cuándo y dónde se rodó?
Comenzamos a realizarla en febrero y acabamos a finales de marzo, en diferentes localidades, como La Pobla de Benifassà, porque consideré que era importante que se rodara entre gente que conoce su vida.
Durante la grabación el propio municipio se volcó en ayudarnos en todo, algo sumamente gratificante. Otras localizaciones fueron Morella, toda la zona de Els Ports y La Terra Alta, en la provincia de Tarragona.
¿Por qué todavía no hay título definitivo?
El primero del guion era ‘L’Aguait’, pero ha evolucionado tanto que ya no tiene sentido. Podría ser ‘La Pastora’, pero es un nombre que no se lo pone él, sino la Guardia Civil, como el bandolero o asesino que pensaban que era. La Pastora era una parte de su vida, pero al final, él es Florencio y su historia es sencillamente impresionante.