Con puntualidad británica, a las 17:30 horas del domingo y en el Palau d’Esports l’Illa, la undécima temporada consecutiva del primer equipo del Club Balonmano Benidorm (ahora bautizado como Servigroup Benidorm) en la Liga Asobal echaba a andar ante un Guadalajara que regresaba, un año después, a la máxima categoría para acabar cayendo frente al Servigroup Benidorm por 33-28.
Los primeros minutos de juego calcaron, en líneas generales, lo que se esperaba de un primer asalto liguero entre dos equipos llamados a pelear por los mismos objetivos: mucho tanteo mutuo, tremenda igualdad en ataque y defensa, y pequeños detalles que inclinaban la balanza ora para los locales, ora para los visitantes; siempre con distancias mínimas.
Así se mantuvo el asunto hasta mediada la primera mitad. A ese minuto 15 se llegaba con empate en el marcador (8-8) y con el Guadalajara poniendo contra las cuerdas en más de una ocasión a un Servigroup Benidorm que, eso sí, no parecía hacer aguas con la presión y que daba toda la sensación de confiar en que el ‘fuego lento’ acabara cociendo a su rival en la calurosa tarde mediterránea.
Fue entonces cuando las cosas cambiaron. Tres buenos ataques consecutivos por parte del Servigroup Benidorm, acompañados de dos ofensivas alcarreñas en las que los visitantes invadieron la intocable zona de seis metros, permitieron a los de Sergio Carballeira abrir una pequeña renta (11-8 al minuto 20) que, visto lo visto hasta entonces, podía valer su peso en oro.
Solicitó entonces Juan Carlos Requena su primer tiempo muerto para tratar de frenar la sangría, pero el Servigroup Benidorm había encontrado la forma de hacer daño y no estaba dispuesto a soltar a su presa tan fácilmente. Llegaron entonces los que fueron, sin duda, los mejores minutos de los locales hasta entonces para llevar el choque al descanso con una ventaja de cinco goles para el Servigroup Benidorm (16-11).
Roberto Domenech, brillante
Mención especial en este punto merece la actuación de Roberto Domenech, que comenzó el partido en el banquillo y que tras ese primer tiempo muerto se colocó bajo palos sustituyendo a un poco afortunado Krystian Witkowski para marcharse al descanso con una efectividad del 62% tras detener cinco de los ocho lanzamientos rivales haciendo recordar, por momentos, las mejores tardes de una leyenda de la portería del Benidorm como otro Roberto, en este caso Rodríguez, (ahora en el Granollers).
Tras la reanudación, todo parecía seguir por el mismo camino, con un Servigroup Benidorm al que le salía todo en ataque durante las primeras jugadas y que abría todavía más hueco en el marcador. Pero el Guadalajara despertó entonces de su letargo para, en tres ofensivas consecutivas, volver a echarle pimienta al choque que llegaba al minuto 35 con un ajustado 18-15.
Pero como ya sucediera en la primera mitad, cuando Guadalajara apretaba con ahínco, los de Sergio Carballeira mostraron su capacidad de resistencia y sus nervios de acero para no caer en la trampa de las prisas y las precipitaciones.
Solicitó el entrenador local un nuevo tiempo muerto para poner un poco de orden y dar algo de descanso a un equipo que, ahora sí, comenzaba a meterse en esos minutos de gran peligro por la falta de rotaciones derivada de las importantes ausencias que arrastra debido a las lesiones.
Con todo, el Servigroup Benidorm ilusionó a la parroquia local con un juego excelso tanto en defensa como, sobre todo, en ataque; manteniendo siempre a raya a los alcarreños y entrando en el cuarto de hora local con cinco goles de ventaja (25-20).
Lejos de acusar ese teórico cansancio que debería de poner en jaque al equipo en la parte final de los partidos, el Servigroup Benidorm demostró una entereza encomiable y siguió apretando las tuercas a su rival en toda una declaración de intenciones que terminó con esa victoria de 33-28 que coloca a los del Palau d’Esports en el tren de cabeza antes de afrontar dos complicadísimos desplazamientos a Granollers y Cuenca, respectivamente.