La localidad modernista de Novelda, a unos treinta minutos de Alicante y de recomendable visita, alberga el Paraje Natural Municipal Clots de la Sal y Sierra de la Mola, un área de más de 120 hectáreas que cuenta con destacados atractivos medioambientales, históricos, culturales y sociales.
Sobresalen en el paraje los Clots de la Sal o Salinetes de Novelda, pequeños estanques de aguas salinas; el propio río Vinalopó -como ecosistema acuático-; el santuario de Santa María Magdalena y el castillo de la Mola, de origen islámico, ambos en la misma sierra, rodeados de monte bajo y pinadas.
El manantial de agua salada de los clots discurre por el denominado Barranco de la Sal antes de desembocar en el río. Tradicionalmente estas aguas han sido empleadas como balneario a cielo abierto para los que anhelan tratamientos para la piel, sufren enfermedades reumáticas o los que buscan un simple baño al aire libre.
Qué son los clots
Los Clots de la Sal constituyen pequeños estanques de agua sulfuro-ferrosa en el lecho del río Vinalopó, formado por afloraciones de aguas salinas del acuífero. Son una especie de ‘piscinas’ llenas de arcilla y sal cristalizada por el riachuelo.
Los más populares son el Negre y el Roig, que seguidamente detallaremos. Una vez concluido el baño de agua y arcilla en el primero continuamos por el lecho del barranco -un kilómetro-, hasta alcanzar el segundo.
En este, de menor salinidad, podremos lavarnos la sal y la arcilla que nos hemos aplicado. Calculan que lo que se tarda en llegar de uno a otro es suficiente para que hagan efecto ambos elementos.
Los clots son pequeños estanques de agua sulfuro-ferrosa, considerados beneficiosos para la salud
Beneficiosos para la salud
El agua de los clots brota a una temperatura media de 22 grados, con entre 150 y 250 gramos de sal por litro, diez veces superior a la del mar. Esta combinación, junto al barro, hace que estén consideradas beneficiosas para la salud, “pero no son milagrosas, como suponen muchos”, advierten los lugareños.
Las propiedades medicinales de estas aguas hicieron que se comercializaran extensamente a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del XX. Se construyó incluso un balneario, el de las Salinetas, inaugurado el 3 de marzo de 1858.
Pronto adquirió fama en todo el país y logró atraer a gran parte de la burguesía y corte madrileña de la época. El balneario vivió su periodo de máximo esplendor entre 1875 y 1900, quedando establecida la temporada de baños entre el 15 de mayo y el 15 de octubre.
Clot Negre y Roig
El Clot de les Aigües Negres se localiza en el margen izquierdo del río, próximo a la desembocadura del barranco de Casa Mitjana. Posee un caudal aproximado de 20 a 30 litros/segundo, siendo el mayor del paraje.
Sus aguas son halosulfurosas y se caracterizan por el olor a sulfuro de hidrógeno que desprenden. Asimismo, acumulan gotículas de azufre de color blanquecino, que acaba depositándose sobre las piedras de la corriente creando un paisaje muy singular.
Por su parte, el Clot Roig es una afloración de agua que forma un pequeño estanque, muy cerca del Barranco de la Sal. Son aguas que presentan una coloración pardo-rojiza, como consecuencia del elevado contenido de óxido de hierro.
En el siglo XIX se construyó un balneario que atraía a la burguesía y corte madrileña de la época
La Sierra de la Mola
Con una altura máxima de 542 metros sobre el nivel del mar, la Sierra de la Mola presenta un clima semiárido que condiciona notablemente la presencia de la fauna y flora de la cuenca mediterránea.
Por esa razón, en los meses de más calor se recomienda no visitarla durante las horas centrales del día o si hace mucho calor. También llevar gorra, obviamente agua y acudir mejor temprano o a última hora de la tarde.
Predominan formaciones de matorral y la presencia de abundante avifauna, como el cernícalo vulgar o el mochuelo, además de mamíferos -liebre y murciélagos de herradura-, reptiles como el lagarto ocelado y la culebra bastarda, o anfibios del tipo sapo partero.
Castillo y santuario
El castillo de la Mola, Bien de Interés Cultural desde 1931, domina el valle medio del Vinalopó y forma parte de la red de fortalezas creadas en la Edad Media. De origen islámico, fue construido en el siglo XII y en el interior de su recinto amurallado se aprecian dos imponentes torres, la mayor de doce metros.
Finalmente, el santuario de Santa María Magdalena, con pequeñas similitudes a la Sagrada Familia, es el principal reclamo turístico de Novelda. Fue un proyecto diseñado por el ingeniero local José Sala, que había estudiado en Barcelona y sentía una ferviente admiración por Gaudí. Comenzó su construcción en 1918, finalizando veintiocho años después.