La situación de sequía que vive buena parte de la Península Ibérica y, de manera muy acentuada, la cuenca del Júcar, ha obligado a distintos ayuntamientos de la Comunitat Valenciana a activar distintas medidas para tratar de ahorrar agua, a la espera de que el otoño traiga las tan esperadas lluvias que alivien la situación de emergencia que viven embalses como los del Amadorio o Guadalest, de los que bebe la Marina Baixa.
De hecho, en Altea, el alcalde, Diego Zaragozí, publicaba el pasado verano un bando por el que se decretaban restricciones al uso del agua en algunas zonas de la parte norte del municipio. Una medida que afectaba a La Mallà, el Mascarat, Alhama Candela y Sierra de Altea II, donde quedaban prohibidas actividades como el riego de jardines, huertos, terrazas, zonas verdes y deportivas, de carácter privado o público; llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas; y limpieza y baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público o privado.
Se acometerá una serie de obras en la red de suministro de agua del Polígono La Mallà
Reservas en caída libre
En aquel momento, el embalse del Amadorio embalsaba 2,2 hectómetros cúbicos (14% de su capacidad) y el de Guadalest contaba con una reserva de 3,4 hectómetros cúbicos (26%). Apenas dos meses y medio después, esos números han caído a 1,76 (11%) y 2,45 (18%) hectómetros cúbicos, respectivamente. Y eso que ambos han recibido aportes adicionales provenientes de la desaladora de Mutxamel.
Consecuencia de todo ello es que este mes de septiembre la edil de Infraestructuras de Altea, Aurora Serrat, anunciaba la aprobación de la ejecución urgente de una serie de obras “en la red de suministro de agua del Polígono La Mallà, debido al precario estado de las infraestructuras y el posible riesgo de desabastecimiento”.
Obras urgentes
Según Serrat, estos trabajos son “actuaciones urgentes que se realizarán de manera inmediata para garantizar la continuidad del servicio y mejorar el rendimiento de la red”, ya que, ha añadido, “nos encontramos en un escenario en que la capacidad de extracción del Pozo Bunnik no será suficiente para atender la demanda de suministro, lo que produciría el desabastecimiento de la población de los ámbitos de la Malla, Mascarat, Urlisa III, Sierra Altea II y Sector Alhama Candela”.
Una situación, ha afirmado Serrat, que viene derivada “de la mala ejecución de las obras de urbanización por parte de Edificaciones Calpe, junto con una deficiente y grave gestión del servicio público de abastecimiento de agua a la Urbanización La Mallà , por parte de Apobersa, empresa concesionaria elegida por el urbanizador, así como un defectuoso mantenimiento de las redes generales y nulas inversiones, que contribuyó a que el rendimiento de la red fuera extremadamente bajo por las continuas fugas”.
Como continúa Serrat, “esto ha provocado pérdidas considerables de agua potable y ha generado una sobreexplotación de los acuíferos, con periodos de aumento de la salinidad y conductividad”.
Rocío Gómez recuerda que Altea Hills tiene intención de querellarse contra el Ayuntamiento
Posible demanda contra el Ayuntamiento
La portavoz del Partido Popular, Rocío Gómez, ha recordado que esta situación tuvo una derivada el pasado mes de agosto, cuando propietarios de la urbanización “Altea Hills barajaban querellarse contra el Ayuntamiento por prevaricar y cometer delito ecológico, al no acometer las infraestructuras necesarias para evitar que se pierda diariamente entre un 55 y un 65% del agua potable, pese a las advertencias de los vecinos”.
En ese momento, ha insistido Gómez, el alcalde de la Villa Blanca, Diego Zaragozí, “atacó directamente al PP alegando que no lo habían hecho por no estar recepcionadas por el Ayuntamiento, no siendo de titularidad pública, por lo que afirmaba que no era legal y que, además, pretendíamos que lo pagase todo el pueblo”, acusando al PP de “favorecer a un sector privilegiado”.
Choque político
Tras recordar ese episodio y una vez anunciadas esas obras de urgencia por parte de Aurora Serrat, Rocío Gómez ha vuelto a la carga afirmando que “ahora queda demostrado que el alcalde de Altea utiliza la demagogia, no le importa falsear la realidad y malmeter para sacar rédito político. Siendo consciente de la realidad, es capaz de hacer declaraciones en prensa abusando de su autoridad para echar por tierra lo que dice que no se debe hacer, y quince días después decide acometer y desdecirse de lo anunciado”.
Además, Gómez ha tirado de hemeroteca recordando que “en el pleno de agosto, el PP informó a los ciudadanos de que Diego Zaragozí había reconocido en 2023 haber invertido 257.000 euros en el segundo semestre de 2021 en Altea Hills, asegurando que al integrar en la red municipal la gestión, quedaba todo solucionado”.
Las obras anunciadas ahora por Aurora Serrat supondrán una inversión de 3.741.813,82 euros
Cambio de postura municipal
Esto demuestra, en opinión de la portavoz del PP, que “no es cierto lo que alegaba el alcalde en su defensa, y sí que es obligación del Ayuntamiento” y ahora, “sobre todo habiendo un posible delito ecológico por la pérdida de agua de más del 50%”, ha anunciado que desde su formación ya se exigió “que se actuara de forma inmediata, y que se viese a continuación cómo y quién debía financiarlo”.
De aquella petición, “apenas quince días después traen la aprobación de esas obras por emergencia, las que criticó Diego Zaragozí y afirmaba que no se podían acometer porque no era legal al no ser de titularidad municipal”.
Más de 3,7 millones de inversión
Por todo ello, Rocío Gómez ha subrayado que en sólo dos semanas se ha “demostrado que el alcalde de Altea miente abiertamente en este asunto, algo que no es la primera vez que ocurre”. Además, ha considerado que “es importante resaltar que uno de los motivos de esta emergencia es la demora del ayuntamiento de Altea en autorizar la realización de las obras necesarias, y no ir parcheando con el elevado coste que ello supone, sin dar soluciones definitivas”.
Las obras de emergencia anunciadas ahora por Aurora Serrat supondrán una inversión de 3.741.813,82 euros.