Hace ya varias décadas, tantas que pocos quedan de aquellos ‘pioneros’ que se aventuraron hasta este rincón del Mediterráneo, que l’Alfàs del Pi comenzó su metamorfosis de pueblo agrícola a uno de los destinos más deseados para eso que hoy llamamos turismo residencial, es decir, el que hacen aquellos que buscan una segunda residencia al sol donde pasar largas temporadas que, en la mayoría de los casos, superan a las estancias que hacen en sus ciudades y pueblos de origen.
Con el paso de los años, ese movimiento de migración anual ha permitido a l’Alfàs del Pi multiplicar exponencialmente su población hasta sobrepasar, como sucede hoy en día, los 20.000 habitantes censados (se calcula que viven en el municipio más del doble de esa cifra) y poder presumir de ser uno de los lugares más multiculturales de la región.
En l’Alfàs del Pi conviven diariamente personas de más de cien nacionalidades distintas
Tributo a la diversidad
Y lo es porque, al contrario de lo que ocurre en otros lugares, donde existen colonias de vecinos extranjeros de una nacionalidad predominante sobre todas las demás, la internacionalidad de l’Alfàs del Pi está mucho más repartida.
La fama, claro, la tienen los noruegos; pero lo cierto es que ellos no son, al menos en términos censales, los más numerosos; hoy en día los pasaportes que se guardan en los cajones de los hogares alfasinos representan a más de cien naciones distintas. Y eso es algo que cada año, llegado el mes de octubre, se celebra en el Día Internacional.
Este evento anual, que se celebrará el próximo día 20 de octubre, es una suerte de tributo a la diversidad, y una manifestación de la unidad en una comunidad que abraza con los brazos abiertos a personas de diferentes nacionalidades y culturas, y que ha interiorizado que el aprendizaje es un camino de ida y vuelta.
Que para que se produzca eso que hoy en día se llama integración, las influencias deben de ser bidireccionales. Por eso, cada alfasino, haya nacido donde haya nacido, tiene dentro de sí un trocito de cada una de esas cien nacionalidades distintas que conviven en apenas veinte kilómetros cuadrados de terruño.
Unidad
El Día Internacional de l’Alfàs del Pi es un ejemplo destacado de cómo una pequeña comunidad en la costa mediterránea de España ha logrado crear un espacio donde las diferencias culturales y las fronteras nacionales se desvanecen, dando paso a un sentido de unidad y diversidad.
Y no es tanto que durante este día l’Alfàs del Pi se convierta en un crisol de culturas, que eso ya sucede durante el resto de días del año, sino que es una jornada en la que los residentes de todos los orígenes se unen para celebrar la riqueza de sus diferencias y la belleza de su convivencia.
El Desfile de las Naciones volverá a abrir la jornada y a poner la gran nota de color y música al día
Desfile multinacional
La programación del Día Internacional de l’Alfàs del Pi volverá a ser tan variada como lo son sus muchas comunidades de residentes extranjeros que, más allá del número de habitantes que aportan al censo, están invitados a tomar parte en esta jornada.
Todo comenzará con el desfile de las naciones, un vibrante desfile con participantes de todas las edades, muchos de ellos ataviados con trajes tradicionales de sus países de origen y que marcharán en un festín de colores y música. Un desfile, al fin y al cabo, que es un verdadero reflejo de la diversidad que caracteriza a esta comunidad.
Unión gastronómica
Como siempre, una de las partes más esperadas del Día Internacional es su ya tradicional feria, en la que expositores de distintas asociaciones y nacionalidades mostrarán aquello que más y mejor representa su orgullo nacional, algo en lo que la gastronomía siempre tiene un protagonismo especial.
Así, en la mayoría de esos puestos improvisados se ofrecerán delicias culinarias de todo el mundo, y que variarán desde la paella española hasta algunas propuestas de lo más llamativas y desconocidas, pasando por tacos mexicanos o curry indio para satisfacer todos los paladares.
Se trata de una oportunidad única de conocer elementos fundamentales de otras culturas, como su gastronomía
Abierto a todos
El Día Internacional de l’Alfàs del Pi no sólo es una celebración de la diversidad, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad local. Durante este evento, se promueve el comercio local, ya que los restaurantes y tiendas se benefician del aumento de visitantes que, venidos de otros municipios de la comarca, aprovechan para conocer el pueblo.
Se trata, recuerdan desde el consistorio alfasino, de un evento completamente abierto al público, y se anima a todos a unirse a la celebración. Además, si se desea ser parte activa de la comunidad y contribuir como voluntario, el comité organizador siempre está buscando personas dispuestas a ayudar.
Ejemplo para los demás
Esta iniciativa, pionera de l’Alfàs del Pi, cumplirá este año su decimoséptima edición y ha sido ya replicada, como un auténtico caso de éxito, en otros muchos municipios de la comarca de la Marina Baixa, que, fijándose en la participación que siempre caracterizó al Día Internacional de l’Alfàs y al hecho de que también cuentan con censos con un alto porcentaje de residentes extranjeros, han adoptado sus propios días internacionales como elemento integrador.