Entrevista > Chema Cardeña / Actor, director y dramaturgo (Córdoba, 3-abril-1963)
¿Se imaginan que ‘Hamlet’, ‘Romeo y Julieta’ u ‘Otelo’ en realidad no fueran de William Shakespeare? Se trata de una suposición -expuesta en la teoría de Marlowe- que no acabamos de descartar, sobre todo tras dialogar con Chema Cardeña, actor, director y dramaturgo, aparte de un gran experto de la obra del autor de Stratford-upon-Avon.
Sin poderse demostrar, en el caso de que fuera cierto, trastocaría toda la literatura anglosajona, que considera a Shakespeare a su principal exponente. “Se rompería un mito”, remarca, antes de apuntar que no sería el único, “porque Lope hizo algo similar; es imposible que uno pueda escribir mil obras en su vida”.
Cardeña, después de un exitoso paso por TV3, ha tenido un papel determinante en las tres últimas películas de Vicent Monsonís, basadas en guiones suyos. “En la primera, ‘Matar al rey’, intervengo; en la segunda (‘Un cercle en l’aigua’) únicamente fui guionista, y en esta última, ‘La invasió dels Bàrbars’, he podido hacer el casting y ejercer de coach de actores”, sostiene.
¿Cuál fue tu primera relación con Shakespeare?
Le descubrí muy joven, después de licenciarme en València en Arte Dramático. Seguidamente estuve en el Instituto Shakespeare, de Manuel Ángel Conejero, y marché a Londres a interpretar un ‘Macbeth’ en español, dirigido por Edward Wilson.
En la capital británica conocí un Shakespeare nuevo para mí, pues pensaba que era un clásico más, como Lope de Vega, Calderón de la Barca o Molière. Pero me enamoré de su figura.
¿En qué sentido?
Pienso que fue el primer escritor de teatro que dio alma a los personajes, les otorgó vida. Continué estudiándole y me seguía fascinando; supe quién fue Christopher Marlowe y escribí una función, ya mediante mi propia compañía, ‘Arden’, nombre que homenajea a los bosques del municipio de Stratford-upon-Avon.
La obra fue ‘La estancia’ y resultó un éxito, dirigida por el inglés Michael McCallion. Más adelante me atreví a hacer adaptaciones de Shakespeare: ‘Ricardo III’ (R3) y ‘Otelo’ (Hotel Venezia); llevo veinticuatro años realizando talleres del autor y alrededor de quince-veinte funciones de sus obras.
«William Shakespeare fue el primer escritor de teatro que dio alma a los personajes, les otorgó vida»
¿Puede ser verdad que no escribió esos clásicos?
Sí es cierto que ‘Enrique VI’, que son tres partes -netamente históricas-, no fue escrita totalmente por Shakespeare, sino entre los diferentes componentes del grupo ‘La escuela de la noche’, que se reunían en la taberna La Sirena.
También es verdad que Shakespeare y Marlowe se conocieron, fueron posiblemente amantes, y si tomas partes de las funciones de ambos son prácticamente iguales. Era una gran coincidencia y quizás trabajaron juntos.
Marlowe murió en mayo de 1593.
Correcto, en una reyerta de un bar. Su devenir fue muy complejo; siempre digo que fue el James Bond de ese siglo, porque ejerció de espía para la reina y llevaba una vida sumamente convulsa. ¿Hasta qué punto escribió las obras firmadas por Shakespeare? Del todo cierto no se sabe, aunque es verdad que su estilo era muy parecido.
Además, Marlowe era mucho más atrevido y valiente a la hora de escribir y decir las cosas, mientras que William era más conservador y acomodado al poder, quien realmente pagaba. En mi opinión, sin poderse demostrar, muchas obras de Marlowe las firmó Shakespeare sin ser de él.
«Marlowe fue el James Bond de ese siglo: espía de la reina, llevaba también una vida muy convulsa»
¿Cuándo fundaste ‘Arden’?
La productora fue creada en 1995 junto a Joan Carles Garés y precisamente los dos éramos Shakespeare y Marlowe en ‘La estancia’, porque ambos nos parecíamos muchísimo y todos nos confundían. Después se trasladó a Madrid, donde no funcionó porque los actores eran muy diferentes físicamente.
¿Escribiste otras funciones?
Seguidamente quise hacer una trilogía de teatro clásico europeo, comenzando por la premiada ‘La puta enamorada’, sobre el cuadro de Diego Velázquez ‘Venus del espejo’. Proseguí con dos clásicos franceses y las tres versiones se estrenaron en Barcelona.
«Me encanta escribir y dirigir obras de teatro, porque me fascina todo el proceso creativo»
De todas tus labores, ¿en cuál te sientes más a gusto?
Lo que más me gusta es escribir y dirigir teatro, porque me fascina la creación, todo el proceso. Al principio mis obras no las dirigía, pero me di cuenta de que pagaba a ciertas personas que no comprendían del todo bien mi propuesta teatral.
Decidí entonces dirigirlas yo mismo, porque desde la escritura ya me imagino el espacio, escenario… Estuve actuando hasta hace dos años, despidiéndome en ‘La niebla’, duelo entre Quevedo y Góngora, grandes enemigos.
¿Qué proyectos tienes en marcha?
De lo más inmediato, una función que se va a llamar ‘El día de San Judas’. Se estrenará en Navidad en la Sala Russafa y es una comedia negra sobre la realidad política que sufrimos en la actualidad.