Entrevista > Hugo Rubio Monzó / Jugador de voleibol (Petrer, 9-febrero-2008)
La nueva generación del voleibol nacional ya está ahí, representada en jugadores como Hugo Rubio Monzó, internacional sub-17 y con un futuro prometedor. De hecho, lleno de ambición, apunta que en “tres años, máximo cuatro, aspira a estar jugando en la Primera División”.
Es consciente, además, que desde su posición de receptor -mide 1.88 m- quizás tendrá que hacer las maletas para jugar en las mejores ligas del continente. En su progresión determinante ha sido su padre, también entrenador del Club Voleibol Petrer, Javier Rubio.
Recientemente disputó con brillantez el campeonato mundial de su categoría, celebrado en Bulgaria. La selección finalmente ocupó la cuarta posición, perdiendo 3-2 frente a Argentina en semifinales y contra China por el mismo marcador en la lucha por el tercer puesto. “La experiencia ha sido fantástica”, resume Hugo.
¿Cuándo empezaste a jugar al voleibol?
Nunca había hecho deporte, más allá de partidos con los amigos, y en tercero de primaria me apunté al voleibol junto a un amigo, Pablo Poveda, hace siete años. Me gustó desde el primer instante; ya en el entrenamiento inicial supe que me iba a dedicar a este deporte.
¿Cuál es la posición que ocupas?
Juego de receptor, situándome delante, a la izquierda de la red; ataco por esa zona y también bloqueo. Ya detrás juego en seis y recibo, es decir, me ubico en la parte central del campo.
«Veo vídeos de campeonatos pasados, Mundiales o Juegos Olímpicos, para no dejar de aprender»
¿Aprendes viendo vídeos?
Sin duda. De pequeño me ponía muchos partidos por YouTube, de campeonatos de Europa, Mundiales o Juegos Olímpicos, para no dejar de mejorar. Vi a Rafa Pascual, considerado el mejor jugador español de la historia.
En la actualidad sobresalen, como colocador, el estadounidense Micah Christenson, mientras en el puesto de receptor hay muchos buenos. Quizás de los mejores es Alessandro Michieletto, italiano.
¿Qué influencia ha tenido tu padre?
Mucha. Durante años jugó al balonmano, pero cuando yo empecé en el voleibol se cambió, para entrenarme. Desde hace años es nuestro técnico y en ocasiones es más duro conmigo, me exige más, porque sabe que no voy a contestar.
En casa a veces hablamos de vóley, pero de una forma más relajada, sin presiones, dándome consejos. Otros entrenadores que he tenido han sido igualmente exigentes.
Cuéntanos qué tipo de jugador eres.
Me gusta bastante recibir, es de mis mejores virtudes, y obviamente atacar. Me considero un jugador bastante inteligente, en el sentido de que sé en todo momento qué hacer para sacar ventaja de las jugadas.
Por ejemplo, a la hora de sacar, busco siempre al peor receptor del otro equipo, que he estudiado en los primeros momentos del partido o lo conozco previamente. Lo mismo a la hora de atacar.
«Me considero un jugador inteligente, en el sentido de que sé en todo momento qué debo hacer»
¿Te sientes titular?
Sin duda, no estoy acostumbrado a estar en el banquillo, aunque si el entrenador lo considera, lo asumo sin problemas. Simplemente caliento por si es necesaria mi participación y sigo observando a mis rivales.
¿Cómo fue el campeonato sub-17?
Muy bien, aunque acabamos cuartos del mundo. Aspirábamos a más, pero en semis caímos ante Argentina en un ajustado 3-2, y en la lucha por el bronce también 3-2, en este caso frente a China Taipéi. El ganador final fue Italia.
Las semanas del campeonato han sido muy buenas. Me llevo excelentes recuerdos de los compañeros, de este deporte en general, y estoy deseando volver a competir por España. Acudimos al Mundial dos alicantinos, José Manuel Pastor y yo.
¿Cuáles son tus próximos sueños?
Seguir yendo a la selección, aspirar a jugar otro campeonato Mundial y llegar pronto a Primera División, máximo en tres o cuatro años. Me siento ya preparado para jugar lejos de casa, incluso en el extranjero, por ejemplo, Italia, la mejor liga del mundo. Todo dependerá de la evolución que tenga en las siguientes campañas.
«También me encanta el baloncesto y mi ídolo es Michael Jordan, sobre todo tras ver ‘The last dance’»
Al recibir el reconocimiento, ¿cómo te sentiste?
Una alegría enorme que me nombraran en Petrer el mejor deportista del año, junto a mi compañero Pablo García Gil. Además del premio económico, fue muy bonito sentirme tan estimado por mi pueblo. Me puse algo nervioso, eso sí.
¿El voleibol por qué no tiene más visibilidad?
Principalmente porque otros deportes, como el fútbol, arrasan. También porque se tiene que pagar para ver los partidos y el público opta por otras opciones. En nuestro pabellón caben unos 2.000 aficionados y casi todos los partidos los jugamos con las gradas semivacías.
¿Qué otras aficiones te gustan?
Practico baloncesto y mi ídolo es Michael Jordan, sobre todo tras ver el documental ‘The last dance’. Asimismo, me gusta salir con los amigos y los videojuegos, principalmente el ‘Fortnite’.