Entrevista > Pilar Almenar / Periodista y gestora de proyectos (València, 17-septiembre-1984)
A Pilar Almenar le movieron irremediablemente las letras y la curiosidad, circunstancia que hizo que se convirtiera en periodista y gestora de proyectos culturales y sociales. Tras completar un máster en Madrid, se tuvo que hacer a sí misma, mediante proyectos novedosos, “pues es muy difícil trabajar en los medios de comunicación tradicionales”.
Uno de sus mayores éxitos es ‘Proyecto impresas’, una revista lanzada en 2018, escrita y editada por reclusas en la prisión de Picassent. “Hemos hecho cinco ediciones”, indica, antes de remarcar que las mujeres presas “tienen unos derechos que se deben cumplir”.
Todos estos méritos hicieron que Pilar fuera reconocida por la Fundación Vicente Ferrer en la jornada ‘Mujeres para la inspiración’. “Jamás pensé estar al mismo nivel que Susana Gisbert, todo un referente para mí”, confiesa.
«En 2011 sufrí un accidente y ese parón me permitió decidir qué hacía con mi vida»
¿Siempre quisiste ser periodista?
Pienso que siempre he sido periodista, aunque en ocasiones no he sabido que quería serlo. De adolescente escribía diarios y relatos para mí, además de hacer cursos literarios, pero me interesaban mucho también otros aspectos y me licencié en Ciencias Ambientales.
Mientras estudiaba, fui voluntaria con personas con discapacidad y trabajé en Radio Coma, en Paterna, una emisora muy participativa, en este barrio de acción donde destaca la exclusión que viven sus habitantes. Allí me enamoré de este medio. Publiqué un relato en ‘El País’ que me premiaron y fui encaminándome hacia el periodismo.
¿Qué pasó seguidamente?
Muy pocos saben que, al finalizar la carrera, en 2011, un coche me atropelló yendo en bicicleta y tuve que pasar por un largo periodo de recuperación (medio año). Ese parón me permitió decidir qué hacía con mi vida, porque el periodismo me fascinaba y se me daba bien.
Me trasladé a Madrid, a hacer el máster de Periodismo. Me incorporé a continuación en ‘El País’, donde estuve unos tres años haciendo principalmente temas sociales y culturales, hasta que en 2015 me afectó un recorte de plantilla.
«Pese a las dificultades, me gusta ser autónoma, innovar y buscar nuevos proyectos»
Te estableciste como autónoma.
Sí. Realicé infinidad de funciones, porque ser autónoma te obliga a retarte, investigar y trabajar casi todos los días. En España ser autónoma es abrir la ventana, mirar a la calle y decir: ‘ahí está el mundo y aquí estoy yo: ¿cómo gestionamos esto?’. Si tú no te mueves, el mundo no va a venir a ti.
No obstante, me gusta serlo, innovar, buscar nuevos proyectos, pese a las enormes dificultades. Intento aplicar el periodismo en ámbitos muy diversos: desde formar en podcast a adolescentes para que cuenten sus propias historias, a ayudar en las competencias digitales a ciertas personas mayores que les cuesta más.
El ‘Proyecto impresas’, ¿qué es?
Sin duda, uno de los colectivos más invisibilizados es el de las personas reclusas, mucho más en el caso de mujeres, que son menos del 8% del total de la población reclusa en España. Esta minoría, dentro de un entorno opaco, silente y excluido, les hace estar aún más fuera del sistema.
Se me ocurrió emplear el periodismo como herramienta para el empoderamiento de estas mujeres, dotarlas de herramientas para que, cuando salgan de prisión, puedan reclamar sus derechos y presentarse sin temores a diferentes puestos de trabajo.
«La prisión se parece a un internado educativo, aunque es un lugar sumamente duro»
¿Cuál ha sido la participación de las reclusas?
Total. Eligen los temas, las colaboraciones gráficas, la maquetación, escriben… ¡Todo! Nosotras somos solo una herramienta para que ellas hagan realidad su revista. Tenemos una idea de las personas reclusas muy sacadas de las series americanas o del ‘true crime’, tan de moda.
Pero cuando entras en prisión te das cuenta de que son seres humanos, con cultura, conocimientos, miedos, sentimientos, sueños y sufrimientos por sus familias. La mayoría de ellas se parecen mucho más a las personas de tu barrio que al personaje de una serie.
Para empezar, no llevan uniforme, sino que llevan su ropa normal. La prisión se asemeja más a un internado educativo, aunque evidentemente es un lugar muy duro en el que no deseo estar a nadie. Un día saldrán de allí, y como sistema debemos ayudarlas a reinsertarse en la sociedad.
Con Laura Bellver también creaste ‘Mediamorfosis’.
Es la estructura profesional que surge de trabajar juntas desde 2017. Tres años después Laura se estableció como autónoma, llegó la pandemia y cada una desde su casa apoyaba a la otra mediante videollamadas.
Pronto nos dimos cuenta de que teníamos ideas similares y se nos ocurrían proyectos comunes. Al principio eran un 5% de nuestro trabajo, pero con el paso del tiempo se han convertido en el 95%. Disponemos ahora de una empresa de comunicación y de asociación que, entre otros objetivos, sostiene el ‘Proyecto impresas’.