El 10 de octubre se celebra el Día Internacional de la Salud Mental. Según los últimos estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, se calcula que una de cada cuatro personas en el mundo sufrirá algún tipo de problema mental en su vida y en 2030 esta patología será ya la principal causa de discapacidad. Todo ello se ve sin duda agravado por el hecho de que entre el 35 y el 50% de los afectados no reciben el tratamiento adecuado.
Los dos trastornos mentales más habituales son la esquizofrenia y la bipolaridad
Asociación alicantina
Evidentemente este gran problema social también está presente en Alicante, y la administración pública no siempre abarca todas sus ramas. Por ello en 2002 un grupo de personas con familiares que sufrían estas patologías fundaron la Asociación para la Integración de Enfermos Mentales (AIEM).
A día de hoy la agrupación atiende a unos sesenta usuarios, y su junta directiva sigue estando formada por sus familiares. Además cuenta con un equipo profesional compuesto por una trabajadora social, un psicólogo, un integrador social, un abogado y un auxiliar administrativo.
“Nos caracterizamos sobre todo por dar un trato cercano y a la vez profesional. Es esencial que ellos tengan un sitio donde encontrarse con otros que están en la misma situación, igual que las familias” nos señala Verónica Cremades, trabajadora social y gerente de AIEM.
Combatir el aislamiento
Según nos indican, las dos enfermedades mentales más habituales que se tratan son la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
“Muchas veces llegan aquí motivados por sus familiares, porque es habitual que la propia persona no sea del todo consciente de hasta qué punto le limita su enfermedad. Normalmente no tienen ganas de realizar ningún tipo de actividad, por lo que se quedan encerrados en casa y pierden a sus amistades. Además el estrés empeora mucho los síntomas, así que tampoco pueden trabajar” nos comenta el psicólogo José Luis Camarasa.
Así pues, para combatir este aislamiento se organizan diferentes excursiones y eventos de ocio. También se realizan talleres para entrenar el cerebro. Igualmente los usuarios acuden a terapias psicológicas individuales o colectivas.
«Normalmente estas enfermedades despiertan entre los 18 y 22 años» J. L. Camarasa (psicólogo)
Combatir los estigmas
Los integrantes de la asociación nos reconocen que otra de sus principales labores es también luchar contra los estigmas existentes en la sociedad. “Hay una parte de la población que no quiere acercarse a los que llaman ‘locos’, y esto lleva a que los enfermos mentales al final acaben viendo los síntomas en todos los demás menos en ellos mismos” nos comenta Camarasa.
De hecho normalmente solemos vincular las enfermedades mentales a síntomas muy llamativos como alucinaciones o gritos sin sentido. Sin embargo en AIEM nos apuntan a que esto puede resultar un tanto engañoso.
“Este tipo de síntomas tan visibles se suelen controlar con la medicación, y realmente no es lo que más se ve en el día a día. Lo habitual es que muestren una gran falta de motivación para hacer cualquier cosa, ya que no pueden disfrutar ni de lo básico. Hasta la comida les sabe mal. Sin embargo desde fuera muchas personas juzgan esto como vagancia, en lugar de un trastorno” nos aduce el psicólogo del equipo.
Integración en la sociedad
Para poder realizar todas estas funciones AIEM recibe una serie de subvenciones de diversas administraciones públicas, así como también se apoya en una red de voluntarios y donantes. “Algunos de ellos son antiguos usuarios que ya han superado su trastorno, pero están agradecidos a la asociación y quieren seguir aportando” nos comentan.
Por otra parte los propios usuarios colaboran con otras asociaciones benéficas. “Cada semana vamos al albergue de animales Asoka y al huerto de Cruz Roja para ayudarles. Así nuestros usuarios también se sienten más útiles y productivos, lo cual refuerza mucho su autoestima” nos señala Cremades.
Por supuesto el objetivo final es que todos logren superar su patología y acaben viviendo su vida de forma independiente. “Muchos de nuestros usuarios no han llegado nunca a poder trabajar, ya que la enfermedad suele despertar entre los 18 y los 22 años. Así que hacemos muchas actividades enfocadas a la empleabilidad, colaboramos con empresas para promover empleo adaptado y les ofrecemos asesoramiento laboral” nos manifiesta Camarasa.
«Ahora hay más recursos públicos, pero siguen demorándose mucho las citas médicas» V. Cremades (gerente)
Prevención
Desde la asociación se trabaja igualmente la prevención de nuevos casos, para lo cual se realizan algunos programas infantiles y se imparten charlas en centros educativos. Ambos entrevistados nos reconocen que la situación ha ido mejorando ligeramente a lo largo de estas dos décadas de trayectoria, y ya no se sienten tan solos en esta batalla.
“Creo que ahora existe más visibilidad, sobre todo a raíz de la pandemia y de testimonios de varios famosos que han sufrido trastornos. Hay más conocimiento por parte de la sociedad, aunque no siempre eso significa comprensión. También se han aumentado recursos como las viviendas tuteladas o el programa SASEM, pero sigue faltando mucho. Por ejemplo, nuestros usuarios se quejan de la demora que tienen las citas en los centros de salud” nos cuenta Verónica Cremades.
“Estamos notando últimamente un flujo más rápido de los pacientes. Ahora se diagnostica antes e incluso ya desde el primer episodio psicótico se les empieza a atender, mientras que antaño no se actuaba hasta que no hubiera algún problema con la Justicia. De hecho mucha de la gente que hay viviendo en la calle es precisamente porque sufren este problema, y es algo que se puede evitar sobre todo si se trata a tiempo” nos comenta José Luis Camarasa.
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