Neus Ferri Candela / Cantante
Neus Ferri (Alcoy, 21-septiembre-1984) se dio a conocer gracias a su participación en ‘La Voz’, allá por 2012, pero es indudable que cuenta con una amplísima trayectoria musical, como demuestra su colaboración con Andreu Valor y los dos años que lleva como corista de Melendi, su ‘coach’ en el programa televisivo.
Allí superó casi terapéuticamente su miedo a los escenarios, llegando a ser finalista, y a dar lo mejor de sí. Prueba de ello son discos de la talla de ‘Aquí me tienes’, ‘Canciones de amor al odio’, doblemente premiado, y ‘Llar’, cantado en su lengua materna y volviendo a sus raíces.
Respecto a su estilo, pese a que siempre se ha alabado su versatilidad, confiesa que “no me gusta etiquetarme”. Las discográficas, de hecho, tampoco saben hacerlo, porque es capaz de estar en grupos de heavy y cantar inmediatamente jazz.
¿Desde cuándo está la música en tu vida?
A los cuatro años me incorporé al coro de la iglesia de mi barrio y practicaba con mis hermanos mayores, grandes melómanos y referentes. Tocaban la guitarra y fue precisamente Toni Ferri el que me enseñó los primeros acordes.
¿Qué otros referentes te has ido encontrando?
He escuchado mucha música desde pequeña y me encantaban las grandes divas de la historia, además de Tori Amos y Glen Hansard. Más cercanos, me fijaba mucho en mi amiga Estela Tormo, que tocaba en un grupo y la veía cargada con el bajo, deseaba ser como ella; o igual que mi maestra de canto, Celia Mur.
Te diste a la fama en ‘La Voz’, ¿quién fue tu coach?
Melendi, por fortuna. Me presenté al casting un poco como terapia, pues había perdido diversos trabajos por el miedo escénico. Recuerdo no parar de temblar, pero debió salir bien porque me seleccionaron. Como experiencia ‘La Voz’ fue muy positiva e intensa.
«Mi paso por ‘La Voz’ fue muy positivo: me sirvió también como terapia y fue inolvidable»
¿Cuáles fueron tus siguientes pasos?
Hasta entonces hacía versiones, cantaba en diferentes grupos y daba clases; pero tras aparecer en tv con una guitarra me atreví -empujada por ello- a tocar en público.
Ese miedo se fue y, al mismo tiempo, Melendi se interesó en mis composiciones. Empecé entonces a crear muchísimas canciones que estaban guardadas en mí desde la adolescencia. Fue el inicio de mi carrera como cantautora.
¿Cómo ha cambiado la música desde tus inicios?
Hace tiempo decidí ignorar las actualizaciones, porque cambian constantemente. Sigo el panorama, pero me involucro en la justa medida, en aquello que me identifica.
La música, las tendencias y, sobre todo, la industria que las acompaña ha variado mucho, aunque continúo escuchando lo mismo, descubriendo aspectos nuevos y haciendo las cosas a mi manera.
Hablemos de tu colaboración con Andreu Valor.
Le conozco musicalmente hace muchos años. Nos encontramos en el escenario tiempo atrás y la admiración siempre ha sido mutua. ¡Es tan bonito compartir con él cualquier cosa, un WhatsApp o una canción en un concierto!
Me siento muy afortunada de conocerle y de haber cantado tantas veces con él. Deseo que sean muchas más, porque todo es muy sencillo y orgánico. Aparte de ser humilde, es sumamente trabajador.
«Ser corista es una vertiente que me enriquece muchísimo y todo un sueño cumplido»
¿El verano ha sido intenso?
Realmente sí, porque estamos aún de gira con Melendi y en los huecos libres he hecho algún concierto de ‘Llar’, para despedir por ahora mi proyecto. Llevo dos años con muchísimo trabajo, sin parar, y muy agradecida, coincidiendo con el lanzamiento de mi último disco y mi entrada como corista en la banda de Melendi.
¿Melendi es un foco de atención constante?
Es un artista muy famoso; estar con alguien que llena todos los estadios es maravilloso. Mi función con Melendi es muy diferente a la que tengo cuando canto sola: ser corista es una vertiente que me enriquece muchísimo y un sueño cumplido. Cada noche alucino con estar ahí.
Mi idea es seguir compaginando las dos cosas, como hasta ahora, y sentarme a ver qué hago con todo lo que he escrito en estos dos últimos años.
¿Cómo es el cantante asturiano?
Majísimo y nos cuida muchísimo. Admiro de él que siempre sale a darlo todo y, obviamente, estoy encantada de trabajar con un artista de ese nivel.
Es como se le ve, transparente, y posiblemente ésa es la clave de su éxito. Tiene un carisma brutal y la gente le quiere por cómo es, no solo por su música.
¿Dónde has llegado a actuar?
Jamás me hubiera imaginado cantar en el Radio City Music Hall de Nueva York. Estaba el teatro lleno y yo actuando con lágrimas en los ojos de la emoción.