Empar Ferrer / Actriz
La larguísima trayectoria de Empar Ferrer (Mislata, 2-junio-1947) ha estado condicionada por dos aspectos, como le gusta apuntar. El primero es que siempre han escogido a otra para el papel principal, también en ‘L’àvia i el foraster’, donde la protagonista es Neus Agulló, “aunque mi intervención es clave en la trama”, aclara.
El segundo es la cantidad de veces que la han reconocido -en cualquier situación- sin acabar de ubicarla, “me suenas mucho”, le repetían, hasta su participación en ‘El Pueblo’, divertida serie de Mediaset donde hace de María, acompañada de grandes como Carlos Areces, Santi Millán, María Hervás o Ingrid Rubio.
Vicent Andrés Estellés
Son muchísimos los trabajos que la respaldan, en teatro, cine y televisión. Funciones como ‘Les dones diuen’, ‘Los caciques’ -junto a José Sazatornil-, ‘Don Juan’ o ‘Comedias bárbaras’, de Valle-Inclán, adaptada por Bigas Luna, quien después la reclamó para ‘Volavérunt’ (1999). En tv ha aparecido en ‘Tiempo entre costuras’, ‘Gran Reserva’, ‘La que se avecina’…
“He hecho cosas que después otros han copiado”, reivindica. Un ejemplo claro son sus recitales sobre el poeta Vicent Andrés Estellés (1924-1993): “ahora todos hablan y le recitan, cuando yo fui una pionera en los ochenta”.
¿Quién fue la señora Julia?
Procedía de Cuenca y siendo yo una niña nos reunía todas las noches de verano para contarnos singulares historias, que me fascinaban, también porque interpretaba todos los papeles. Julia me hacía soñar: veía otros mundos, pues en aquella época carecíamos de televisión.
¿Siempre quisiste trabajar en València?
Sí, pero mi ciudad es muy particular: por una banda me siento muy querida y, por otra, durante mucho tiempo jamás he sido la primera opción. Eso ha hecho que me haya tenido que trasladar en ocasiones a Madrid, donde me han tratado muy bien.
«Los sesenta fueron tiempos muy estrictos y las que nos dedicábamos al teatro éramos como libertinas»
¿Cómo era el teatro de entonces?
No se podía vivir del teatro, nadie cobraba, pese a que se interpretaban muchas funciones independientes y zarzuelas. Estuve, de hecho, muchos años trabajando como secretaria para ganarme un sueldo, hasta después del nacimiento de mi hijo, en 1978.
¿Es verdad que tu padre te quiso echar de casa?
Porque no veía futuro en eso del teatro, pero le entiendo. Él (Vicent, el Espartero) había nacido en 1900 y en casa no éramos ricos, todos debíamos aportar, y para muchos las que nos dedicábamos a actuar éramos libertinas; te relacionabas con personas con una moral menos estricta, porque los años sesenta fueron durísimos en ese sentido.
Recuerdo que me casé en 1976 y tenía una cuenta con dinero, tras tanto trabajar, pero el único que sacaba ‘cuartos’ era mi marido. No podía hacer nada sin su autorización.
Otra persona clave para ti fue Joan Monleón.
Sí, porque trabajar con él me permitió liberarme de muchísimas ataduras. Además, interpretando una de sus obras, ‘L’infanta Tellina i el rei Matarot’, coincidí con Lluís Fornés, después mi marido.
En aquel entonces Lluís -natural de Pedreguer- se había iniciado en la canción, acababa de ganar el festival de Xàtiva y se presentaba oficialmente en València. Al principio no nos caímos nada bien, pero con el tiempo nos enamoramos (ríe).
Otras personas importantes en mi vida han sido Miguel Narros y José Sazatornil, gran profesional y divertidísimo, pese a que también le gustaba marcar las distancias y hablarnos a todos de usted, siendo después muy afable.
¿Te ves más como una actriz dramática?
Sin duda, aunque a veces digo algo y el público se ‘parte’ de risa. Pero yo no cuento chistes, sino que es mi expresión, como he sabido explotar en ‘El Pueblo’, serie muy recomendable y que me ha dado muchísima popularidad.
«He hecho muchísimas obras, películas y series, pero la que me ha dado popularidad ha sido ‘El Pueblo’»
¿Cuál es tu papel en ‘L’àvia i el foraster’?
Soy una mujer que tiene una tienda y ejerzo un poco de cotilla del pueblo. Trabajé el personaje de tal forma que la actitud corporal y física, sin hablar, permite saber cómo es: hago de la persona que lo sabe y critica todo, la que se mete en todos los fregados…
¿Qué tiene esa película que la hace tan maravillosa?
Está hecha desde la verdad y sin pretensiones. En ningún momento pensábamos que hacíamos el film más grande y estupendo de la historia, sino con la intención de decir “somos así y lo mostramos”.
Desvélanos tus próximos estrenos.
Son todos de audiovisuales, porque no creo que regrese al teatro. He hecho una película con los hermanos Polo (Guillermo y Javier), ‘Los pequeños calvarios’, además de ‘Los chicos del mar’, un corto escrito y dirigido por José Antonio Varela, y ‘Pajarito’, donde he desarrollado la función de dirigir a los actores.