Entrevista > Reme Ruso / Presidenta de la Asociación de Armadores de Santa Pola (Santa Pola, 2-febrero-1967)
Un armador de pesca es el empresario o propietario de un barco, que organiza y gestiona todas las actividades relacionadas con la explotación pesquera. Su trabajo incluye la financiación, equipamiento y mantenimiento del barco, la contratación de la tripulación y la obtención de permisos y licencias.
Restricciones y desafíos económicos
El momento que vive el sector no les pone fácil su trabajo, ya que la pesca en Santa Pola atraviesa un momento crítico debido a varias restricciones y desafíos económicos. Una de las mayores preocupaciones es la reducción de los días permitidos de faena impuesta por la Unión Europea, que ahora limita la pesca a unos 120-140 días al año. Esto contrasta drásticamente con los 240 días que se permitían hace unos años, afectando la viabilidad económica del sector.
Por otra parte, las restricciones también son necesarias para garantizar la reproducción de especies. Los altos costos del combustible y el mantenimiento de las embarcaciones agravan la situación, haciendo insostenible para muchos pescadores continuar con su trabajo, y complican la labor del armador para lograr salir a flote en sus cuentas.
Familia de mujeres pioneras
Cuando una mujer es la armadora de un barco pesquero, puede aportar una visión distinta, desafiando estereotipos en una industria históricamente masculina. Su enfoque puede promover una gestión más inclusiva de cara al exterior, además de fomentar la empatía en la tripulación. Su presencia también visibiliza el liderazgo femenino en un sector clave como la pesca.
Reme Ruso se hizo armadora hace treinta años por necesidad tras la muerte de su padre, se encargó de la gestión de sus barcos, y su hermano asumió el cargo de patrón de las embarcaciones. Desde hace diez es la presidenta de la asociación de Armadores de Santa Pola, y representante en la Comunitat Valenciana de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (AMUPESCA), de la cuál su abuela fue pionera, siendo también armadora con los barcos de su abuelo.
«Cada vez hay más burocracia y más leyes»
¿Las características del sector pesquero en cuanto a la mujer son distintas según la zona?
Sí. Por ejemplo, en Santa Pola el cargo de armadora de un barco es frecuente, mientras que en otras zonas suele ser ostentado solo por hombres.
Por otro lado, en el norte de España, por ejemplo, es habitual que la mujer salga a faenar y a hacer la pesca, mientras que en Santa Pola no hay en la actualidad ni hasta el momento ninguna mujer que lo haga oficialmente. Otra cosa es que echemos una mano en el puerto, pero no salimos a faenar.
¿Cuáles son sus principales preocupaciones en la actualidad como presidenta de la Asociación de Armadores de Santa Pola?
Los altos costos del combustible, por un lado; un día de pesca en un barco por la bahía nos cuesta unos seiscientos euros en combustible. Podríamos ir más lejos, pero el gasto que supondría nos lo impide, al menos en mi caso. Por otro lado, está el mantenimiento de las embarcaciones, que tienen que ir adaptándose a nuevas exigencias y normativas.
A ello hay que sumar todas las trabas que nos ponen, que cada día son más. Nos han complicado mucho la situación, haciendo insostenible para muchos pescadores poder continuar.
«Para muchos pescadores la situación es insostenible y les impide continuar»
¿Y más leyes que cumplir?
Cada vez hay más burocracia y más leyes. Desde la Comisión Europea, además, desde el 2020 nos han impuesto un plan de gestión que cada vez nos reduce más los días permitidos de pesca. Si nos dan unos 130 días en el año para pescar, difícilmente vamos a poder progresar. Antes había alegría en el sector, se respiraba otro ambiente, pero ahora los ánimos cada vez están peor porque el sector no avanza.
Con este panorama, ¿ve posible un relevo generacional?
Lo veo difícil. En mi caso, por ejemplo, cuando mi hermano y yo nos jubilemos se acaba todo, porque nuestros hijos no quieren esta vida para ellos, y se han buscado otras profesiones que les dan más seguridad para su futuro.
«Las condiciones laborales han mejorado mucho»
¿Qué le diría a quienes estén pensando en abandonar?
Pues les diría que es cierto que es un trabajo duro, pero también hay muchos trabajos duros en tierra, como el sector de la construcción, por ejemplo. Aquí el aliciente que tenemos en nuestro sector es que la edad de jubilación es a los 57 años.
Además, se trabaja en buenas condiciones laborales, no como antes. Ahora se respeta un horario de trabajo, se come bien y los barcos están bien acondicionados, sobre todo para largas travesías.
Eso sí, ahora para ostentar un cargo de responsabilidad como el de patrón o capitán hay que estar muy preparado, porque los nuevos avances hacen necesario estar a la altura de las nuevas tecnologías.
La Navidad, ¿cómo se presenta?
Con la esperanza de que sea una buena campaña y que haya bastante género, sobre todo de gamba roja, que es uno de los productos más apreciados en esas fechas.
Hay abundancia de gamba blanca de mucha calidad, y tenemos un mar muy rico en toda clase de especies durante todo el año: rape, emperador, sepia o calamar, y un largo etcétera de maravillas que nos ofrece el mar Mediterráneo cada día.