La historia de España tiene un hueco muy grande e importante reservado para el año 1992. Fue el de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el de la Expo de Sevilla, el de la capitalidad cultural de Madrid, el del AVE y el de tantísimas otras cosas que, al mismo tiempo, hacían pasar página de manera definitiva de los años de la Transición y, a la vez (aunque eso no se sabía entonces), abrían el abismo de la gran crisis que vino poco después.
Además, la Historia con mayúsculas tiene siempre notas al pie de página. Pequeños hitos o fechas señaladas que pasan muy desapercibidas en el relato general, pero que tienen una significación muy especial en lo local. O la ganan con el tiempo. Eso es lo que, en el recién cerrado mes de octubre, ha sucedido en La Nucía uniendo 1992 con el presente.
«Hemos trabajado muchísimo durante meses e, incluso, me atrevería a decir que años» R. Lorente
Por la puerta grande
Han sido más de tres décadas. En concreto, han tenido que pasar 32 años para que la Unió Musical de La Nucía volviera a presentarse a una competición musical. No lo hacía desde aquel año mágico de 1992 y este octubre eligió el IV Certamen d’Interpretació de Música Festera d’Alcoy, celebrado en el Teatre Calderón, para volver y hacerlo, además, por la puerta grande.
La banda nuciera hizo historia y quedó primera en este certamen organizado por la Associació Sant Jordi pese a que no partía, tras tantísimos años fuera del circuito competitivo, como favorita; pero su gran interpretación sobre el escenario hizo que se alzara con el primer premio, dotado con 4.000 euros.
Victoria en la calle
Con 43 años de trayectoria, los nucieros se impusieron en este certamen a la banda centenaria Cercle Musical Primitiva d’Albaida (València), que venía de ganar un concurso en Elda este mismo año y quedó segunda clasificada. La tercera posición del certamen fue para la Unió Musical Sant Josep de Calasanz de Castelló de la Plana, que tiene un conservatorio profesional detrás.
Antes de la actuación las tres bandas realizaron un desfile de presentación desde la plaza de Ramón y Cajal al Teatre Calderón por las calles de Alcoy. De hecho, fue en este pasacalle donde la Unió Musical La Nucía empezó a ganar el certamen con una ordenada desfilada, interpretando el pasodoble ‘Primavera’, de Antonio Gisbert.
En un revolucionario pasacalle previo la formación nuciera comenzó a gestar su victoria
Tres piezas sin fallos
El sorteo determinó que la banda nuciera, bajo la dirección de Ramón Lorente, fuera la última en actuar en el certamen, la cual llevaba varios meses ensayando casi a diario y trabajando intensamente para llegar preparados a Alcoy, y lo demostraron.
Primero interpretaron el pasodoble ‘Suspiros del Serpis’, de José Carbonell García, una pieza que les sirvió para acoplarse a la acústica del Teatro Calderón y para eliminar los nervios. En segundo lugar, fue el turno de la pieza obligada: la marcha cristiana ‘Te Deum’, de Pedro Joaquín Francés, donde la banda nuciera bordó su interpretación con todos los matices. Posteriormente, para acabar su actuación hicieron sonar la marcha mora ‘Centinela moro’, de Ferrán Campos Valdés.
Celebración nocturna
Tras conseguir ese primer premio, los músicos de la Unió nuciera no pudieron ocultar su júbilo y acabaron manteando a su director, Ramón Lorente, y a su presidente, Juan José Ivorra, para celebrar este inesperado primer premio en el certamen.
Asimismo, la celebración no se quedó únicamente en Alcoy y al llegar a La Nucía, ya bien entrada la noche, realizaron un improvisado paseíllo desde la carretera hasta la plaça Major, interpretando ‘Campeones’ y lanzando fuegos artificiales y tracas en la escalinata de la iglesia.
Los músicos de La Nucía celebraron su triunfo con fuegos artificiales y tracas a su regreso de Alcoy
Alegría por los objetivos
“Hemos trabajado muchísimo. Estamos muy contentos y no sólo por el resultado, sino también por todo ese trabajo realizado durante meses e, incluso, me atrevería a decir que años”, reconoce el director de la Unió Musical de La Nucía, Ramón Lorente.
Un trabajo que se intensificó mucho “durante el último mes” previo al certamen de Alcoy. “Nos habíamos marcado unos objetivos y nos produce una gran satisfacción el haberlos podido alcanzar. Lo del premio es algo secundario. Son cosas que a veces salen bien y otras no. En este caso hemos tenido la suerte de poder lograrlo. Hacía mucho que no íbamos a este tipo de acontecimientos y eso nos hace estar más contentos todavía”, celebra el director.
Una revolución
Lorente recuerda con cariño su paso por el teatro alcoyano que acogió el certamen, ya que, como explicaba, “no había estado nunca en el Teatre Calderón. Había trabajado en Alcoy y he estado en sus fiestas; pero no en el teatro. Es un recinto fantástico, con una acústica genial y una organización muy profesional”.
En cuanto a ese pasacalle previo, en el que los nucieros comenzaron a labrar su victoria, el director afirma que “fue fantástico. Nosotros hicimos una revolución, porque nos formamos de una manera diferente y eso sorprendió muchísimo”.