Artur Martínez / Cantante
‘La Fúmiga’, grupo pop de moda, nació en 2012 en Alzira reuniendo a doce amigos, miembros todos de la banda de música del municipio. Comenzaron versionando canciones de otros grupos, para seguidamente crear un estilo muy propio que les ha permitido ser una referencia en la Comunitat Valenciana y Cataluña.
Con Artur Martínez (Alzira, 1988), uno de sus dos vocalistas, recordamos sus inicios, cómo han evolucionado y de qué forma está funcionando su cuarto disco, ‘Tot está per fer’, una reivindicación de lo que les falta por hacer en la música.
¿Cómo se creó ‘La Fúmiga’?
Entre los más afines de la banda municipal, también generacionalmente. Primero tocábamos en formaciones de calle, en despedidas, fiestas, Fallas o Moros y Cristianos, porque ésa era nuestra única intención, hacer música sin parar.
¿Hay algo más bonito que tocar con tus amigos?
Fue como un virus, sin pretensión, pero cada vez más intenso, haciendo aquello que más te gusta con los amigos de toda la vida. Por eso nosotros lo naturalizamos todo, porque nos han sucedido cosas preciosas, sin vivirlas desde una perspectiva grandilocuente.
Nos era igual tocar frente a cien personas que ante 20.000: tenemos las mismas sensaciones. Es la música que llevamos en nuestro ADN, más allá del éxito.
«Nos han pasado cosas preciosas, pero intentamos vivirlas desde la normalidad»
¿En qué momento hacéis vuestras propias canciones?
Al principio tampoco teníamos intención de hacer temas nuestros, sino arreglos de lo que nos gustaba, principalmente de grupos de la Comunitat Valenciana (‘Aspencat’ u ‘Obrir Pas’), lo que nos diferenciaba de los demás.
Un día decidimos grabar esas versiones en el estudio de Mark Dasousa, que fue el que nos empujó a hacer cosas propias. El resultado fue ‘Mediterrànea’, el origen de muchas cosas posteriores.
¿Qué influencias teníais?
Aparte de lo que escuchaban nuestros padres -Lluís Llach, por ejemplo-, por medio de primos me llegó muy fuerte ‘Els Pets’, mi primera incursión en el pop catalán. Después se puso de moda la música valenciana y nosotros nos conectamos con ‘Els Catarres’, entre otros, grupos con los que mantenemos una relación de amistad.
¿Vuestro estilo ha ido variando?
Pienso que sí, nos hemos ido buscando. Los inicios poco tienen que ver con la música que hacemos actualmente, con pequeñas reminiscencias, claro. El nuestro es un pop festivo, pensado para el directo, y eso nos ha hecho probarnos poco a poco, aprendiendo.
No hemos modificado nuestros componentes, los doce originales, es decir: José Beteta, Xavi Cantera, Toni Espanya, Ramir Sánchez, Asier Escrivà, Hèctor Vila, Sergio Giménez, Josep Ferrer, Iván Ortega, José Andrés González y yo mismo. Arnau Espanya tuvo que bajar del escenario para ejercer de road-mánager.
¿Os esperabais ese éxito en Cataluña?
Uf, ¡para nada, en absoluto! Hoy en día somos un grupo totalmente consolidado en tierras catalanas, aunque continuamos intentando que parte de nuestra gira sea en casa, en los municipios de la Comunitat Valenciana, hoy lamentablemente tan dañada. Ahora más que nunca hay mucho que hacer y decir en nuestra tierra.
«Deseamos ofrecer temas que sigan sorprendiendo y enganchando a ese público tan fiel»
Como vuestro cuarto disco, ‘Tot està per fer’.
Es una frase muy icónica de Miquel Martí i Pol: una manera de decir que, aunque han pasado los años y parece que está todo hecho -o aprendido- en realidad es todo lo contrario. Se trata de un nuevo punto de partida para todo, como persona individual dentro de una sociedad en la que convivimos, en la música, el amor, la amistad…
En parte ahora somos referentes. Asumimos esa responsabilidad y procuramos hacerlo siempre bien, en todos los ambientes. Cuando viajamos intentamos medir muy bien lo que decimos, porque son muchos los menores que nos escuchan, esponjas.
¿Está funcionando bien?
Es el disco que más miedo nos daba, pues al ser el tercero de larga duración señalaría si continuamos o es el momento de parar. Por fortuna está siendo el que más éxito ha cosechado, con diferencia, el triple que el anterior trabajo.
‘Tot està per fer’ nos ha dado muchísimas alegrías, en febrero hará un año de su lanzamiento, y no lo olvidaremos nunca, porque nos ha situado, nos ha demostrado que todo estaba por hacer y que todo era posible.
¿El verano, por lo tanto, ha sido muy movido?
Sí, pese a que ya no sabemos cuándo acaba el periodo estival, que se une al otoño, de concierto en concierto. En octubre tuvimos tantos compromisos como en agosto, hecho que nos hace sentir muy afortunados, porque concebimos la música para compartirla en directo.
¿Cuáles son vuestros próximos retos?
En el mundo de la música, especialmente en vivo, cada vez debemos ser más ambiciosos, con control. Deseamos ofrecer temas que continúen sorprendiendo y enganchando a ese público tan fiel, que repite una y otra vez.