El pasado 14 de noviembre AQUÍ grupo de comunicación celebramos una distinguida gala en el Gran Teatro de Elche. Este evento no fue sino el inicio de una nueva tradición por la cual queremos reconocer cada año un patrimonio de nuestra tierra. Y para esta ceremonia inaugural, convertimos en nuestro primer protagonista al Misteri d’Elx.
Fue una hora y media con espectáculos de música, humor y mentalismo que tuvieron como colofón una última actuación muy especial. Cincuenta cantores ilicitanos tomaron el escenario, ante la atenta mirada de los espectadores que llenaron el teatro, para interpretar una de las emblemáticas piezas de este drama sacro-lírico reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
El fallecimiento de María
Por si todavía queda alguien que no conozca en qué consiste esta tradición tan arraigada desde hace siglos en Elche, cabe empezar señalando que la gran protagonista indiscutible de la misma es la Virgen María. Así, cada año la Basílica de Santa María se convierte en un teatro donde se escenifican -acompañándose de música sacra- los últimos compases de la vida de la madre de Jesucristo.
En concreto se muestra cómo fue su Dormición, Asunción y Coronación. Esto es, cuando la Virgen habría sido llevada en cuerpo y alma hasta los cielos para ser coronada por Dios. En realidad este episodio no se menciona en la Biblia. Se trata más bien de una historia que fue surgiendo en los siglos posteriores a la vida de Jesucristo, fruto de la tradición oral.
Algunos apuntan a que el autor original habría sido Melitón de Sardes, obispo del siglo II y considerado uno de los Padres de la Iglesia Católica. En cualquier caso, ya el emperador bizantino Mauricio estableció hacia el siglo VII una fiesta oficial para venerar el ascenso de la Virgen a los cielos. También existen multitud de representaciones artísticas de este episodio ubicadas en templos de toda Europa.
Aunque el ascenso de la Virgen no se refleja en la Biblia, está considerado como ‘dogma de fe’
Primer manuscrito
En el siglo XIII Santiago de la Vorágime -el arzobispo de Génova- quiso realizar una recopilación escrita de las muchas leyendas surgidas en más de un milenio de cristianismo. Este libro se denominó ‘Leyenda dorada’ y fue todo un gran éxito en la Edad Media, hasta el punto de que se realizaron miles de copias que circularon por toda Europa.
El arzobispo también incluyó en esta recopilación la leyenda del ascenso de la Virgen María hasta los cielos. Muchos consideran que éste es el primer texto original del Misteri, aún habiéndose redactado unos cuantos años antes de que surgiera esta tradición en Elche.
Arca flotante
Ahora bien, ¿por qué los ilicitanos se fijaron precisamente en esta leyenda cristiana? Supuestamente todo empezó en 1370 cuando una imagen de la Virgen habría aparecido dentro de un arca flotando en las aguas de la playa santapolera de Tamarit.
La tradición dice que un guardacostas llamado Francesc Cantó fue quien descubrió este objeto y lo trasladó hasta Elche. También que la figura de María habría venido acompañada de unos manuscritos donde se identificaba como la Virgen de la Asunción e incluso un libreto sobre cómo debía realizarse esta representación religiosa.
A pesar de que la leyenda cuenta que en la tapa del arca venía la inscripción ‘Soc a Elx’, las autoridades eclesiásticas de Alicante y Orihuela pidieron quedarse con la figura. Para resolver esta disputa, se habría colocado el arca en una carreta tirada por bueyes con los ojos vendados, justo en un cruce que comunicaba con estas tres poblaciones. Es fácil adivinar hacia donde tiraron aquellos animales cegados… ¡exacto! Hacia Elche.
Dicen que el primer manuscrito del Misteri apareció en un arca flotante en Santa Pola
Veneraciones a la patrona
Alrededor de la nueva patrona ilicitana surgieron varias tradiciones. Cada 29 de diciembre se conmemora su Venida con una romería desde Santa Pola hasta Elche. A continuación un jinete, interpretando el papel de Francesc Cantó, recorre a todo galope a lomos de su caballo la distancia entre el Hort de les Portes Encarnaes y la Plaça de Baix, para así informar al pueblo ilicitano del hallazgo.
Se trata de una costumbre muy popularizada que cada año cuenta con muchísima participación de vecinos de Elche -e incluso personas venidas de otros lugares- que bajan a la calle para presenciar todo el despliegue.
Lo mismo ocurre también con el Domingo de Pascua, cuando tiene lugar la procesión de Las Aleluyas en la que se simboliza el encuentro de la Madre de Dios con Jesús resucitado.
Origen de la Festa
Históricamente se ha considerado que las representaciones del Misteri comenzaron tras el mismo hallazgo de la Virgen en la playa. Algunos incluso apuntaban a un origen todavía más antiguo, en tiempos de la reconquista cristiana de la ciudad, allá por 1265.
Sin embargo las investigaciones contemporáneas han descargado estas hipótesis. De hecho, el documento más antiguo que se conserva donde se hace referencia al Misteri data de 1523. Se trata del testamento de la noble ilicitana Isabel Caro, quien hizo una generosa donación para sufragar estas representaciones.
Además, algunas de las canciones que todavía hoy se representan fueron compuestas por autores del siglo XVI como Ginés Pérez o Lluis Vich.
Fue el papa Urbano VIII quien salvó el Misteri otorgando un permiso especial para su puesta en escena
Más de medio milenio
Por tanto se suele determinar el último tercio del siglo XV como la fecha más probable de su surgimiento. Se considera que fueron varias familias nobiliarias de la época, como los Caro o los Perpinyà, las principales instigadoras de esta tradición.
Igualmente esta fecha coincide con una época clave en la transformación de la Basílica de Santa María. En 1492 fue demolido el viejo templo gótico, para construir una iglesia renacentista. Así pues, posiblemente estas familias quisieran impulsar este drama sacro con motivo de la edificación de esta nueva iglesia.
En cualquier caso, cabe señalar que estamos hablando de una trayectoria histórica enorme. Es seguro que la Fiesta supera ya sus 500 años de existencia.
Años difíciles
El caso es que este origen tan remoto es lo que convierte al Misteri en una representación única en el mundo. No existe un drama sacro-lírico tan antiguo en toda la enorme extensión del planeta donde se procesa la fe cristiana. Y eso tiene una razón de ser.
En 1563, en el Concilio de Trento, se decidió prohibir la representación de obras teatrales en las iglesias. Esto supuso el final inmediato de cuantas tradiciones similares pudiera haber por entonces.
Sin embargo el Misteri nunca llegó a desaparecer completamente. Eso sí, los devotos ilicitanos tuvieron que hacer auténticos equilibrios para salvarlo. En 1609 la Cofradía de Santa María advirtió que no tenía financiación suficiente para continuar con las representaciones, y desde entonces fue el propio concejo de la ciudad -el Ayuntamiento, en términos modernos- la institución encargada de organizar el sacro-drama.
Realmente hay que decir que fueron los propios ilicitanos quienes salvaron la Festa, ya que es fácil imaginarse de dónde sacaron los políticos de entonces el dinero suficiente como para seguir sufragando los actos. En concreto se crearon nuevos impuestos al grano y a la carne.
Durante una corta época la Festa se celebró en la Iglesia de San Salvador
Intervención papal
También es cierto que todo ello fue posible gracias a la complicidad de las autoridades eclesiásticas habidas en nuestra zona durante esa época, quienes tuvieron bastante manga ancha a la hora de reinterpretar la doctrina del Concilio de Trento y permitir que continuara esta tradición ilicitana.
Sin embargo, cuando el padre Bernardo Caballero asumió el cargo de obispo de Orihuela en 1627, se opuso a la continuidad del Misteri. El Ayuntamiento apeló esta prohibición y el asunto llegó hasta la misma Roma, quedando zanjado en el momento que el papa Urbano VIII concedió un privilegio especial, en 1632, por la cual se permitía que la Virgen pudiera seguir ascendiendo hasta los cielos en Elche.
Reforma de la basílica
El nuevo templo renacentista pronto comenzó a quedarse anticuado, y surgió la voluntad de construir una nueva Basílica de Santa María. Las obras de la actual iglesia barroca comenzaron en 1672 y no acabarían completamente hasta 1784.
De manera inevitable esta gran reforma afectó a las representaciones teatrales del Misteri, hasta el punto de que durante unos quince años fue necesario trasladarlas de manera provisional a la iglesia de San Salvador.
Óscar Esplá realizó una importante revisión de la música en el siglo XX
Pedro Ibarra y Óscar Esplá
La desamortización eclesiástica decretada por el presidente del gobierno Juan Álvarez Mendizábal en 1835 supuso un nuevo desafío para la Festa. La falta de recursos económicos llevó a una cierta decadencia artística durante algunas décadas.
A finales del siglo XIX fue elevándose cada vez más la figura del historiador ilicitano Pedro Ibarra, quien inició una importante campaña político-social con el fin de reimpulsar el Misteri. Fruto de aquella iniciativa se acabó creando una ‘Junta Protectora de la Festa de Elche’, en 1924, formada también por personalidades ajenas al Ayuntamiento.
Aunque la esencia histórica de la representación nunca se ha perdido, lo cierto es que a lo largo de todo este tiempo el repertorio del Misteri ha ido evolucionando. Hoy en día sus melodías proceden de diferentes épocas, la mayoría están escritas en valenciano, pero también hay algunos versos que todavía están en latín.
Precisamente la última gran revisión se produjo en esta época, cuando la susodicha Junta Protectora encargó a Óscar Esplá que realizara una profunda investigación histórica. Este músico alicantino rescató del olvido la escena de la Judiada, que había dejado de representarse en el siglo XVIII. Igualmente readaptó algunas partituras con una mentalidad más modernista.
Guerra Civil y recuperación
En 1931 el gobierno de la recién proclamada Segunda República Española concedió al Misteri su primer reconocimiento oficial venido desde fuera de Elche, al ser declarado Monumento Nacional.
Pero en febrero de 1936 la Basílica de Santa María fue incendiada por una serie de exaltados y la imagen original de la patrona desapareció para siempre. La estructura principal del templo se salvó de las llamas, pero durante la Guerra Civil fue reconvertida como taller público de coches y otros aparatos.
Ya en los primeros años del Franquismo se constituyó una Junta Nacional Restauradora con el objetivo de restaurar la iglesia y recuperar la tradición. En 1941 volvieron a realizarse las representaciones y en 1948 dicha Junta evolucionó oficialmente al actual Patronato encargado de organizar la Festa, con el apoyo de las instituciones políticas.
En 1936 la basílica fue incendiada y no se recuperaron las representaciones hasta 1941
Reconocimientos institucionales
A partir de entonces no dejaron de llegar los reconocimientos oficiales para el Misteri. En 1965 fue declarado Fiestas de Interés Turístico Nacional por el Ministerio, en 1980 de Interés Turístico Internacional y, por supuesto, en 2001… la declaración de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Desde el Vaticano también llegó otro aval indirecto en 1950, cuando el papa Pío XIII declaró oficialmente todo este episodio de la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María como ‘dogma de fe’.
El pasado se hace futuro
Asimismo con el paso de los siglos alrededor de esta tradición han ido surgiendo multitud de actos festivos en Elche como la Nit de l’Albà, desfiles de Moros y Cristianos, charangas de disfraces, batallas de flores, etc.
Todo esto no ha impedido ni mucho menos que las representaciones del Misteri se sigan manteniendo de un modo casi inalterable. De hecho todavía se sigue preservando la norma originaria de la Edad Media que dictamina que tan solo los varones pueden interpretar papeles teatrales. No obstante actualmente existe cierto debate al respecto. Algunos abogan que las mujeres también deberían poder participar en las representaciones, mientras que otros son contrarios en aras de preservar así con mayor exactitud su esencia histórica.
Lo cierto es que actualmente el Misteri parece gozar de bastante buena salud, y prueba de ello es que la Basílica de Santa María siempre se muestra abarrotada de público durante cada representación, ya sea en agosto u octubre. Por nuestra parte, deseamos un futuro tan rico como su pasado a la que sin duda es una de las tradiciones más importantes de las habidas en toda España.