Entrevista > Santiago del Pozo / Delegado de la Lotería Nacional en Elche (Madrid, 10-enero-1967)
La lotería de Navidad es mucho más que un sorteo; es una tradición llena de ilusión y esperanza, que une a millones de personas cada diciembre. Es el símbolo de los sueños compartidos, de la fantasía de que la suerte nos sorprenda, de imaginar cómo cambiaría la vida con un ‘Gordo’ inesperado.
Familias, amigos y compañeros se juntan para compartir décimos, creando un vínculo que va más allá del premio. Es un momento de emoción colectiva donde cada número es una promesa de alegría, y cada décimo, una pequeña chispa de esperanza.
En la mente de los ilicitanos sigue latente aquel 22 de diciembre de 1999, cuando el Gordo se repartió íntegro desde el barrio del Raval. Una auténtica lluvia de millones gracias al número 65.379.
«Hay que elegir muy bien a las personas con las que compartimos lotería»
¿Cómo se preparan las administraciones para el sorteo más importante del año?
La mayoría de las administraciones de Elche ya tienen mucha experiencia, y normalmente lo que hacen es ampliar un poco el horario ese día. Este año el sorteo cae domingo, que es un día en que las administraciones no trabajan; sin embargo, harán una excepción, y al menos mientras dure el sorteo tendrán abierto por si tocara algún premio en alguna de ellas.
En la delegación también permanecemos a la espera de si se produce algún premio, para acercarles camisetas y el cartel que soléis ver en la televisión con el número del premio. Es un día en el que todos nosotros también esperamos los resultados con mucha ilusión.
¿Son muchos los que esperan hasta el último momento para comprar un décimo?
Hay de todo. Hay quien lo tiene desde el verano y otros que esperan al último momento, ya sea porque no han podido comprarlo antes, por superstición o corazonadas, quién sabe.
Por eso el día antes al sorteo las administraciones cierran más tarde, y no devuelven hasta el último momento la lotería que no han vendido.
¿Qué comportamiento tenemos los ilicitanos en cuanto a manías a la hora de elegir un número?
Muchos no quieren ni ver el número que compran. Sin embargo, otros eligen fechas concretas. Por ejemplo, el número con la fecha de lo ocurrido en Valencia con la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) está agotado. Otros eligen la fecha del nacimiento de un hijo, o de un aniversario. Hay de todo.
«El número con la fecha de lo ocurrido en Valencia con la DANA fue de los primeros en agotarse»
¿Y las terminaciones de los números también tienen sus adeptos?
Claro. El trece se lleva la palma, y también los que acaban en la última cifra de ese año, que en este caso sería el cuatro. También hay terminaciones que salen más que otras, como el ocho o el nueve.
Aparte del Gordo del 99 ha habido buenos pellizcos, como el del bar El Águila hace muchos años, o el año pasado en la administración de la antigua Olivereta, ‘La dama de la suerte’.
Sí, pero en ambos casos ha sido por lo que llamamos un traspaso de lotería. Es decir, que algunas administraciones se intercambian lotería con otras de diferentes ciudades. En el caso del bar El Águila tenían lotería de Dolores, que es donde tocó, y el año pasado ocurrió lo mismo con la administración ‘La dama de la suerte’.
Tocar, lo que se dice tocar, el número del Gordo en Elche fue en 1999, el último sorteo por cierto que se contó en pesetas. Fue el 65.379.
¿Qué pasa si se nos rompe un décimo?
Normalmente tiene solución, a no ser que esté totalmente destrozado. Recuerdo un caso de un hombre que lavó un décimo por descuido porque estaba dentro de una prenda, y cuando se dio cuenta era prácticamente inservible.
Se envió a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para ver si tenía solución, pero el hombre, ante la duda, se compró uno igual por si acaso tocaba y ese no le valía. Pues tuvo mucha suerte en su decisión, porque no solo tocó, sino que el otro se pudo recomponer y cobró los dos décimos. Por lo tanto, lo primero que tenemos que hacer ante un desperfecto es llevarlo a la administración donde lo hemos comprado o a la delegación.
«Los números acabados en trece son los que antes se agotan»
Si se nos pierde o nos lo roban, ¿debemos darlo por perdido?
No. Debemos denunciarlo en comisaría, porque así si alguien lo tiene en su poder e intenta cobrarlo se detecta rápidamente. No solo no lo podrá cobrar, sino que será acusado de delito por apropiación indebida, y la sanción ronda los tres mil euros.
Por otro lado, si te encuentras un décimo, debes hacer lo mismo: denunciar o llevarlo a una administración, y si toca y no lo reclama nadie el premio será para ti.
Es muy habitual compartir décimos en Navidad, pero si toca a veces llegan los problemas. ¿Qué nos recomienda?
Sobre todo, elegir muy bien a las personas con las que compartimos lotería y poder confiar en ellas. He visto conflictos muy serios, incluso entre hermanos que han acabado muy mal. Como norma general, cuando se comparte un décimo, se deben poner por detrás los nombres y el DNI de sus propietarios. Es también aconsejable hacer una fotocopia o al menos una foto que lo demuestre.
El año pasado, ¿qué ocurrió con la Inteligencia Artificial (IA)?
Se dijo que a través de la IA se había elegido un número que iba a ser el Gordo y en Elche. Se agotó en cuestión de horas y luego nada de nada.