Eva Monzón / Escritora
Eva Monzón es una lectora empedernida, pues le interesa todo lo relacionado con la literatura. Además, es capaz de leerse un libro en apenas dos días, “o tres”, investigando aquellos autores que le gustan o motivan.
Ejerce asimismo de psicóloga clínica y forense, e imparte clases de escritura creativa para Fuentetaja, con alumnos de todo el mundo. Nos aconsejará qué hacer cuando un libro no nos encaja, aunque es consciente del negocio existente: “muchas veces se busca el marketing de una figura popular o llamativa”.
Después de hacernos disfrutar con ‘El día a día’ -apasionante historia familiar-, ‘Entreactos’, ‘Sombras’ y ‘Tras la realidad’, acaba de publicar ‘Laberintos’, treinta y un relatos muy breves, conectados entre sí por una única frase. “Es la primera vez que hago un libro así”, confiesa.
Háblanos de tu pasión por los libros.
Procede de muy pequeña, antes de escribir incluso. Siempre me ha gustado que me cuenten historias, como hacía mi madre, que las grababa. Me gustaba leer libros, aunque aún no supiese leer, me imaginaba la historia.
¿Quiénes son tus autores preferidos?
Tengo muchos, que van cambiando, al leer tres o cuatro novelas a la semana. Es mi profesión: leer y escribir. Me agradan los clásicos, obviamente, pero también más actuales, como Mariana Travacio, Mariana Enríquez y Pilar Quintana.
Tampoco puedo olvidarme de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Herta Müller. Estoy muy interesada en investigar sobre literatura, de cualquier punto del planeta y época.
¿Incluso si el libro no te ‘atrapa’?
Si el libro es bueno, puede ser que uno no tenga todavía la capacidad, porque hay que aprender a leer -entender el libro-, no solo a escribir. Debemos dejarlo aparcado y ya llegarás a leerlo. Por otro lado, hay libros que no te gustan o directamente no son buenos, porque ahora se publica mucho y de discreta calidad.
«Me gusta el intimismo, que el lector entre en la novela y vea los mundos que le presento»
¿Cuál es tu estilo literario?
Procuro tocar temas de un modo intimista, que el lector entre dentro de la novela y vea los mundos que le presento. Suelen ser libros corales, con más de un protagonista: tengo uno con más de ochenta personajes. Existe uno principal, pero muchos satélites, con numerosas subtramas, como la propia vida.
El lector se puede perder. ¿No es arriesgado?
En absoluto, no se pierde en ningún instante. A lo largo de las páginas te vas topando con esas personas que ayudan a complementar la historia. Por ejemplo, ‘Entreactos’, ganadora del certamen de Alfonso El Magnánimo (2006), cuenta con más de veinte personajes relevantes.
Tu metodología, ¿cuál es?
Escribo fundamentalmente por la noche, mucho más cómoda y a gusto, porque ya has hecho todo lo que debías hacer durante la jornada. Nadie me va a molestar a las tres de la mañana (ríe).
Intento escribir todos los días, pase lo que pase, aunque sea en un bar y una línea. Releo lo escrito, corrijo y, a partir de ahí, avanzo con todo lo que he pensado el día anterior.
¿Sobre algún tema en concreto?
Persigo que todas mis novelas sean diferentes, manteniendo el mismo estilo, que ha ido variando con el paso de los años y los libros. Mi escritura evoluciona, se puede ver desde mi primera novela hasta el último libro publicado, ‘Laberintos’. Cada libro tiene una historia distinta, unos personajes diferentes y una manera dispar de tratar la idea.
¿De qué trata ‘Entreactos’, premiada en València?
Tras debutar con una novela corta, ‘Tiempo muerto’, una especie de encargo, ‘Entreactos’ me gustó mucho. Como señalaba, es una obra coral en la que la protagonista sabe que algo le pasó en la infancia y quiere regresar a sus orígenes, para entender por qué no avanza. Disfruté mucho haciéndola, con ese juego de los recuerdos que tiene de niña siendo adulta.
«Intento escribir todos los días, suceda lo que suceda, aunque sea en un bar y una línea»
También tradujiste un diario de Steinbeck…
La editorial Bartleby me pidió que tradujera un diario -inédito en España- que el Premio Nobel John Steinbeck realizó mientras escribía ‘Al este del Edén’. Cuando ya había contado sus cosas personales, le daba la vuelta a la libreta y redactaba la novela.
Asimismo, colaboré en la biografía del sindicalista y abogado Joaquín Navarro, a quien quisieron matar en la matanza de Atocha, sucedida en enero de 1977.
¿Tus libros son como ‘hijos’?
Más bien creaciones; y me gustan todos, porque si no, no los haría. Cuando acabo uno ya no lo vuelvo a leer, jamás. Lo edito para ello. Lo olvido y voy a por el siguiente, sabiendo cómo eran los personajes e historias, que han estado en mi cabeza a lo largo de dos años.