Manuel Quijano / Cantante
Desde los mismos inicios del grupo, hace ya unas décadas, Café Quijano tiene por costumbre acudir a València cada vez que estrena un nuevo disco. En esta ocasión quieren adelantarse incluso a su lanzamiento oficial programado para el 7 de febrero, dado que ya estarán tocando algunos de los nuevos temas en el concierto del 18 de enero en el Palau de les Arts.
Este próximo trabajo se llamará ‘Miami 1990’ y consiste en un retorno muy noventero a los inicios de esta banda compuesta por los tres hermanos Quijano. La propia estética del álbum está ambientada en una serie tan emblemática de aquella década como fue ‘Corrupción en Miami’. Nos atiende Manuel Quijano (León, 27-enero-1967), vocalista del grupo, para explicarnos más sobre este nuevo proyecto musical.
¿Cómo surgió este álbum ‘Miami 1990’?
Es una continuidad de aquello que inventamos cuando lanzamos ‘La taberna de Buda’. Ya en 2022 sacamos una secuela de aquel sonido con ‘Manhattan’ y esto viene a ser una segunda parte.
El disco consiste básicamente en contar historias de aquella época. Fue entonces cuando, primero yo y luego mis hermanos, salimos de nuestro escondido León natal y descubrimos un mundo muy diferente al que conocíamos, al dar un salto a Miami en octubre de 1990. En este disco contamos algunas de aquellas peripecias que vivimos en nuestro viaje.
¿Qué hacías en Miami en 1990?
Por aquel entonces yo era un loco de los coches y motos americanas. Así que me fui con un amiguete a comprar algunos con el poco presupuesto que teníamos, después de haber acumulado ahorros durante un tiempo. Era un momento en el que el cambio del dólar con la peseta estaba muy favorable, y nos fuimos a buscar la aventura de la importación de vehículos desde Estados Unidos a España.
«Este disco es una continuidad de ‘La taberna del Buda’, contando historias de los años 90»
¿Tienes mucha nostalgia de aquella época?
Sí, porque recuerdo que descubrí un mundo nuevo que estaba muy bien reflejado en la famosa serie de ‘Corrupción en Miami’. Además ya han pasado 34 años, y la ciudad ha cambiado muchísimo desde entonces. Ahora todo es incluso más ‘a lo grande’. Ya en aquella época era una ciudad cosmopolita y latina, pero hoy lo es todavía mucho más. Ha perdido un poco esa esencia de pueblo que antes mantenía.
¿Crees que estos viajes a EEUU previos a la formación de Café Quijano pudieron influir algo en vuestra música?
Totalmente. De hecho muchas veces nos preguntan por qué tenemos esos sonidos tan de allá, hasta el punto de que al principio muchos pensaban que éramos originarios de Latinoamérica.
Me fui a Miami muy joven, y bebí mucho de esa música caribeña que se hacía allí, como la cubana o la jamaicana. Esos eran los inicios de la eclosión de la música latinoamericana en el mundo entero, y esta ciudad es una confluencia de sonidos venidos de muy distintos países. De hecho a menudo dicen que es la gran capital de Latinoamérica.
Ten en cuenta que por aquella época las posibilidades de recibir influencias sin viajar eran mucho menores que ahora. No teníamos tan a mano las plataformas musicales para poder escuchar todo lo que quisiéramos. Tenías que empaparte yendo in situ.
¿Por qué piensas que gustaron tanto aquellos primeros temas vuestros como ‘La Lola’ o ‘La taberna del Buda? ¿Cuál dirías que fue vuestra aportación a la música patria?
Pues la verdad es que no tengo ni idea (risas). Te paras a pensar… y la conclusión que sacas es que al final lo que manda en las canciones es la melodía. Primero melodía, segundo melodía y tercero melodía. Ésta es la base de la historia que cuentas y del estilo con el que suene.
‘La Lola’ fue un poco la canción que abrió este tarro, y es cierto que sonaba distinta. Incluso hoy en día a la gente le sigue sonando diferente. Quizás esa sonoridad fuera de lo normal fue lo que llamó la atención.
«Nuestros viajes a EEUU y la música latina influyeron mucho en el nacimiento de Café Quijano»
Quizás también que vuestras canciones son muy descriptivas. A veces parece casi que estás leyendo un relato con música.
Sí, y este nuevo disco de ‘Miami 1990’ quizás lo sea aún más si cabe. Hay varias canciones que siguen mucho la estela de ‘La taberna del Buda’ en ese estilo descriptivo de contar mucha historia… en esas pocas líneas que te permite una canción.
¿Tenéis alguna colaboración en este disco?
De momento sale 100% nuestro, pero sí hay cositas que se desvelarán pronto. Por ejemplo igual alguna de las canciones tendrá también una versión con colaboraciones de otros artistas.
El concierto de València será unas semanas antes de que salga el disco… pero imagino que ya vais a cantar algunas de las nuevas canciones, ¿no?
Ten en cuenta que el 13 de diciembre ya saldrá el primer single titulado ‘Sabes que te digo’, que de hecho ya lo hemos grabado en algunos especiales navideños de televisión. Y seguramente también soltaremos alguna otra canción antes del lanzamiento oficial del disco.
Tras tantos años de trayectoria musical, ¿cómo son vuestros conciertos cuando acabáis de lanzar un disco? ¿El público tiene hambre de escuchar temas nuevos, o solo quiere los grandes clásicos de siempre?
Pues fíjate que este año estamos un poco rompiéndonos la cabeza dado que tenemos que quitar parte del repertorio habitual que la gente pide. De hecho al final se nos queda un concierto de casi tres horas. Ten en cuenta que, aparte del pop-rock, también incluimos un apartado de boleros porque es un estilo que tenemos muy marcado y que ha ocupado mucho tiempo de nuestra vida.
Por supuesto que tocaremos nuestras canciones más conocidas, y también incluiremos algunas del nuevo disco. No todas, sino las más enérgicas y que tienen más posibilidad de disfrutarse en directo.
«En nuestros próximos conciertos tocaremos temas antiguos, nuevos y habrá un apartado de boleros»
¿Cómo es vuestra relación con Valencia?
Aquí tenemos una colección de muy buenos amigos. De hecho recordamos siempre con mucho cariño que la primera vez que el disco ‘La Lola’ entró en listas, estábamos comiendo en un restaurante de la Malvarrosa. Desde entonces la primera semana de promoción de cada disco siempre la hacemos en València.
Eso suena a una superstición…
Creo que es más bien una bonita costumbre. Por eso esta vez hemos querido ir en enero a València, justo después de las navidades.
Además tenemos mucha vinculación con la Comunidad Valenciana en general. Ten en cuenta que nuestra madre vive en Benidorm desde hace muchos años, y dos de nuestras tres parejas también son de allí. Así que pasamos mucho tiempo por vuestra tierra.
Ahora vais a hacer una gira de varios meses por España y luego iréis también al extranjero. ¿En qué otros países se escucha a Café Quijano?
Esto es algo que ya hemos hecho en este mismo 2024. Estuvimos en Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Irlanda, México, Colombia…
La verdad es que cuando vamos por Europa más de la mitad del público es español, aunque muchos de ellos también tiran de los autóctonos para venir a vernos. Además nos encontramos a muchos latinoamericanos, incluso cuando vamos a otros países europeos. Recuerdo, por ejemplo, en Berlín que nos encontramos muchos colombianos, argentinos, chilenos, mexicanos, etc.
«Estábamos en la Malvarrosa cuando nos enteramos que ‘La Lola’ había entrado en las listas»
Son ya casi tres décadas en el candelero. Si repasamos grupos de vuestra época, pocos quedan sacando nuevos discos. Para quienes empiezan ahora, ¿cuál es el secreto para triunfar y sobre todo mantenerse?
A mí es que lo de dar consejos siempre me ha parecido algo muy delicado. Yo diría que la base de todo es tener la cabeza encima del hombro para comprender que esto es una carrera de fondo. Si hay algo que nunca puede estar presente en un grupo por encima del resto… es el ego. En la mayoría de los casos es justo esto lo que lleva a la destrucción.
Hay que tener serenidad, y tener claro que se necesita un proyecto de futuro para que esto no sea de dos días. Lo prioritario nunca debe ser la fama, sino ser un trabajador de la música. Porque es un privilegio muy grande trabajar en un oficio tan apasionante como éste.
No es que las familias no se peleen ni mucho menos, pero quizás hacer esto en compañía de hermanos puede ayudar a lo de no dejarse dominar por los egos…
Totalmente. De hecho te diría que a nosotros lo que nos mantiene vivos 28 años después es el vínculo familiar. Sino seguro que hacía tiempo que ya no estábamos juntos.