Entrevista > Manuel Moya / Catedrático de Fisiología y Entrenamiento Deportivo en la UMH (Hellín, Albacete, 5-septiembre-1969)
En los últimos años se viene observado un aumento significativo en la promoción de programas de mejora cardiovascular y de fuerza muscular, debido a la creciente evidencia científica sobre sus beneficios para la salud en general y la prevención de algunas enfermedades. Estos programas no solo ayudan a combatir el sedentarismo y las enfermedades cardiovasculares, sino que también mejoran aspectos como la funcionalidad física, la densidad ósea y la salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la actividad física, incluyendo el entrenamiento de fuerza, tiene múltiples beneficios para las personas de todas las edades. Se trata de una actividad fundamental para el bienestar físico y mental, y para la prevención de ciertas enfermedades.
Deporte de fuerza
Existen incluso estudios que demuestran una correlación positiva entre la práctica deportiva y el rendimiento académico, a juzgar por los resultados obtenidos en este sentido en universidades como la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Uno de los principales beneficios del entrenamiento de fuerza, es la mejora en la salud cardiovascular. Los ejercicios que se suelen hacer para entrenarla, como el levantamiento de pesas y el uso de ciertas máquinas, ayudan a reducir los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la inflamación crónica.
La UMH pretende, a través de sus programas, que el deporte sea una herramienta más en la promoción de la actividad física como herramienta para mejorar la calidad de vida de personas con diversidad funcional, o discapacidad en general, así como en procesos incluso de parálisis cerebral.
Liderando proyectos
En el caso de estas últimas, se están obteniendo resultados prometedores. Los programas de entrenamiento adaptado están mostrando mejoras significativas, en aspectos como la mejora de la funcionalidad, la movilidad y la calidad de vida de estos pacientes.
Además, el Instituto Universitario Centro de Investigación del Deporte de la UMH lidera proyectos nacionales e internacionales sobre rendimiento deportivo, programas de ejercicio para colectivos vulnerables, y metodologías avanzadas de entrenamiento. Todo ello consolida a la UMH como un referente en las Ciencias del Deporte.
En un futuro nuestra calidad de vida ¿depende en parte de nuestra actividad física?
Desde la UMH estamos investigando cómo estos programas influyen en diferentes poblaciones, desde personas mayores hasta individuos con enfermedades crónicas. Estudios recientes, por ejemplo, han demostrado que la fuerza muscular está directamente relacionada con la longevidad y la calidad de vida, lo que refuerza su relevancia como pilar de cualquier programa de ejercicio.
¿Qué es lo más importante a la hora de comenzar con este tipo de programas de ejercicio físico?
La clave es la personalización y la supervisión. Cada individuo tiene características, necesidades y capacidades diferentes, por lo que los programas deben diseñarse a medida y progresar de manera controlada. Además, es fundamental prestar atención a la técnica correcta, especialmente en el entrenamiento de fuerza, para prevenir lesiones. Por último, la constancia y el equilibrio entre entrenamiento, descanso y nutrición son esenciales para obtener resultados sostenibles.
«Directamente relacionada con la longevidad y la calidad de vida está la fuerza muscular»
A nivel de calidad de vida en personas mayores, ¿cómo puede afectar la práctica regular de programas de mejora cardiovascular y de fuerza muscular?
Para las personas mayores estos programas son fundamentales para mantener la autonomía funcional. El entrenamiento cardiovascular mejora la resistencia y el sistema cardiorrespiratorio, mientras que el entrenamiento de fuerza combate la sarcopenia (pérdida de masa muscular) y mejora el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.
Además, tienen beneficios psicológicos, como la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo, lo que contribuye a una mejor calidad de vida en esta etapa.
Estando usted en la Universidad, me gustaría saber si hay evidencias de que los estudiantes que practican deporte, en general, y por lo tanto saben más de disciplina, obtienen mejores resultados académicos.
Existen estudios que demuestran una correlación positiva entre la práctica deportiva y el rendimiento académico. La actividad física regular mejora la capacidad de concentración, la memoria y el manejo del estrés, habilidades clave para el éxito académico. En nuestra universidad hemos observado que los estudiantes que combinan sus estudios con la práctica deportiva tienden a organizar mejor su tiempo, y a mantener un equilibrio saludable entre sus responsabilidades académicas y personales.
«Está demostrada la efectividad del ejercicio en la intervención en adicciones»
¿Qué me podría decir acerca de los resultados de las líneas de investigación que están realizando con personas afectadas por parálisis cerebral y patologías similares?
En el caso de personas con parálisis cerebral estamos obteniendo resultados prometedores. Los programas de entrenamiento adaptado están mostrando mejoras significativas en aspectos como la funcionalidad, la movilidad y la calidad de vida.
Estas personas suelen presentar dificultades motoras y cardiovasculares que pueden abordarse eficazmente con ejercicio bien planificado, siempre bajo la supervisión de profesionales especializados.
Respecto a los programas de ejercicio físico aplicados a personas con cardiopatías, ¿son eficaces?
Los programas de ejercicio físico son altamente eficaces y recomendados para personas con cardiopatías, siempre que sean prescritos y supervisados por profesionales. Por ejemplo, el entrenamiento aeróbico moderado mejora la función cardiovascular, y reduce el riesgo de eventos cardíacos recurrentes. También se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza, en dosis controladas, es seguro y beneficioso para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en este grupo.
«Personalización y supervisión son la clave»
¿Hay algún tipo de programa de ejercicio físico más eficiente en función de las diferentes patologías?
Cada patología cardíaca tiene sus particularidades, por lo que es fundamental realizar una evaluación médica previa y diseñar un programa específico. En la UMH estamos desarrollando investigaciones para optimizar estos programas según las necesidades individuales, obteniendo resultados alentadores en la rehabilitación y prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares.
¿A que otro tipo de enfermos tratan?
Más que tratar, desde nuestra posición de científicos de las Ciencias del Deporte colaboramos con el resto de los profesionales de la salud en equipos multidisciplinares, para mejorar o paliar los síntomas que caracterizan a estas patologías, a través de la prescripción de programas de ejercicio físico individualizado y contextualizado.
Dentro de las patologías con mayor prevalencia a nivel nacional, en el Centro de Investigación del Deporte y los laboratorios que lo componen, hemos tenido y tenemos líneas de investigación y transferencia.
¿Me puede poner algún ejemplo?
Pues por ejemplo pacientes con obesidad mórbida, que son sometidos a cirugía bariátrica. Hemos desarrollado programas de ejercicio físico en situación pre y post bariátrica. Pacientes con problemas o enfermedades cardíacas. Pacientes afectados por esclerosis múltiple.
En la actualidad, ¿en qué otros proyectos e investigaciones trabaja su departamento?
Actualmente tenemos la gran suerte de contar con el recientemente acreditado Instituto Universitario Centro de Investigación del Deporte. Es en este instituto donde se centraliza la labor investigadora de nuestros grupos de investigación y laboratorios.
Somos un Instituto de Investigación referencial a nivel nacional en las Ciencias del Deporte. A día de hoy, todos los grupos que componen las diferentes áreas de investigación tienen financiación europea, nacional, autonómica y local para un amplio espectro de proyectos, que se desarrollan desde el ámbito de la salud, el rendimiento deportivo y la educación.
¿Son estudios a corto plazo y en el ámbito de la salud?
Podríamos hablar de un estudio del ciclismo de elite y optimización de su rendimiento mediante un convenio con la Real Federación Española de Ciclismo, o de otro estudio del estado madurativo de los deportistas en deportes colectivos y su efecto en la selección de talentos.
Contamos también con programas de mejora de la condición física en deportistas en formación, y una investigación sobre el fútbol de élite para deportistas con parálisis cerebral y optimización del rendimiento, a través de un convenio con la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido (FEDPC).
«Es fundamental realizar una evaluación médica previa y diseñar un programa específico para cada caso»
¿Puede ser efectivo algunos de estos programas para personas en tratamiento por adicciones?
Precisamente tenemos en la actualidad un programa de actividad física para personas con trastornos por adicción a diferentes sustancias, con programas presenciales u online (a través de Apps desarrolladas para Android e iOS), mediante convenio con la Fundación Noray y Proyecto Hombre.
Está demostrada la efectividad del ejercicio en la intervención en adicciones, porque favorece la reducción del consumo y disminuye la sintomatología de la abstinencia. Sobre todo, se ha visto recomendable como elemento facilitador del cambio en el estilo de vida, así como una estrategia útil para la prevención de recaídas.
Los beneficios de la actividad física son diversos: aumenta la tolerancia a frustraciones, controlando los impulsos nerviosos; mejora el trabajo de los neurotransmisores; recupera la sensibilidad de los receptores corporales; disminuye la ansiedad, el estrés y la depresión y aumenta el bienestar general.
¿Cuáles serían en líneas generales sus conclusiones del trabajo que realizan?
Me gustaría destacar el auge de los programas de mejora cardiovascular y fuerza muscular, subrayando su impacto positivo en la prevención de enfermedades y la mejora de la calidad de vida en diferentes poblaciones, incluyendo personas mayores, estudiantes y pacientes con patologías específicas.
Es importante también resaltar la importancia de la personalización y supervisión en estos programas, adaptándolos a las necesidades individuales para maximizar sus beneficios.
¿Qué le gustaría añadir?
Pues me gustaría compartir con sus lectores nuestra satisfacción por los avances en investigaciones relacionadas con diferentes patologías, mostrando resultados prometedores.
Y por último quiero recordarles que la práctica regular del deporte fortalece el cuerpo, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades. Además, potencia la mente, disminuye el estrés y promueve el bienestar integral. Como científico del deporte, recomiendo actividad física constante para lograr un equilibrio físico y mental óptimo.