ENTREVISTA > Amancio Guerrero / Ex-bombero (Vitoria, 13-mayo-1958)
El pasado mes de noviembre, Amancio Guerrero puso punto final a una carrera profesional de la que dice guardar un recuerdo imborrable, y con la que se ha sentido reconocido y valorado tanto por compañeros como por ciudadanos.
A principios de la década de los 80 entró en el cuerpo de bomberos, donde ha pasado por diversos cargos hasta llegar a ser el jefe del área operativa del Vinalopó durante los últimos veintisiete años. Ahora, con la satisfacción del deber cumplido, reconoce estar adaptándose a su nueva vida fuera de una profesión a la que echa de menos.
Sus compañeros de la corporación municipal del Ayuntamiento de Petrer, a la que pertenece como concejal del Partido Popular, le rindieron homenaje dándole una pequeña sorpresa con motivo de su reciente jubilación. Además, el consistorio le distinguirá con la Mención de Honor al Mérito Civil y de Emergencias.
Cuarenta y dos años como bombero, de los cuales veintisiete han sido como jefe del parque comarcal, dan para hacer balance y echar la vista atrás. ¿Cómo comenzaste en el cuerpo?
Era escayolista y cuando regresé de hacer la mili en la Marina, en noviembre de 1980, la construcción no atravesaba buenos momentos. Me enteré entonces de que iban a salir plazas de bomberos, y como físicamente estaba bien, me presenté a la oposición y la aprobé el 29 de abril de 1982.
En el 87 saqué plaza de cabo como número uno, y en el 92 salió de sargento, para lo cual me apunté a la Universidad porque pedían tener ese acceso, y dos años después aprobé. En 1997 se jubiló mi jefe y decidí presentarme para la plaza, que también aprobé, convirtiéndome en el jefe de la zona operativa.
He sido también jefe de guardia provincial, teniendo la máxima responsabilidad de cualquier emergencia que surgiera en la provincia.
¿Tuviste que hacer muchos cursos de formación para perfeccionarte?
Antes, la única formación que recibías era la que te daba el trabajo en el día a día. En 1983 tuve un accidente haciendo rápel en Monforte que me hizo darme cuenta de lo importante que es tener una buena formación, así que comencé a hacer cursos específicos para bomberos. He hecho entre ciento veinte y ciento treinta, para los cuales había que ir a Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Bilbao. Es mucho tiempo y muchos años los que hay que dedicar, pero aprendes mucho.
También tengo varios cursos de instructor técnico de bomberos, con los que he dado formación a personas de nuevo ingreso.
«Tengo hechos entre ciento veinte y ciento treinta cursos de formación de bombero»
¿Qué servicios, principalmente, presta en la comarca el parque de bomberos?
En los años 80 había muchos incendios de industrias porque aún no había entrado la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, con lo cual ni las empresas ni los trabajadores tenían formación en cuanto a este tipo de riesgos.
A nosotros, eso nos dio mucha experiencia porque de cada incendio que se produce siempre coges una práctica que aplicas en los siguientes. A partir del año 96, cuando salió la ley, comenzaron a disminuir debido a que los empleados ya tenían la formación adecuada y hoy en día este tipo de incendios han bajado mucho.
También, intervenimos cuando se produce algún accidente de tráfico, en los que aplicamos el protocolo PAS (proteger, avisar y socorrer), para que cuando lleguen los médicos nosotros ya hayamos estabilizado a la persona accidentada. Es fundamental saber cómo tratar a un herido con politraumatismos para no agravarlo. Nosotros no vamos a curar, sino a estabilizar y a sacar a esa persona en las mejores condiciones y sin hacerle daño. También realizamos charlas de prevención de accidentes, actuamos en rescates de montaña, etc.
El tiempo de respuesta desde que se recibe una llamada hasta que salís al rescate es fundamental, ¿cómo se optimizan esos momentos?
Hace años, cuando había una llamada, tardaba en llegarnos unos siete u ocho minutos. Ahora es instantánea y cuando alguien llama al 112 nos llega en tiempo real y nos van escribiendo qué es lo que ocurre y dónde. En menos de un minuto salimos del parque y la llegada al lugar del suceso depende de la distancia a la que esté la incidencia.
«El tiempo de respuesta ante una emergencia es actualmente menor a un minuto»
¿Qué hacéis entre llamada y llamada?
Tenemos un horario de veinticuatro horas al día, y ese horario se reparte entre todos los compañeros. También realizamos prácticas de cada uno de los servicios para estar al día. Lo primero es protegernos a nosotros para poder dar protección a los demás. Un error puede costar una vida, la primera la nuestra.
Cuando un incendio devora un edificio, ¿cómo sabéis el momento en el que hay que entrar para que no se os caiga encima?
Eso es algo que alguna vez ha pasado y es un fallo que nunca se debe dar en un profesional. Yo he recibido cursos de arquitectos y aparejadores en la Escuela Nacional de Protección Civil y sé los riesgos que puede tener una estructura. Lo primero que hay que hacer es comprobar si la edificación permite entrar en su interior y para eso hay que saber leer el comportamiento estructural.
«Un error puede costar una vida, la primera la nuestra»
¿Cómo debemos actuar cuando nos sorprende un fuego en nuestra casa?
Lo que hay que hacer, si hay un incendio en la cocina, es intentar apagar el gas, cerrar la ventana y la puerta y abandonar la vivienda a esperar a que vengan los bomberos. Es fundamental cerrar puertas y ventanas para tratar de ahogar el incendio. Si las abres, el fuego va a campar a sus anchas y se va a quemar toda la vivienda.
Si lo tenemos debajo, debemos quedarnos en nuestra casa cerrando puertas y ventanas y esperar a que vengan los bomberos. Si intento bajar por la escalera no voy a poder porque me voy a ahogar por el humo, y si intento subir a la azotea tampoco, porque el humo va a llegar antes que yo.
¿Son seguros los edificios que tenemos en la comarca?
Los construidos a partir de 1996 sí, pero los anteriores, que son bastantes, lo son menos. La antigüedad de las viviendas se nota.
«Es muy necesario el nuevo parque de bomberos»
¿Echas de menos tu vida de bombero?
Sí, pero hay que ser inteligente para saber adaptarte y es lo que estoy intentando hacer ahora.
Uno de tus últimos servicios fue la reciente DANA de Valencia. ¿Cómo viviste aquella situación tan devastadora?
No tiene nada que ver con otros lugares en los que he estado. Sobrepasó todos los límites y todos los medios y la verdad es que se notó que hubo un poco de falta de coordinación. Pero eso es otro tema.
«En mi profesión me he sentido reconocido en todos los aspectos»
El nuevo parque de bomberos es una instalación muy necesaria en la comarca y será una realidad en unos meses.
Espero que a partir de este 2025 lo podamos ver. El que hay ahora prácticamente lo inauguré yo, porque cuando entré hacía cuatro meses que se había abierto. Se empezó a levantar en el 80, y antes de irme a la mili y de ser bombero estuve trabajando allí ayudando en su construcción.
Es muy necesario uno nuevo porque por mucho dinero que le metas al antiguo nunca vas a dejar un parque de bomberos como hoy se exige. Las nuevas tecnologías nos obligan a que cada parque tenga un helipuerto para que el traslado a los siniestros se pueda hacer a la mayor brevedad posible.
¿Te vas satisfecho con el trabajo realizado?
He dado lo mejor de mí y me he sentido reconocido en todos los aspectos. Yo creo que he dejado una buena impresión en todos los bomberos y siempre me han respetado, no solo en Elda, sino en toda la provincia.
«Ante una persona accidentada hay que saber cómo actuar para no agravar sus heridas»
¿Qué es lo más gratificante de ser bombero?
El haber ayudado a las personas cuando lo han necesitado. Para nosotros es una gran satisfacción si hemos podemos minimizar el riesgo de un accidente. Y cuando te ha salido bien el trabajo te vas a tu casa satisfecho de haber ayudado al prójimo.
Tu puesto ha pasado ahora a Francisco José Catalán. ¿Está en buenas manos?
Sí, es competente, tiene una buena formación, muchas ganas de trabajar y es una persona seria y responsable. Con él se produce un punto seguido con respecto a lo que yo he aportado. Creo que no se va a notar mi ausencia.
Nuevas instalaciones
El área operativa del Vinalopó da servicio a quince poblaciones en la que trabajan cerca de un centenar de bomberos repartidos entre el parque de Elda y el auxiliar de Villena.
En breve, afrontará la construcción de unas nuevas, modernas y prácticas instalaciones en la carretera de Sax, en Elda, sobre una parcela de 14.000 metros cuadrados, de los que 2.000 serán ocupados por el nuevo parque. Contará, entre otras mejoras, con una torre de maniobras y una plataforma para helicópteros.