Casi cerrado el mes de diciembre y, con él, el año 2024, hasta el menos observador podrá llegar a la misma conclusión: la lluvia, ni está, ni se la espera. Eso, que es una bendición para vender a los principales destinos turísticos de la Marina Baixa en los mercados emisores, es una auténtica pesadilla en todo lo demás y, sobre todo, en términos de consumo y garantía de abastecimiento de agua.
Sin esperar a lo que pueda llover durante el recién inaugurado invierno, el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa trabaja ya en el escenario más posible, es decir, que el año 2025 sea una continuidad de los dos anteriores y que, por lo tanto, la situación de pertinaz sequía se prolongue.
Para el año 2025 la comarca ya ha comprometido la compra de 6 hm3
Todos los escenarios previstos
El director de la entidad, Jaime Berenguer, reconoce que, en comparación con el pasado verano, “al no llover, estamos peor”. Sin embargo, Berenguer quiere mandar un mensaje de optimismo y subraya que “me quedaría con la parte positiva. En la pasada Junta General del Consorcio se aprobaron 6 hm3 para el año 2025 que, de acuerdo con las previsiones, suponen que el abastecimiento para ese año está garantizado”.
Y lo estaría siempre y cuando los próximos doce meses sean “un año normal”. Si no lo fuese, es decir, “si acabase siendo como 2023 o 2024”, la conclusión de Berenguer es clara, pero no alarmante ya que “haría falta más aporte exterior, con lo que seguiríamos garantizando el abastecimiento a través de la conducción Fenollar-Amadorio”.
La necesidad de desalar
Llegados a este punto, una de las conversaciones recurrentes al abordar esa garantía de suministro es la que versa sobre la construcción de la prometida desaladora de Benidorm. Una infraestructura sobre la que “en las conclusiones de esa Junta General tratamos”.
Berenguer lo explica de forma muy didáctica. “Creo que es necesario, sobre todo, destacar infraestructuras que generen nuevos recursos. En la Marina Baixa, a pesar de que en 2024 hemos traído 8 hm3 de agua, estamos en situación de emergencia. El 55% de toda la demanda de abastecimiento ha venido de la desaladora de Mutxmael”.
En la Marina Baixa el sistema de gestión del agua consigue darle hasta tres usos a cada metro cúbico
Crear recursos
Es por ello que ahora “no es el momento de solicitar ampliaciones de embalses, nuevas balsas o extraer los fangos que siguen colmatando los pantanos de Guadalest y el Amadorio. Es el momento de solicitar obras que generen nuevos recursos. Entre ellas, hay que hacer pozos en la comarca, principalmente en el Algar y Beniardà así como la desaladora para el año 2027-2028”.
Una planta para la que ya “hemos lanzado el proyecto” y que todos cuentan con que sea una realidad en los plazos ya mencionados. Pero el director del Consorcio de Aguas subraya que también hay que destacar “la importancia de seguir renovando conducciones porque eso es algo que genera ahorro”.
Tres usos del agua
En ese mismo sentido, Berenguer recuerda que “hay que destacar el sistema de gestión de la Marina Baixa, en el que al recurso le damos hasta tres vueltas. Esto quiere decir que usamos un mismo metro cúbico para riego, que es agua de calidad; posteriormente, recogemos ese metro cúbico, lo llevamos al embalse y lo servimos para abastecer; y luego, a través del alcantarillado, lo llevamos a la Estación depuradora de aguas residuales (EDAR) y lo volvemos a utilizar como agua regenerada”.
Y es en ese punto cuando el director del Consorcio de Aguas de la comarca lanza un mensaje que, lejos de ser alarmista, sencillamente refleja una realidad para la que existen remedios como él mismo ha expuesto, pero que supone una llamada a la acción inmediata: “la Marina Baixa, sin nuevas infraestructuras, no tiene garantizado el abastecimiento”.
Con el objetivo de seguir garantizando el abastecimiento, el Consorcio de Aguas exige a la CHJ abordar distintas inversiones
Más inversiones
Un mensaje con un destinatario claro: la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ya que, recuerda Berenguer, “durante los últimos 25 años el Ministerio, a través de la CHJ, no ha hecho ninguna gran obra hidráulica en la comarca ni ha invertido más. Hemos pasado tres sequías significativas: la del 1995 a 2001, la de 2014 a 2016 y la de 2022-2024. En las primeras, la CHJ invirtió en obras hidráulicas; pero en esta, a pesar de que se comprometió a ello, todavía no ha invertido nada en la Marina Baixa”.
En cuanto a esas necesarias inversiones, desde el Ministerio “lo que nos dicen es que lo están analizando, pero la sequía sigue haciéndose cada vez más profunda y después de dos años nos encontramos con que hemos ‘tirado’ de agua de unos acuíferos que se encuentran en unas profundidades considerables. Ahora, lo que nos toca es bajar las instalaciones a cotas más profundas para sacar la misma cantidad de agua”.
Crecimiento mayor del esperado
Pese a esa gestión ejemplar del agua y de la altísima eficiencia del sistema (superior al 90%), Berenguer subraya que el crecimiento de la demanda hace que “la Marina Baixa sea un sistema artificial que necesita de nuevas infraestructuras”. Y todo, prosigue, porque “la previsión para 2024 era un crecimiento de la demanda de un 2,5% y nos situamos en un 4%. Es por ello que la desaladora es una necesidad cada vez más acuciante”.