Diego Macías Pino es una de las promesas más brillantes del ajedrez español y el campeón autonómico más joven de la historia de la Comunitat Valenciana. Maestro Internacional desde los 16 años, forma parte del Club Ajedrez Andreu Paterna, donde regularmente se desempeña como tablero número 1.
Su impresionante trayectoria incluye la cuarta posición en el Campeonato del Mundo Sub-18, compitiendo entre la élite juvenil mundial. También cabe destacar el título de Campeón de Europa Sub-18 en modalidad rápida, donde lideró al combinado español, mientras que en la competición individual logró la medalla de plata en la modalidad relámpago.
¿Cómo y cuándo te iniciaste en el mundo del ajedrez?
Me enseñó mi madre a la edad de cinco años. Vio que se me daban bien los juegos de mesa, como el dominó, y decidió enseñarme las reglas básicas del ajedrez. Además, me permitía jugar con mi abuelo, lo bueno del ajedrez es que es un deporte inclusivo e intergeneracional.
¿Qué te motivó a dedicarle más tiempo a este deporte?
Llegó paso a paso, sin una razón concreta. Al año siguiente me apuntaron a ajedrez como asignatura extraescolar y, como me gustaba mucho, un año más tarde me inscribieron en mi primer club, el EVA Manises, donde ya empecé a entrar en competiciones.
A los ocho años participé en el Campeonato de España y, sin una excesiva preparación, quedé quinto, lo que me sirvió de motivación para seguir. Además, hacía amigos y me lo pasaba bien, así que me fui adentrando cada vez más.
¿Quiénes han sido los entrenadores que han tenido mayor influencia en tu desarrollo?
Mi primer entrenador de ajedrez, en la extraescolar, fue quien animó a mi madre a apuntarme a un club de ajedrez para avanzar y competir, abriéndonos un nuevo mundo. Después conocí a Quique Llobell, que es el director deportivo del Club Ajedrez Andreu Paterna.
Mantengo una muy buena relación todavía con él, hablamos mucho. Actualmente mi entrenador es Daniel Alsina. Todos ellos han tenido influencia en mi desarrollo como ajedrecista.
«El ajedrez es inclusivo e intergeneracional; aprendí a jugar de mi madre y me permitió jugar con mi abuelo»
En tu estilo de juego, ¿eres más de ajedrez clásico o de partidas rápidas?
Me gusta la táctica, pero hay que saber jugar cualquier posición y adaptarte a la partida. Me gustan mucho las lentas y también el blitz, pero menos las partidas rápidas; me van más los extremos. Tengo más ELO en ajedrez clásico, pero eso es habitual.
¿Cómo enfrentas la presión durante partidas críticas? ¿Duermes bien?
Soy de carácter bastante tranquilo, no suelo ponerme nervioso en las partidas importantes. Creo que es un aspecto de mi carácter que juega a mi favor.
Para dormir el mayor problema puede ser adaptarme a la cama, pero no por la tensión del torneo.
¿De qué forma te preparas durante el año?
Depende del tiempo que tenga, porque tengo que compatibilizarlo con los estudios de bachillerato, y no todas las semanas son iguales. Al ser deportista de alto nivel, voy a un instituto que es sensible a la hora de mover exámenes, porque en ocasiones tengo que viajar y me los posponen.
¿Cuáles son las herramientas y recursos que utilizas para entrenar?
Hay muchas aplicaciones y programas que utilizamos para entrenar, como ChessBase, chess.com o lichess. La primera nos sirve para analizar las partidas y saber dónde podemos habernos equivocado o ver qué otras opciones teníamos, mientras que las otras dos son para jugar partidas.
¿Qué papel juega el análisis de las partidas?
Es básico analizar las partidas que juegas a través de plataformas que te permiten valorar otras opciones que en ese momento no has contemplado. También siempre es bueno saber de qué modo un potencial adversario suele plantear las partidas, el tipo de aperturas, su estilo, etc.
«Salir de lo previsible es clave para sorprender al rival, aunque supone asumir riesgos»
En el ajedrez moderno, ¿qué porcentaje es técnica y cuanto creatividad?
Si tú haces siempre los movimientos normales, parece lo más seguro, pero a la vez siempre tienes que estar considerando otras opciones para salirte de lo previsible, porque es la mejor manera de sorprender al rival, aunque suponga asumir ciertos riesgos.
Cuando miras las posiciones siempre hay una que ves clara y luego pueden venir más. Si haces caso a la primera no te vas a equivocar mucho, pero es posible que estés dejando pasar buenas opciones de desequilibrar la partida. Hay que saber elegir el momento.
¿Cuál ha sido el oponente más difícil al que te has enfrentado y por qué?
En partidas lentas, la persona de mayor nivel a la que he ganado es Vasili Ivanchuk, que ha jugado varios Campeonatos del Mundo, y en rápidas Kirill Alekseenko, que ha jugado varios Torneos de Candidatos, cuyo ganador reta al Campeón del Mundo.
¿Tienes alguna rutina o superstición antes de jugar una partida importante?
Nada en especial, solo asegurarme de dormir bien la noche anterior. No creo en colores, amuletos ni supersticiones. Pienso que en el ajedrez la suerte influye muy poco; al final las condiciones son siempre las mismas y todo depende de lo que hagas tú y tu rival. Lo importante es hacer algo que tu adversario no vea.
«Es un deporte que enseña a tomar decisiones, creo que es un buen aprendizaje para el futuro»
De la enseñanza del ajedrez, ¿cuáles aplicas en tu vida cotidiana?
En una partida se toman muchas decisiones y en la vida constantemente hay que tomarlas, por lo que creo que es un buen aprendizaje para el futuro.
Si pudieras jugar una partida contra cualquier jugador de la historia, ¿a quién elegirías?
Me quedaría con Mijaíl Thal. Sería gracioso porque quizás me inmortalizaría (risas). Le llamaban ‘El Mago de Riga’ y fue campeón mundial de ajedrez entre 1960 y 1961, reconocido por su estilo de juego creativo y agresivo, caracterizado por sacrificios sorprendentes y combinaciones tácticas brillantes. Sería una pasada poder enfrentarme a él, aunque lamentablemente falleció antes de que yo naciera.