El próximo día 19 de enero los parques de El Moralet y Foietes acogerán, por tercer año consecutivo, una prueba puntuable para la Copa del Mundo de ciclocross, la máxima competición de la especialidad invernal del ciclismo, en una cita que, tras sólo dos años, no solamente se ha asentado plenamente en el calendario internacional, sino que ya se ha convertido en una peregrinación obligatoria para ese día para decenas de miles de aficionados venidos de todos los puntos de España y Europa.
Después de que el primer año se citaran en la ciudad alrededor de 15.000 aficionados y que en 2024 se superara la cifra de los 20.000 asistentes, el organizador de la prueba, Pascual Momparler, se mostraba muy optimista a poco menos de un mes para ese tercer asalto afirmando que “este año el ritmo de venta de entradas está siendo, incluso, superior al de la segunda edición”.
Atraídos por los mejores
En sus dos primeras apariciones en el calendario, la prueba de Benidorm consiguió reunir al conocido como ‘big three’ del ciclocross, personificado en el belga Wout van Aert, el neerlandés Mathieu Van der Poel y el británico Tom Pidcock. Ellos, con su mera presencia, son capaces de llenar hasta los topes cualquier circuito del calendario; pero de cara a este 2025 ha habido más dudas que certezas respecto a su aterrizaje en la Costa Blanca.
A la hora de cerrar esta edición el único de los tres que había confirmado su presencia en El Moralet y Foietes era Van Aert, ganador el año pasado; mientras que Van der Poel seguía deshojando la margarita, aunque desde la organización se daba casi por sentada la ausencia del Campeón del Mundo.
Orts ha desatado la locura entre los aficionados y confía en poder luchar por el triunfo
Efecto Felipe Orts
Sin embargo, la carrera de Benidorm ha demostrado, gracias a esas tardías decisiones, que se ha hecho un hueco en el corazón y la agenda de los aficionados por sí misma y, claro está, por ser la carrera ‘de casa’ de Felipe Orts, el corredor nacido en La Vila Joiosa, y que este mismo año se ha proclamado subcampeón de Europa de la especialidad y ha reclamado para sí, en la cita de Dublín, el primer podio jamás logrado por un ciclista español en una carrera valedera de la Copa del Mundo.
Así las cosas, Momparler no duda en atribuir al “efecto Felipe” el buen ritmo de venta de entradas. El mejor ciclista invernal español de todos los tiempos está completando la temporada de su vida y, como él mismo ha reconocido, pensar en dar el siguiente salto y alzar los brazos en una Copa del Mundo es algo que “creo que está a mi alcance”.
Con sólo dos ediciones a sus espaldas, la prueba se ha convertido en un fijo dentro del calendario internacional
El sueño de la victoria
“Correr en Benidorm es muy especial para mí”, reconoce el ciclista enrolado este año en el Ridley Racing Team belga y seis veces Campeón de España. “La primera edición fue una experiencia increíble, y la segunda, incluso, la superó. Todos los apasionados de este deporte en Alicante están como locos con esta prueba; de hecho, creo que pocos eventos dan pie a vivir lo que se vive en el circuito de Foietes y El Moralet”.
Es por ello y, por supuesto, por los buenísimos resultados que ha venido cosechando a lo largo de toda la presente temporada, que Orts viajará a Benidorm con más ambición que nunca. “El público me empuja, y eso puede ser decisivo de cara a que consiga la victoria en el marco de una temporada en la que estoy entre los mejores en las pruebas de Copa del Mundo”, sentencia.
La organización confía en poder superar la cifra de espectadores lograda en la edición de 2024
De la locura al éxito
Ahora que el evento es un éxito deportivo y turístico, Momparler recuerda que “cuando iniciamos este proyecto, todo parecía una locura” y que en todo este tiempo “nos hemos volcado todos, desde instituciones y amigos hasta los mejores ciclistas del mundo” y no duda en subrayar que “el éxito de este evento es el público: todas las personas que vienen y que provocan que las estrellas quieran venir”.
Una idea que comparte Toni Pérez, el alcalde de Benidorm, que reconocía que aquel primer año no sabía qué esperar exactamente de esa apuesta. “Nosotros apostamos por intuición, porque nuestra esencia es el sol y playa y también temporadas ‘majas’, nunca bajas, como enero, y celebrar un evento deportivo en ese momento es una maravilla”. Una apuesta que salió bien y ahora ya afirma, rotundo, que “este evento supone lo que nunca imaginamos”.
Circuito mejorado y más fiesta
Respecto al trazado de la prueba en sí, Pascual Momparler explica que “el circuito cambia, como ya ocurrió en los dos años anteriores. Hemos identificado qué le gusta al aficionado y también qué les gusta a los ciclistas. Éstos nos han pedido que el recorrido fuera un poco más duro, que era una característica que apreciaron en 2023, y que mantuviéramos la parte técnica que introdujimos en 2024. El resultado de escuchar a todo el mundo es un trazado tan técnico como exigente que creemos que será perfecto y esperamos utilizar durante muchos años”.
Y todo ello, en una fiesta que durará “todo el fin de semana, ya que el sábado tendrán lugar los entrenamientos oficiales y el Benidorm CX, la prueba de categoría nacional abierta a todas las categorías, y, además, vamos a organizar nuevos eventos como un tardeo el sábado y diversos conciertos y sesiones con DJ tanto el sábado como, sobre todo, el domingo”.