Cada 5 de enero, como sucede en tantísimas otras ciudades de España, las calles de l’Alfàs del Pi se transforman en un escenario mágico donde los niños y adultos se sumergen en el espíritu de la Navidad que, a esas alturas, ya da sus últimos estertores.
La tan esperada Cabalgata de los Reyes Magos se ha consolidado como una de las celebraciones más entrañables de la localidad en estas fechas. Este año, el evento promete volver a ser ese espectacular colofón a más de dos semanas de celebraciones para dar paso a la noche y, sobre todo, el despertar más mágico del año. Una noche llena de ilusión, alegría y emoción, en la que los tres Reyes Magos recorrerán las calles alfasinas para llevar regalos y sonrisas a grandes y pequeños.
El séquito real recorrerá un año más las calles más céntricas del municipio
Días de nervios
Desde el último día del año, los más pequeños comienzan a prepararse para la gran cita. Los últimos días de diciembre se viven con una mezcla de tensión y emoción. Mientras los niños, al menos lo que han sido buenos, escriben sus cartas llenas de deseos; trabajadores municipales y miembros de distintas asociaciones locales, realizan los últimos ajustes para que todo esté listo para esa tarde-noche del 5 de enero.
Las carrozas, decoradas con esmero, comienzan a tomar forma en los talleres, y los trajes de los Reyes Magos se prueban una y otra vez para asegurarse de que todo esté perfecto. Incluso las luces decorativas parecen brillar más a la espera de esas horas mágicas creando una atmósfera que invita a la magia y al asombro.
Implicación social
Una de las características que hace especial a la Cabalgata de Reyes en l’Alfàs del Pi es la participación activa de los vecinos. Cada año, asociaciones culturales, colegios y entidades locales colaboran en su desarrollo y en la organización de los festejos. De hecho, en los últimos años, el evento ha ganado una mayor implicación de la comunidad. Esta conexión entre la tradición y la identidad local es uno de los aspectos que más destacan los asistentes.
La cabalgata arrancará alrededor de las seis de la tarde y, como en años anteriores, recorrerá las principales calles de l’Alfàs, con parada previa en la zona de l’Albir, para acabar terminando en la Plaza de la Iglesia, donde adorarán al niño Jesús.
Los más pequeños podrán recibir sus regalos de las manos de Sus Majestades
Carrozas protagonistas
A lo largo del recorrido, las carrozas, cargadas de color y fantasía, deslumbran a los espectadores. Melchor, Gaspar y Baltasar, los tres Reyes Magos, son los grandes protagonistas, pero no están solos. Les acompañan sus respectivos séquitos de pajes y animales que, junto a los decorados temáticos, crean un desfile de ensueño.
Las carrozas, que se centran en elementos relacionados con la cultura y la tradición de la zona, serán una de las grandes sorpresas del evento así como, y es marca de la casa, esos coches clásicos que en muchas ocasiones también han transportado a Sus Majestades o a parte de su numeroso séquito.
Lluvia de caramelos
Como no podía ser de otra manera, uno de los elementos más esperados es la lluvia de caramelos. A lo largo del recorrido, los pajes de los Reyes lanzarán miles de dulces para que los niños puedan recolectarlos.
Este gesto simboliza la generosidad y el espíritu festivo de la Navidad. Las familias se agolpan a lo largo de las aceras para no perderse ni un solo detalle del desfile, mientras los pequeños saltan de alegría ante cada caramelo que cae del cielo.
Melchor, Gaspar y Baltasar pondrán el colofón a las celebraciones navideñas
Una noche de emoción y tradición
Lo que hace única a la Cabalgata de Reyes en l’Alfàs del Pi es, sin duda, la emoción que genera entre los niños. Cada año, las caras de los pequeños se iluminan cuando avistan las carrozas acercándose. Las peticiones de los más pequeños, quienes han escrito cartas a los Reyes Magos con sus deseos, se hacen sentir en el aire. Esta conexión con la ilusión infantil es la que mantiene viva la tradición de la Cabalgata, no sólo como un desfile de carrozas, sino como una experiencia emocional que trasciende generaciones.
El evento es también una ocasión especial para las familias. Padres, abuelos, tíos y primos se agrupan para vivir la emoción colectiva de ver a los Reyes Magos en su recorrido. Las plazas y calles se llenan de risas, de música y de una atmósfera festiva que subraya la importancia de la unidad familiar en estas fechas.
Broche mágico
Como broche final de la Cabalgata será la llegada de los Reyes Magos a la Plaza de la Iglesia, donde se realizará una recepción especial. Allí, los Reyes se detendrán para recibir las cartas de los niños y entregar regalos a los más pequeños, en una ceremonia que se ha convertido en un rito tradicional.
Este momento marca el final de la Cabalgata, pero también el inicio de una noche de alegría y magia que perdura hasta la madrugada.