Después de unos meses de descanso, la ‘Sala de Cineastas’ vuelve a nuestro municipio a finales de enero, de la mano nuevamente de su impulsor, el apasionado del cine Carlos Escolano. Lo hará con nuevas propuestas, “después de una primera edición magnífica”.
En palabras de Escolano, “hacer en Orihuela un oasis cinéfilo, poder compartir el visionado y debatir con el cineasta ha sido un privilegio que el público ha agradecido”. Un objetivo era desterrar esa idea condescendiente de que las propuestas culturales de vanguardia solo tienen acogida en las capitales.
En ese sentido, la ‘Sala de Cineastas de Orihuela’ ha roto con muchos estereotipos, reivindicando que otra cultura es posible. “El reto inicial era realizar las diez sesiones previstas, siendo conscientes de lo que cuesta darle continuidad a un proyecto de esta envergadura”, apunta.
El segundo objetivo
“El otro objetivo era generar un público que estuviera receptivo y disfrutara de esta actividad, algo que ha sobrepasado nuestras previsiones”, confiesa Escolano. Sin duda, los vecinos de Orihuela y la comarca de la Vega Baja se han volcado en cada sesión, tanto en asistencia como en participación activa.
El profesor de cine muestra su agradecimiento a los que le han apoyado, comenzado por el Ayuntamiento local y la Concejalía de Cultura y Juventud, “que nos han dado absoluta libertad en la programación de la sala”.
Asimismo, a los cineastas que nos han visitado, “siempre generosos y accesibles; ha sido increíble que tanto consagrados -Jaime Chávarri- como noveles -Raúl Capdevila- hayan acudido con entusiasmo e ilusión”. Sin ellos, añade, esta actividad no tendría sentido.
Un objetivo era desterrar la idea de que las propuestas culturales solo tienen cabida en las grandes capitales
Momentos más especiales
Escolano reconoce que ha sido muy bonito poner al mismo nivel, en una misma sesión, el largometraje de un cineasta profesional y el cortometraje de uno de la comarca. “Queremos romper con la jerarquía entre formatos, porque todo es cine”, manifiesta.
Además, un reto era respaldar el talento más cercano, darle valor a su trabajo y que tuviera la oportunidad de compartirlo en pantalla grande y con público. “Me quedo con las palabras de espectadores que echaban en falta una actividad de este tipo”.
Este público, subraya, ha sido el combustible fundamental para seguir trabajando y dedicando el tiempo necesario para organizar cada sesión. También para ellos será la segunda edición, llena de buenos instantes audiovisuales.
Los vecinos de Orihuela y la comarca se volcaron en cada sesión, tanto en asistencia como en participación activa
Las complicaciones
Los principales problemas a la hora de realizar la ‘Sala de Cineastas’ ha sido cuadrar las fechas y agendas de los profesionales. “Al ser Orihuela una ciudad periférica, los cineastas tienen que hacer una pausa en sus ocupaciones para venir”, admite.
Obviamente, en Madrid o Barcelona sería mucho más fácil organizar algo así, “pero carecería de sentido: hay que descentralizar la cultura para que sea democrática y no un privilegio para los que viven en grandes capitales”.
Entre las anécdotas más graciosas, la sucedida durante la emisión de ‘Canto cómico. Niño de Elche’, en el que hubo un problema técnico y se tuvo que proyectar por medio de un ordenador. Su director, Marc Sempere, lejos de lamentarse, cogió un micrófono y en los minutos de espera relató el proceso de realización de la película “con mucha gracia”. Nadie del público se levantó de la butaca.
De cara a la segunda edición cambia la fecha de emisión, pasando ahora al último domingo del mes
Cambio de día
Esta segunda edición, retrasada por obligaciones personales de Carlos Escolano, también historiador del arte, arrancará a finales de enero, con el importante cambio de día, que pasa del último jueves al último domingo del mes.
“El programa lo estamos confeccionando sobre la marcha”, nos avanza, antes de remarcar que la idea es seguir con la misma línea de visibilizar el cine que no tiene cabida en la sala comercial, “pero que nos enriquece la mirada”.
Otra novedad será darle un espacio a la presentación de libros que hablan sobre cine, pues “este arte no solo se ve, sino también se habla y se escribe”. Ya está confirmada la presencia de Javier Tolentino, que presentará su última obra.
El sueño del festival
La ‘Sala de Cineastas’ desea expandirse más allá del propio término municipal de Orihuela, que no sea una actividad exclusiva para el casco antiguo de la ciudad, sino de las diferentes partidas rurales y, por supuesto, Orihuela Costa.
Ya en el horizonte, los responsables vislumbran la idea de crear un festival de cine, “algo sobre lo que estamos construyendo los cimientos”. Sin embargo, no desean llevar a cabo un certamen de la nada y que se extinga poco después, “como suele pasar”.
La idea de continuidad es la base de la ‘Sala de Cineastas de Orihuela’ y lo será, del mismo modo, del festival de cine que se celebre en un futuro.